martes, octubre 27, 2015

Nigromántica hipoteca.

Despierto a la pesadilla
y una alquimista del tiempo
viene a buscarme a la puerta
mientras declama su axioma:
"Transformaremos el oro
en horizontes de arena".

Los sedientos del desierto
salmodian preceptos huecos,
cavando el foso furioso
que llenarán, desde afuera,
un río de sudor negro
y lágrimas siempre ajenas.

La magia de esta vigilia
-fiel reflejo de su ensueño-
se paga con horas extra
pues la ilusión tiene dueño
¿Dejarán las convicciones
en una casa de empeño?

Las preguntas me atormentan,
los tronidos me responden:
tempestad es resistencia,
oquedad será colmar
de carnaval el silencio
que nos legue su pasar.