El es más que ídolo, mucho pero mucho más.
El es sujeto, muchacho, pibe, elemento.
El es lo que ningún otro podría ser,
pero no por figura, sino por trayecto.
El es el hambre de la panza llena,
el es el sueño del alma dormida.
El es lo que resta por conseguir
desde las hazañas inalcanzables,
el es la ausencia del estrellato
porque su cielo ya está adornado.
El es las ganas, sin demorar
los objetivos ya conseguidos.
El es el fútbol, así nomás:
él es poema, juego, artilugio,
él es las vueltas de los demás
porque en su logro está mi refugio.
El improvisa sin dirección,
porque conoce sus explosiones.
El desconcierta al defensor
porque se sabe indistinto al sueño.
El juega al fóbal, y así ya está,
¿qué más decir
de los que se escoltan?
El en su magia ya dice todo,
y que mañana lo juzguen otros:
sólo practica por su disfrute,
para que el riesgo no sea un monstruo.
Hoy precisamos de un sentidor,
de quien se ponga la camiseta.
Hoy precisamos de mucho amor
pa' revertir esta cruel silueta.
3 comentarios:
Ay, Ariel...
¿Qué podrás hacer por nosotros?
Tu juego es época.
Y mañana debatiremos
lo que está realmente demás.
Si tu hechizo encarna en algo
mas alla de nuestros riesgos
disfrutaremos de otro ensueño
por acariciar...
te flató que es un calesitero ;)
no por su futbol vueltero de enganche para aquí enganche para allá y pierdo la pelota; mas bien porque le gira todo después de unos tragos jajaja.
la verdad hablo de envidia porque en mi rojo querido añejo ni el rolfi regala dibujitos.
pero siempre queda la esperanza; ¿de que viviríamos unos y otros sino? y no caigamos en eso de que la esperanza es una condena; ¡que equivocado se puede estar a veces!
no hablo más, me retiro por donde vine.
Abrazos
La condena es tener que ir a verlas, porque sino ellas ni se molestan... (es un Cortázar).
No, condena no... condena sería que no existiera la esperanza. Condena y punto final. Pena de muerte inmediata, digamos.
Pero por suerte siempre aparece algún artista del fóbal para replantear todo (¿?)
¡Abrazos otros para allá!
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