Puedo poner en duda a cualquiera
que me diga que la melancolía
no fue parida en un rincón de Buenos Aires.
Descansando en la sombra de Leopoldo
o viboreando el cielo con Julio
desde la mademoiselle hecha Plaza
hasta adoquines casi bautizados
son tantas mis cadenas de amor
a tu gris plataforma urbana
que extrañarte siempre es lo menos
y para lo más no tengo palabras.
1 comentario:
puede ser que haya sido alla,
pero yo que no estoy alla,
y yo que estoy asi,
creo que pudo haber sido solo alla,
cuando no existian aun las fronteras,
o sea fue aca.
ea.
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