domingo, mayo 30, 2010

Del tiempo y la soledad.

Quizás sea mejor una amnistía a la soledad,
aprender a convivir con su eternidad,
entrañarse, pese a lo difícil de la viceversa.

Hasta trabar una amistad,
sentirse levemente menos miserable
(aunque seguro igual de absurdo)
y proseguir el espiral inevitable
de todo lo que se va muriendo
porque el tiempo es inamovible
pero resulta que no me gusta
ni lo inevitable ni lo inamovible
sobre todo si es por sombras
u otras oscuridades inoportunas.


¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Tanta sangre que se llevó el río...
Yo vengo a ofrecer mi corazón.

No será tan fácil, ya sé qué pasa
no será tan simple como pensaba,
como abrir el pecho y sacar el alma.
Una cuchillada del amor.

Luna de los pobres, siempre abierta.
Yo vengo a ofrecer mi corazón.
Como un documento inalterable
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y uniré las puntas de un mismo lazo
y me iré tranquilo, me iré despacio,
y te daré todo, y me darás algo
algo que me alivie un poco más...

Cuando no haya nadie cerca o lejos
yo vengo a ofrecer mi corazón.
Cuando los satélites no alcancen
yo vengo a ofrecer mi corazón.

Y hablo de países, y de esperanzas,
hablo por la vida, hablo por la nada,
hablo de cambiar ésta, nuestra casa.
De cambiarla por cambiar, nomás.

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón.

(Fito Páez, pero con Pablo Milanés).

sábado, mayo 29, 2010

Aguacero.

Momentos de retroespectriva,
fantasmas húmedos como esta lluvia
se vienen a posar en la mirada
que no puede más que voltearse
y encontrar lo perdido, lo ausente
ese inexplicable hueco iluso
con su omnipresencia abrumadora.

Todas las gotas se agolpan,
y recuperan el vuelo sin prisa.
Salvo en el fondo del mar,
otro planeta, inalcanzable.

¿Qué oscuro conjuro invoca
este obseso chaparrón?

Que se sepa a cuatro vientos:
el sol siempre está regresando
por eso es mejor esperarlo
que ahogarse en un tormento.

jueves, mayo 27, 2010

Navegandamos.

Desde su ausencia
camina el menosprecio
entre todos nosotros.

Se ha hecho carne
ese sentirse absurdo
ante las decisiones
que otros pergeñan
sobre el porvenir
de nuestro navío.

Y ha llovido mucho,
durante el vacío:
gotero de muerte
y tristeza ha caído.

Devoró mil almas
el miedo insaciable,
y se hinchó la nada
y se hizo el silencio,
que otros perpetuaron
pareciendo eterno.

Pero a cada muerte
le llega su amor:
un rayito infiltrado
por las grietas tristes
devuelve al espíritu
de esta embarcación
los rumbos sensibles
que evoca el corazón.


jueves, mayo 20, 2010

Tempus fugit velut umbra.


El tiempo es sólo cenizas dormidas,
tibias escamas deshechas y huecas
que al primer soplido ciegan
y dispersan su frágil existencia.

Migas de arena caen, cónicas,
en un drama de eterno fade out
sin permitirse otra esperanza
ni la total dejadez del abandono.

Los segundos se hacen humo
más rapido que una flor seca,
y son también más quebradizos,
aunque mucho menos dulces.

Pero en ningún verso cabe
todo lo absurdo de este crónico
juego imperturbable.





miércoles, mayo 19, 2010

Crisálido.

Siento el frío desde adentro y desde afuera,
como si el invierno me tuviera sitiado
por todos los flancos posibles, sin tregua.

Y está ese muro nebuloso
acaparando luces, absorbiendo
colores que llegan débiles
tras cruzar osadamente.

Las flores resisten, creen,
entonces uno espera con fe
esa buena promesa primaveral.

Pero mientras la muerte...
o un sueño absurdo, arrugado, marchito.

Diga usted que hay Sol
filtrándose de a ratos
y prolongando esta ilusión
estival para el espíritu.



Si el cielo está gris...

La soledad no está tan sola
¿no ves que a mí no me abandona?
Como una tempestad que va arrancando los tejados
no sé qué me quitó, lo que jamás me había dado.
Me asomo a la ventana: siempre está lloviendo
y en mi vieja radio suena "Sol de Invierno".
Perdido en un camino entre el amor y el odio,
tan cerca del cielo como del demonio.

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
¡Ay! Un rayito de sol que me ayude a vivir...
¿Qué ha pasado? ¿se ha olvidado de mí?
¡Ay! y yo me siento triste si el cielo está gris...

Dame licor de ala de gaviota,
quiero volar, mojarme con las olas.
Dame licor de oreja de conejo,
que quiero oír tu voz aunque estés lejos.

Venga Manolito, préstame el sombrero,
el del ala ancha que llega hasta el cielo.
Ponlo boca arriba, llénalo de versos
déjalos volar, que los reparta el viento.

¿Qué ha pasado que no quiere salir?
¡Ay! un rayito de sol que me ayude a vivir...
¿Qué ha pasado? ¿Se ha olvidado de mí?
¡Ay! y yo me siento triste si el cielo está gris...

Fito (el español, no el rosarino).

jueves, mayo 13, 2010

No, che.

No hay demasiada luz por aquí
pero algo se mueve, algo está vivo
en ese teatro que dice estar muerto,
y lo jura con su manto de silencio
con su total quietud mortecina
con el aroma a rocío dormido...

Algo recorre las calles
como si fueran venas
por las cuales fluye
imprescindible energía
llevándole al tiempo
lo que duerma su andar
o lo distraiga de nosotros.

Mientras, algunas nubes
llevan su llanto indeciso
para destinos inciertos
(siempre este otoño
tan histérico y sensible).

Y en el velorio oscuro
se cuela algún sonreído
para avisar que la muerte
fue la primera en llegar.

miércoles, mayo 12, 2010

Salvemos a las ventanas.

El olor a tierra entre sus pétalos
me viene a visitar con la sonrisa
y yo voy contento a su encuentro,
con los dedos de un niño curioso.

Sube la noche por la ventana
y se van con ella los hilos de plata
a buscar un cometa que llegue a la Luna.

Hay tantas estrellas para elegir
en este paño negro inacabable
que no podría amasarse fortuna
capaz de regatear por ese arte.

Sin embargo muchos promueven
un progreso demasiado optimista
para con los propios bolsillos
mas lejos del punto de vista
(de la contemplación).

¿Y adónde irían las ánimas ligeras?
Ni las alas podrán desplegar
entre tantas torres de Babel.



lunes, mayo 10, 2010

Ferry al pretérito.

Huele a flores este cuarto de otoño,
resistiéndose al soslayo de la muerte,
a ese frío que apaga vidas como si nada,
ofreciendo un sueño irrenunciable
pero urgido de colores y texturas.

Hay una pequeñísima llama
que asoma su brillo por mi ventana:
"¡Quiero volar con tu espíritu
sobre el páramo en primavera!"

Y allá vamos, cruzando Abbey Road
como un túnel del tiempo a pulmón
haciendo el collage de los años
con jirones arrancados diariamente.

Rincones de cada constelación
que descubrimos en extravíos.


viernes, mayo 07, 2010

Medialuna rellena.

La luna está fría, y distante,
es el recorte de una uña
estampado allá, en la bóveda,
esperando un milagro astral
que la extirpe de su soledad.

Una mano enorme, colosal
que tome a la isla perdida
en la oceánica inmensidad
con dos yemas convencidas
y la arrastre por el cielo
hasta su amor estelar.

Su invierno de largas noches
es una margarita sin pétalos...

¿A quién evocará en su nostalgia?
¿A quién dedica las soledades?

Luna
si el misterio te encontrara
se quedaría intrigado.

jueves, mayo 06, 2010

Amórfico y fundamental.

En un momento nos imagino
gotas de aceite que se funden
en la mancha más armónica.

Soy un ilusionado del amor
y quiero que tus manos
lo sostengan como el agua
quieta sostiene a la hoja.

Confundirnos homogéneos
en un collage bucólico
revuelto por los amores
y su anárquico concepto.

miércoles, mayo 05, 2010

Espiral.

Dame los misterios de la libertad
para pasar el día persiguiendo
algún rayo de sol que me caiga en gracia,
sin agujas clavando mis alas
al paredón gris de cualquier prisión.

Quiero beber sin temores
los ríos con el cuerpo entero,
hacerme corriente, fluir fatal
hacia donde pida el espíritu,
rebelándome ante todo
lo que deje de sentir.

Trepar hasta un asteroide
y, con un profundo suspiro,
llenar los rincones muertos
de mi corazón curtido,
a ver si le crecen flores
o lo ilumina su estrella,
la del rayo que persigo
cada día, a mí manera.


martes, mayo 04, 2010

Un siempre para la batalla.

Al mundo quiero decirle
que defienda su semblante,
que mire para adelante
y no duerma en los pasados
por mejores que parezcan,
o por miedo a este futuro
tan austero en sus auspicios.

La vida es una sucesión
de cotidianos desafíos:
batallas inabarcables
o minúsculos conflictos
son impulsos definidos
para llegar a otro anhelo.

Y al final, en el conteo
de los sueños encarnados
esperará una sonrisa
como epílogo acertado.

Citando a la medianoche.

Qué quieta está la noche...
se ha escapado en pijama
para soñar despierta
y disfrutar de su Luna
sólo mirándola, sin conversar.

Y yo me enamoro sin fin
del silencio que conservan
en pleno esplendor idílico.

Mientras, bajo alguna estrella
y le exprimo dulce néctar
para ver si salgo al vuelo
o me embriago de universo.

¿Adónde irán las palabras
que no escribo cuando pienso?



lunes, mayo 03, 2010

Florero.

Cuando una flor espera
los fantasmas atenúan su ansiedad,
hay soleadas tardes, noches dulces
como frutas estrelladas
y se vuelve verso la oración.

Todo es un enchastre optimista:
de cada mancha nace el sueño
que cautiva a los instantes
en susurros complacientes.

Es que hay pétalos llenando
las ausencias desfondadas,
y el tan obstinado absurdo
se ha quedado sin palabras.



Sombra a rosca.

Parece que siempre, en la puerta
aunque sea, una sombra se engancha
de ese hermoso par de alas
y se propone arrastrarlo sí o sí
a ciertas profundas zozobras...

Me estrujo los momentos, pienso
cómo evadir tales ruinas esenciales
para que no se empantane el vuelo.

Se agitan las ideas en una marea
de espectros y sensibilidades,
completamente revueltos, voraces
ansiando otro peldaño abajo
otra oscura sombra que sorber.

Y quiero ponerle un freno firme
a tanta tristeza bastarda, que roe
tus emociones desde las entrañas.

Me desquicia tu abandono a la derrota,
ese destino cedido de ante mano
que se encajeta con migajas tristes
en lugar de saborear estos milagros
cortinados por tu sombra omnipresente.

Llamas.

El sol me despierta
con sus rayos enredados
entre las sábanas tibias.

Una fiebre imparable
escala por el medio
de esta balsa de sueños
y se han extraviado
todos los termómetros
en un incendio exótico.

Y una semilla
que fue pétalo
(o la entera flor)
encierra la esencia
del mismísimo aliento
que al amor brindó
para hacer crecer
nuevos sentimientos.