viernes, julio 24, 2009

Cómo consumen ese analgésico desinformativo los espíritus mediocres, carentes de preocupaciones serias.
Comen y comen miedos a domicilio, sin mesura ni análisis, sencillamente sometidos a creer verdades dictadas por intereses económicos completamente ajenos al espectador.
Se encierran por la inseguridad, por la gripe, por el alerta meterológico... todo es un candado tras otro buscando la separación del pueblo crédulo en sus confortables celdas.
Mientras tanto, allá afuera se cometen atrocidades sociales. La miseria y la urgencia matan ideales con su urgencia ineludible, pero nadie chista siquiera, porque los medios callan.
El cielo cada vez es más difícil de ubicar, entre los edificios y la contaminación, pero las tapas lo ignoran.
Las aguas más turbias, las tierras más secas, los climas irreconocibles. La Pacha violada, con sus entrañas en carne viva, siendo saqueada por la ambición de un par de hijos de puta que no tienen fondo.
Y el boludeo de la gente preocupado severamente por un virus inventado para darle creces a otros hijos de puta que tampoco tienen fondo, ni escrúpulos, ni corazón.
¿Qué quedará?

lunes, julio 20, 2009

Triste.

Tengo una tristeza de lluvia fría e incertidumbre galopante... una incertidumbre opaca, con sensaciones constantes de no poder llenar los agujeros, jamás lograr comprender y completar la tarea de ser lo que necesita sin dejar de ser lo que soy.
Una tristeza de tiempo incompleto, e inexacto. Y egoismos chocadores, y controversias interminables, sin fines de lucro ni de ningún tipo.
Llueve, o garúa, o algo moja el aire luctuoso y desganado. Flotan tantas lágrimas...
Y yo que quiero madurar pero tengo miedo de pudrirme en el intento. Voy velando el futuro, temiendo demás.
Tengo una tristeza de sentimiento, pero es porque siento, y mejor que así sea.

jueves, julio 16, 2009

Siesta con la Bella Durmiente.

Ternura enrollada entre unas sábanas nunca tan suaves (como su piel).
Pequeños ruidos desde la otra media plaza: estoy enroscado en su amable ronroneo,
y elegimos comunicarnos así, casi primitivamente.
Y si el mundo allá fuera se cae a pedazos, en este momento poco me importa
pues ya no formamos parte de él, y erramos por el cielo con delicia, con una delicadeza
de tortuga hecha nube viajera.
Ese universo tan nuestro... hermético y pasional, más enamorado que el amor.
Una síntesis del sentimiento, como concentrarlo todo en un bocado dulcísimo,
en un orgasmo elástico.

viernes, julio 10, 2009

Vamos perdiendo contra los ganadores... y suena lógico, pero hay algo atrás de esa lógica que estremece de frío lacerante el espíritu profundo, y preocupa hasta el insomnio a la dulzura ética.
No puede valer más el escalafón que la humanidad, los cueros que el sentir, la Copa que el ideal.
Estamos mal.
Ganar es lindo, pero jugar lo es más.
Y si ganás jugando... ¡ah! Summum espiritual.

sábado, julio 04, 2009

Ariel Arnaldo. Arnaldo Ariel. (El Burro pa' nosotros.)

El es más que ídolo, mucho pero mucho más.
El es sujeto, muchacho, pibe, elemento.
El es lo que ningún otro podría ser,
pero no por figura, sino por trayecto.

El es el hambre de la panza llena,
el es el sueño del alma dormida.

El es lo que resta por conseguir
desde las hazañas inalcanzables,
el es la ausencia del estrellato
porque su cielo ya está adornado.

El es las ganas, sin demorar
los objetivos ya conseguidos.
El es el fútbol, así nomás:
él es poema, juego, artilugio,
él es las vueltas de los demás
porque en su logro está mi refugio.

El improvisa sin dirección,
porque conoce sus explosiones.
El desconcierta al defensor
porque se sabe indistinto al sueño.
El juega al fóbal, y así ya está,
¿qué más decir
de los que se escoltan?

El en su magia ya dice todo,
y que mañana lo juzguen otros:
sólo practica por su disfrute,
para que el riesgo no sea un monstruo.

Hoy precisamos de un sentidor,
de quien se ponga la camiseta.
Hoy precisamos de mucho amor
pa' revertir esta cruel silueta.

viernes, julio 03, 2009

Tiempo.

El tiempo me persigue, me alcanza y clava sus agujas en mis ideas.
Los segundos son la sombra a punto de atraparme,
el desprecio que tienen los momentos por uno cuando finalizan abruptamente,
los apuros llamando a la ansiedad que se vuelve una comezón desesperante,
la espera siempre impuntual, o el punto final tan en punto.

Y la muerte en el aire, aproximándose sin cesar.

Los procesos que no se producen del lado de afuera,
llegan al mundo cuando nadie los espera.
Y a veces el destiempo asesina su progreso.

Por eso, lo mejor sería divorciarse del tiempo,
sacarse esta alianza de tics y tacs de encima
y liberar las ganas al cielo abierto.

miércoles, julio 01, 2009

Cambiando.

Lo siento, lo sufro, lo ansío: el cambio.
Me busca, lo esquivo, lo busco, me esquiva.
Pero llega, de a poco, con esa vaga paciencia
de pasos dudosos, que se apoyan con inquietud
en los nuevos guijarros de este camino al horizonte.

Duele un poco.
Algo se desprende desde mi espalda,
se desgarra y me agarra la nostalgia
de saber que hay un pasado por pisar
para poder andar hacia adelante.

Dudo hasta lo indudable,
todo análisis me lleva al descarte,
pero sigo, extrañamente,
como si mis pies, pesados de plomo,
se empeñaran tercos en avanzar
(lentamente, pero avanzar).

Como una tortuga, un oso, una oruga,
llevo mi mundo al próximo lugar
no sé si espero llegar, no sé si espero,
mas a veces desespero por no saber el lugar,
el objetivo a alcanzar.

Y, aunque incierto, voy contento
pues me acompaña el amor,
que ya es un sueño alcanzado.

Para crecer hay que creer.

Tener esperanza...

Un agujerito que ilumina la más cerrada oscuridad se convierte repentinamente en Sol.
Si se juntan las manos y se encaminan las ideas, podemos soñar todos juntos.
Si crece la ilusión, nosotros crecemos con ella, porque fantasear es el primer paso para realizar-se.
No sirve la desconfianza dogmática: al futuro hay que abrirle la puerta pa' que pueda pasar.
Sino, estancados en esta boludez de indecidirnos por los que quizás son menospeores, terminamos en un periplo que aplaca las buenas intenciones.
La idea es que ganemos todos: los partidos nos parten con sus discursos celosos, quieren absorbernos para que siempre seamos eco de sus voluntades, y a veces un distinto puede estar más acertado, en cambio no hay peor equivocado que el obstinado en su error por suyo y nada más.
Somos, entonces seamos y no soyemos.