en esta intensa tormenta,
porque de ellas dependen
mil amores aun innatos
y otros tantos relatos
adornados con sonrisas.
Que la lluvia quite prisa
y así nazca alguna prosa
o tal vez otras palabras
de índole más mañosa.
Las gotas todo lo llenan
con cadencia y humedad,
hipnóticas sucesiones
olvidando el devenir.
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