Una causa extraviada no está aún perdida
si quienes deben encontrarla pueden buscar
todavía.
Si se hace de día o sale el sol
es porque van rompiéndose
o las noches de penumbra
o las nubes que marchitan
con implacable eficacia.
Si cada vez son menos
los momentos que deslumbran
encendamos algún fuego
y que la luz se haga nuestra,
con un llamado urgente
o despacio, lentamente.
A veces sacando telarañas
de rincones inconscientes
llegamos a un hermoso puerto
de inocencia inusitada
de virginidad mental.
También hay invocanciones
que traen de un tirón
flashes ajenos a este páramo mío
devolviéndole frescura
a una etapa que arde.
Si se trata de incendiar
los fantasmas agusanados
para exorcizarme un poco
habrá próxima una chispa.
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