transgresor, casi invertebrado
en lo que a lenguaje atañe.
Pero siempre está el guiño
que a uno lo sumerge
en el subsuelo de esa locura
y aparecen los destellos
que se vuelven, a momentos,
muchísimos, como metrallas
que invaden todo el aire
y estás, y estamos, ahí
en el mismo lugar que él
hubiera querido ponernos
cuando descosió las solapas
del libro que le propusieron.
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