jueves, septiembre 25, 2014

Presos de casa: presas de caza.

El que siembra el miedo
culpa a la semilla.
El que teme a diario
huele a presa fácil.

Las palabras apuntan
como cuatro dedos
a la pluma cómplice
del sentir que aterra.

Jueces en redacciones
quieren ser los escultores
del paradigma del bien
(¿ante los ojos de quién?).

Jueces de martillo fácil
rebalsan las oficinas,
esgrimen su idiosincrasia
como un legado sagrado,
alzan sus manos manchadas,
afectadas, llenas de odio.

Jueces de pena y muerte:
paredón incontinente.
Cultores desenfadados
del presidio por si acaso.

De tanto creer
se acaba por crear.


martes, septiembre 23, 2014

Rehacerse.

Las llagas de la luna:
estigmas enredados
entre los astros breves,
rumores y arrabales
que brotan de los bares
(sirenas infalibles
para nuestra ceguera
de absurdos paraísos).

Tormentas desatadas
entre las sombras grises
que decoran de muerte
tu calle en duermevela.

Sin embargo el aliento
que susurra la noche
es deseo obsesivo,
incesante ansiedad.

Se empañan los faroles,
renace el vil olvido
(ese que sabe a antídoto
cuando envenena bien)
y entonces inventamos
un presente perfecto:
donde no sé mañana,
donde no importa ayer.