con pañuelos de palabras.
Su "abracadabra" deshace
pensares individuales,
al amparo de otros dioses
muchísimo más siniestros.
Son sombras casi invisibles
pero están por todos lados,
y engualichan sin permiso
los sueños del pueblo entero,
para llenar con dinero
los sacos de su ambición.
¡Triste comunicación!
Maldad sin fin ni principio,
todo es un nefasto ripio
y ni hablemos de ilusión.
Pero queda corazón,
se los puedo asegurar,
lejos de la información
que nos quieren encajar.
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