se ha escapado en pijama
para soñar despierta
y disfrutar de su Luna
sólo mirándola, sin conversar.
Y yo me enamoro sin fin
del silencio que conservan
en pleno esplendor idílico.
Mientras, bajo alguna estrella
y le exprimo dulce néctar
para ver si salgo al vuelo
o me embriago de universo.
¿Adónde irán las palabras
que no escribo cuando pienso?
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