jueves, diciembre 29, 2005

Montada en zeppelin mi mente va a correr la liebre de los sueños en una carrera contra la realidad.
Cómo ebulle el suero de rubíes que me concierne cuando los colores del futuro se visten de gallo y hacen amanecer una ansiedad arcoirica en mi corazón.
Esos angelitos desvirgados de inocencia
con su sangre espesa amargándose
el delirio que refrega sus ojos
como un trapo de piso sucio
condenando las trivialidades
a ritos de desprestigio y sombras
donde los demonios regurgitan
la poca luz que no han devorado.

Qué terrible final
para un principio igual a todo.

domingo, diciembre 25, 2005

Apartado.

Ser tan celoso de mis miserias a veces resulta peligroso.
Me vuelvo un ermitaño que no deja sus sombras, como un vampiro autodidacta.
Quizás sospechen, quizás fantaseen, quizás se persigan... yo no estoy dentro de cada mente, a veces ni siquiera puedo entrar en mí mismo, y me quedo golpeando la puerta o sentado en el felpudo que dice, irónicamente, "Bienvenidos".

jueves, diciembre 22, 2005

No saben quién sos.

Ellos dicen.
Ellas dicen.
Pero realmente no te conocen.
Hablan porque hablan otros (que también habían hablado porque alguien más habló).
Y blablabla. Pero del peor.

Mi corazón sí te conoce, y quedó encantado por tu brujería.
Entonces... ¿quién tiene razón? ¿existe la razón?

No saben lo que es extrañar si no te conocen.

lunes, diciembre 19, 2005

Una sociedad, y vos, ¿y yo dónde?

El corazón, partido corazón,
lento ya, extrañando la furia,
se divide entre las alas sin espalda,
y los ígneos tridentes.

¿Y por qué no los dos?
¿Por qué las mentiras?
¿Por qué el crédito popular
a un apartheid psicológico?
¿Por qué depositar
en la magra miseria
al soñador desvelado?
¿Por qué un desvelado
es peor que un cuervo?

Esta letanía de preguntas
me hace inmune
a la aceptación.

De nada sirve parar.

El espejo elástico donde saltaba
se desdibujó.
Se lo comió la luz del sol.
Y ahora, libre de la libertad,
me muerdo los pellejos
de los dedos de la ansiedad
porque mis alas de papel
son sólo cenizas.

martes, diciembre 13, 2005

Siempre extrañándote.

Parece exagerado. Pero no.
La sensación de arrepentirme... de algo que no pude elegir.
La sensación de haber nacido diez años tarde.
La sensación de que mi único héroe está en sus últimas hazañas.
Y mientras tanto... todo lo que queda del rock está en una bolsa.

viernes, diciembre 09, 2005

Libertad, ansiedad, un amor, soledad.

Ya no encuentra el corazón
su consuelo en la locura,
baja la temperatura
porque falta esa explosión.

Ni hojas secas por millones
enroscadas en el fuego
son capaces, en su juego,
de regalar vacaciones
al deseo que relego
para vivirlo en canciones.
"... y ahora estoy en libertad
y ahora que puedo pensar
en no volver a ser ese mismo de antes
y qué tristeza hay en la ciudad, amor
sábado soleado.
y en centro de la estatua del dolor
me sentí parado.
y querer lo que querés
sin tener que lastimar
recordando que tu amor
se robó mi dignidad,
olvidemonos los dos
no volvamos a empezar...
¿para qué?"

A veces la cárcel perdura más allá de los barrotes, y uno se da cuenta de que no está tan libre como creía. Y al ver a los demás remontando sus barriletes... nos cruje el corazón, ¡ay, cómo nos cruje!
Pero hay una flor, como toda vida. Y yo la elijo a ella y sus colores.

viernes, diciembre 02, 2005

Hoy.

Hoy te quiero
y en el cielo
lo dibujo
mientras vuelo.

Hoy te quiero
y me desvelo
por no estar
tocando el suelo.

Hoy te quiero
con anhelos
por sentirte
sin tus velos.

Hoy te quiero
y ya no hay hielo:
tengo abrigo
entre tu pelo.

Mermelada de milagros.

Todo el amor desparramado por el pasto, con testigos inmuebles, con el alma hecha un parque.

Mis yemas, tu clara,
y de ese cascarón
va brotando un color.

Un sinfín de besos que bien podrían ser estrellas por la perfecta noche que las acunaba y el ángel que me los repartía sin ninguna mesura, pero con perfecta suavidad.

martes, noviembre 29, 2005

Ohhhh oh.

Una toalla amarilla seca de tinieblas
todo el cadalso de némesis del alma
que condena con un viejo verdugo
el porvenir atascado en una botella
como un barco pequeño y siniestro
que naufragó por voluntad de dios
entre corcho y vidrio reciclado.

viernes, noviembre 25, 2005

Prohibido prohibir.

Qué clase de estúpido dios soberano podría ponerse por encima de sus hijos iguales y condenarlos a prohibiciones perpetuas, clandestinidades pavorosas, tinieblas de gomas sucias en el brazo y agujas repetidas, donde las miserias corren por las venas en una carrera que también participan la sangre pútrida, la heroina, el dolor y enfermedades del alma y el sistema inmunológico.
Maldita empresa picadora de sesos que sólo nos manipula con sus dosis malversadas, infectas de malicia y estoicisimo espiritual.
No quiero nunca digerir semejante mierda, por favor.

miércoles, noviembre 23, 2005

Los muertos infinitos.

Corre una galaxia de tiempos que mueren con el consentimiento de todos por pura ignorancia, mi viejo.
No se puede ver más allá sin corazón. No hay anteojos para la ceguera en el alma.
¿No ven a los pibes que son marionetas de la muerte por un metalito para el paco?
Qué carajo de sistema inescrupuloso y sádico.
Somos nosotros los muertos. Somos nosotros los próximos. Somos nosotros los mismos.
Tiremos todas las monedas a la enorme fuente de los deseos, y pidamos que algún día cercano nuestros hijos no tengan que luchar desde adentro para salir, sino desde afuera para sacar.
Ojalá el sol ilumine mentes ofuscadas por la comodidad... ojalá la naturaleza venga en combo con una solidaridad innata.

Quiero té.

Mi té con limón y miel tiene el color exacto que yo usaría para pintarte si fueras una obra maestra del arte plástico.
Pero sos, mejor todavía, el criterio genial de un ente creador que te formó con la gracia que usó para las flores, la suavidad que puso en los pájaros, la delicadeza que le dedicó a las mariposas y alguna que otra magia oculta que todavía me da vuelta en la cabeza cuando el sueño dice que tiene trabajo pendiente y va a llegar tarde.

lunes, noviembre 21, 2005

Arregl art.

I swear.
Every little piece of your lovely soul.
If something is broken, I will be there, trying to fix it. Tryin' to fix you.

viernes, noviembre 18, 2005

Cuatro alas de amor.

Un arbol como guarida
(mejor dicho un arbusto)
que cobija entre sus ramas
a un corazón plumífero
aguardando medio trémulo
por su mitad salvadora
que, tan amable, tan gentil
acerca a su pico la vida:
un préstamo de lady Gaia
que pagará con su vuelo
en inmediatos futuros.

jueves, noviembre 17, 2005

Desvaríos de un "inútil".

* No comprendo tu ceguera ante el espejo.

* Quisiera ser ejército de alas para luchar contra tus fríos.

* Si vos sos tu propio enemigo ¿contra quién puedo pelear?

* Si yo fuese tu espejo, habría que ir buscando otro planeta para guardarte el ego.

viernes, noviembre 11, 2005

Desvaríos lunáticos.

* Limando un limón con el corazón.

* Mira como ves, ¿ves cómo nos veo?

* Y es raro hablar de "nos", porque está como a estrenar esta unión, que prefirió arrancar volando, descartando de plano el gateo.

Somos.

Nos veo y es así
estás vos, estoy yo
somos ratas de peluche.

De mi costado cuelga
un corazón de los dos
y, como una paradoja,
este ratón cuelga en vos.

jueves, noviembre 10, 2005

El loco de la manija.

No temáis a este quijote
de historietas más cargadas
-mejor dicho "renovadas"
como vida con escote-

Las sirenas llevan autos
y los autos a sirenas
que castigan con cadenas
a corazones incautos.

lunes, noviembre 07, 2005

Constelación.

Surgen sobre el cielo
de tu espalda izquierda
(detrás de las alas
que transparentes van)
tres estrellas café
orlando, perfectas
un páramo tan suave
como la calma que dan
cuando oso rozarlas.

Ah ¿eras domingo? ¿y?

Hecho por la canción de las nubes, hoy mi ser es más espíritu que carne, más placer que domingo.
Estoy pasando por una autopista invisible que me extirpa del suelo cual cirujano ilusionista a su paciente Monotonía. La autopista, claro, tiene muchas cosas tuyas. Muchas. Como casi todo lo que le da color al estereo que matiza un poco todo este salón por el que deambulo despreocupado hoy.
Caer recién ahora en que es el día D de la semana... me pone expresamente contento. Es como un símbolo rompiendo otro símbolo, y en la imagen se engendra un tercer símbolo, naciendo de esa ruptura, que evoca la paz tan ansiada.
Paz.
Cómo necesitaba esa paz... para llenar, como el aire llena, espacios que no se ven pero están.

martes, noviembre 01, 2005

Un ciego esperando el sol.

...y así me quedo mirando el cielo, como si el ave tuviera un horario de escala por acá, como si dios fuera a abrir una puerta desde allá arriba y, con cierto guiño cómplice, se dedicara a tirarme una de esas escaleras que bajan de los helicópteros y salvan casi milagrosamente al protagonista de las historias más espectaculares e inverosímiles.
Pero mi mirada no cambia nada. No hay movimientos. Todo tan estático que parece como si hubieran congelado el tiempo, o estuviera paseando sobre una tortuga renga.
Yo espero, igual. Después de todo, no queda más que hacer. No me gusta hablar de últimas chances, de cabezazo salvador, de abrir cajas y...
Pero hay veces que no queda otra. Que no se puede sino.
La ruleta va y viene, está endiablada, carajo. No tenía fichas, me arranqué el corazón y lo tiré al medio del paño, que caiga donde caiga. Si no gano ahora, croupier del cielo, que me cuelguen.
El cielo de Géminis no me aceptaría de otro modo.

lunes, octubre 31, 2005

Egocidio.

No me hablen de balas.
No me hablen de alcohol.
No me hablen de tabaco.
No me hablen de marihuana.
No me hablen de cocaína.
No me hablen de comunismo.
No me hablen de anarquía.
No me hablen de insomnio.
No me hablen de comida.
No me hablen de pastillas.
No me hablen de tristeza.
No me hablen de reclusión.
No me hablen de vergüenza.
No me hablen de rock.
No me hablen de mentiras.
No me hablen de verdades.
No me hablen de suicidio.
No me hablen de tormentas.
No me hablen de incendios.
No me hablen de tornados.
No me hablen de accidentes.

Hay sólo dos peligros fatales en la vida, y van de la mano: enamorarse y soñar.
El resto es espuma.

Frágil.

Me parece que se agotó la libertad. La respiré tanto que no quedó nada.
Soy un féretro de ilusiones y alas.
Soy toda la desesperación que queda cuando pasás la melancolía por el colador.
Soy la sombra de la sombra.

Un pájaro en la laja.

Estoy rodeado.
El lunes se tomó franco, y el domingo le hizo el turno.
Yo asqueado por escribir algo... cuando la mejor poesía nació hace mucho. Frustración.
También desesperanza.
Todo, absolutamente todo, tiende a arruinarse. Todo. Nada permanece en su gloria. Lo mejor, quizá, es morir en el instante de éxtasis. Como el trapecista.
Ser un recuerdo de algo perfecto antes que convivir con la decadencia.
¿Y la resginación? Creo que me la pusieron en el plato con chocolate y, como los perros, comí sin darme cuenta.
No hay nada más jodido que depender. Y yo vivo dependiendo.
En fin... estoy jodido.

sábado, octubre 29, 2005

F.

Un poco de actividad para despertarnos
los dos... porque vos en mí, y yo con vos.
Siendo lo mismo, siendo nuestra la noche,
activa y desterrada de ciertas calmas
solo con un brebaje de fuertes tinieblas
y la suerte de mi parte hasta quien sabe
cuándo o dónde o, menos, por qué.

Todas son mis especiales criaturas siderales.

lunes, octubre 24, 2005

Soy sólo una ilusión (óptica).

Perseguir estrellas fugaces es para inconformistas eternos, para botellas pinchadas.
Para esos que suben escaleras mecánicas infinitas al revés.
Para quienes buscan sueños en la realidad. Y alguna vez los encuentran (porque hay... imperfecto, el mundo es imperfecto, y se permite errores tan lindos).
Para los que creen en milagros que ni siquiera vislumbran.
Para las víctimas del vacío siniestro e inescrupuloso.
Para pocos locos, tan desencajados en esto como una bota en la pileta.
Para... ¿qué?
Si, después de todo, no va a evaporizar millones de litros de lágrimas. Y no porque no pueda... simplemente no es así. No parece ser así. No tendría por qué, tampoco.
Nunca hubo tantas consecuencias como causas.

sábado, octubre 22, 2005

Mario, otra vez.

A veces hay que hurgar en los demás para romper límites propios.
Tal es este caso, donde las palabras que no quieren visitarme se encuentran cómodas en esta poesía.

Luna congelada.

Con esta soledad
alevosa
tranquila.

Con esta soledad
de sagradas goteras
de lejanos aullidos
de monstruoso silencio
de recuerdos al firme
de luna congelada
de noche para otros
de ojos bien abiertos.

Con esta soledad
inservible
vacía.

Se puede algunas veces
entender
el amor.

miércoles, octubre 19, 2005

Mr. Empty.

Parece que no era toda la culpa del domingo, nomás.
Vamos a ver... total la inspección del interior ya va marchando, así que no jodo nada más de lo que jodido está.
¿Qué falta? Nada... no. Porque Nada sobra. Es como es pieza ínfima que arruina el funcionamiento de una máquina colosal.
Pero no tengo ni manual, ni instrucciones, ni planito, ni esquema, ni numeros.
¿Dónde está la falla? Seguro que en el balero.
Pero eso es todavía más microscópico, más insondable, más frondoso. Más DENSO. No hay lugar ni para una partícula de aire. Está todo compactado al mínimo. Pero el vacío se mete hasta por donde no entra una sombra... y luego todo lo llena de ella.
Ahí aparece la desesperación, y uno intenta completar ese espacio que se abrió con lo más espectacular que conoce... pero es también lo más remoto, o etéreo, o imposible, o independiente de uno.

domingo, octubre 16, 2005

Todavía, Benedetti, todavía.

Ah... sí, es él. Ese prócer que sabe cómo hacerle cosquillas a mi corazón con su pluma.
Todavía... todavía me conmueve, todavía me sorprende. Todavía me reflejo en esas letras entrelazadas como si cada una fuera recolectada de un campo literario, con sumo cuidado y tacto, en el punto justo de armonía, de madurez.
Pero basta de faltarle el respeto... el objetivo de esto era sencillamente exponer unos fragmentos del poema Todavía, escrito por Mario Benedetti.

"No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

...

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía. "


Gracias por el fuego.

Pánico al ataque.

A veces quiero desafiar todas las probabilidades y apostarme entero en una ruleta infinita que tiene como único número ganador una letra.
Y sé que estas cosas no tienden a salir bien, que cuantos más latidos propone el corazón, hay menos chances de un éxito.
Pero soy prisionero de sus rayos, tibiezas y suavidades.
Me guío por un calendario solar mucho más intenso que las hojas que gobiernan a tantos.
Y también quema, ojo. Estar tan cerca del fuego me deja cierto frío feroz cuando tomo la mínima distancia.
Un corazón perplejo, atontado y trémulo que atraviesa la tormenta ideal para consagrarlo o quebrar eternamente su hechizo de ideales.

Siento que me estalla el corazón.

Soy el testigo preciso de la obra maestra de la creación.
Estoy descreyendo de todo con tal de hacerle un lugar en la realidad a semejante sutileza.
Yo no puedo creerlo en realidad. Supera la realidad que puedo contener.
Supera casi todo, vamos a ser sinceros.
En el mundo pueden haber perfecciones, ¿sabés?
Deberías.
Pero no sé hasta qué punto tampoco.
Claro.
Clara.
Vos y tu forma de reir que me despierta de pesadillas y de bravos letargos.
Te quiero, pero no sé si sé quererte.

sábado, octubre 15, 2005

Uno, dos y tres brillos.

Creo que le hice, queriendo y sin querer, un pequeño corral a mi corazón.
Brilla el sol, brilla esa estrella. Y yo no puedo menos que brillar también, entonces.
"tu amor es mi enfermedad, soy un envase vacío"
¿Por qué? ¿de qué seducción y de qué amor y de qué más podemos hablar? Hasta no meter los dedos en el enchufe, la electricidad es sólo un abstracto, sólo imaginación al plato.
¿Es la inocencia el único lugar seguro?
Hoy creo que sí.
Pero abrí la puerta del infierno y el cielo se cerró para siempre.

Esta noche no puedo dormir.

Claro que tiene un jodido romance.
Y claro que lo está empezando a asustar.
Hay una rampa por donde bajan las velas y sube la inquietud. Está atestada de pólvora (que disipa la normalidad), aunque pronto se desvanece junto con el sueño.
Cómo deambula la vista, eh. Quiere abarcar todo desde su estático cénit.
Vamos a correr por todos lados... sin siquiera movernos. Vamos a relojear todo, pero sin estar mirando absolutamente nada.

martes, octubre 11, 2005

Arte humano (poesía femenina).

Todo un mundo tangible se pone de acuerdo para respaldar tu existencia.
Si todo lo demás es verdad, no tendrías por qué ser la excepción. Pero al mismo tiempo sos la excepción a tantas cosas...
¿a quién le creo? Es todo muy dual.
Tengo una rodilla en la gloria por tu culpa, y sin embargo ella tampoco puede confirmar tal cosa. Si hablara, sólo alcanzaría a balbucear tonterías (pero esas tonterías rosamelosas).
Mis ojos susurran, como un secreto, que te vieron varias veces. Pero los espejismos no sólo están en el desierto (aunque a veces esta realidad se parece mucho a ellos, a su soledad).
El corazón quizás te confunda... dice que siente algo brillante que de golpe lo detiene y en un instante lo hace estallar. Y que luego extraña la explosión.
Hay más veredictos, pero todos guardan esa fascinación incrédula.
Entonces a este Dupin de la Rue Rêves le queda una sola conclusión, tomada de la pluma del Cantante: "no sé si estoy despierto o tengo los ojos abiertos, sé que te quiero".

Precisa canción, preciosa.

Una tarde de grados perfectos.
Y esa cosa cuadrada, negra y verborrágica, que a veces tiene un sexto sentido para cantar con voz de salmón una rareza exacta.

"...te extraño
suficientes
veces al año
para poder
aprender
a seguir
vivir
los otros son los grises
aprendices de él..."

sábado, octubre 08, 2005

Ansia feroz.

Obsesión por tu brillo
y esas ganas dulces
de verte bailar.

Un sábado que ríe
(y yo qué más quisiera
que fuera con tu risa).

Es por eso de extrañar
que me pica el corazón
(lo vestiría de raso
pero para eso estás vos).

jueves, octubre 06, 2005

Flor de sol.

Frágil jazmin amarillo
cautivo por el pasado
deja volar tus sonrisas
(ese brillo tan preciado)
mientras los sueños sin prisa
se recuestan a tu lado.

Que tu sol nos ilumine
y que te rieguen mis brazos
atravesando los miedos
desenredando los lazos.

Chis-paz.

Derretirme
en ese sol
iluso sol
que agrieta
tantos muros
e imposibles
como brillos
sabe dar.

miércoles, octubre 05, 2005

La religión es el parásito de dios.

martes, octubre 04, 2005

Wonder, full of.

¿Siete Maravillas nomás?
Se quedaron cortos, eh.
Si sólo en vos ya puedo enumerar decenas...

domingo, octubre 02, 2005

Espejisma.

Sos el interruptor para encender mis sonrisas, pero te siento intocable.
Sos el salvavidas para no ahogarme en este domingo soleado sin sol, pero te veo colgada en la proa del barco. Inalcanzable, precisa y perfecta.

Imagen de una noche espesa.

Parece que estás zozobrando en un mar de jolgorios. Tanta risa que truena la noche y vos tirado en ese rincón buscando en las sombras un refugio para semejante tortura, esa de tu cabeza en tinieblas.
Ni siquiera cayó el infiernito como salvavidas, y entonces te toca entender que la velada no viene a verte sonreir, ni a suavizarte los ásperos mambos. Te arman un consuelo, pero termina jaqueándote peor, sumiéndote más en las cavernas.
Y entonces estás pero no estás. Es decir: la carreta que es tu cuerpo vaga por la fiesta, pero no lleva ningún pasajero. Más vacío que el vacío.
Te preguntás si vale la pena farsear una sonrisa, hasta que te descubrís atontado, mirándola, y está más intocable que nunca, completamente inalcanzable desde tu pandemonio miserable.
Caés más, cuando pensabas que ya estabas en el sótano de la amargura.
¿Estás a la deriva? ¡ni que lo digas!
Te resquebrajás lentamente, paso a paso, y cada hora te va trayendo nuevos miedos. No entendés cómo escaparle y desesperás. Basta ya.
¿Adónde vas a correr? Hay una puerta: vos de un lado, ella del otro, y los dos esperando que alguien abra... pero si pudiera la pequeña comprender tu necesidad de que sea ella quien gire el picaporte. Y no por capricho ni histeria, no señor, ojalá. Se llama pavor, o miedo. Horror. Es precisa esa señal, un destello de suave interés.

sábado, octubre 01, 2005

Un retorno eterno.

...y entonces uno empieza a hurgar en los infiernos nuevamente para secarse la humedad que se filtra involuntariamente por el alma, o quizás para salvarse del gris nomás. Buscando no cometer el error de jugarse todo por un número que la ruleta no contempla.
Y la sensación feroz de que no hay un mundo que incluya al amor como sinceridad, como algo real.
¿No hay nada, entonces?

viernes, septiembre 30, 2005

Versos nublados.

El cadaver de un día gris
asesinando varias vueltas
por no estar acostumbrado
a acostumbrarse.

Tengo miedo de ver
más de lo que hay
y que la ficción
me despedace,
y todo termine siendo
solo una pieza más
del mismo infierno.

Sol sin sol.

jueves, septiembre 29, 2005

Rescatarsis.

Hay por un lado la sombra que dejó el sol, con su parafernalia, paranoia, miedos, posiciones fetales, ansias, esperanzas que merman, y eso.
Después está la ausencia más presente que nunca de ese rey, único capaz de sosegar mi más profunda soledad.
También la náusea. Esa pútrida sensación de que todos van eligiendo lo menos malo y no apuestan una, no se dejan cautivar por el riesgo de ganar, y prefieren el empate arreglado.
Todo empapado por una lluvia completamente inoportuna.
Parece que no tiene prisa esta tristeza.

Repugnancia.

Si esta forma de estancamiento asesino no es suficiente prueba de que las cosas no son así... entonces maldita sea mi visión de rayos x.
Estos dinosaurios del pensamiento legal que todavía creen en el miedo como forma de gobierno son más y más números avalando sistemas del terror. Son soldados de la mediocridad, matando con apoyo y sin balas, una esperanza minima de perseguir un verdadero ideal, sin quedarse con "lo que hay".
Asco me dan.
Asco.

Cita con Dios en el Infierno (preámbulo).

Esto es como el olor de la lluvia antes de la lluvia.
Concreté, boleto mediante, mi encuentro con el éxtasis, y ahora se trata sólo de esperar, y ya tranquilo, que vaya evolucionando el calendario, que maduren y caigan sus hojas una a una para tocar la gloria con los oidos. Y quizá olisquearla un rato también.
Si bien hay tintes de degustación final que me amargan un poco el cráneo, creo que la fiesta va a ser un éxito. Y un éxito lleva todos los ingredientes, no sólo la parte suavecita de confeti.
Habrá que durar, creo yo. Al menos hasta que se apague la última vela.

miércoles, septiembre 28, 2005

Espíritu de pasados, en el presente.

Acabo de comprender que Buenos Aires engendra nostalgia.
No sólo por la ciudad en sí, sino por casi todo el pasado.
Genera un deseo de retorno, de volver siempre a ese pasado, lo endulza, le maquilla las imperfecciones y lo deja reluciente para que uno siempre añore. Y cómo.
Los lugares son talismanes de la memoria que invocan sueños.
Ese arbol donde...
Y después, los años que añejan tiempos pretéritos como vinos de lujo.
Ay, Buenos Aires, me hiciste adicto a los recuerdos.
Hasta prefiero rememorar mi presente que vivirlo.
Y hoy, en esta sensibilidad radical, rendido al sol de su sonrisa, sos el escenario ideal para creer en ese futuro que, de una vez por todas, promete con certezas.

Un momento.

Estático la contemplo.
Y es que no puedo soportarlo casi.
Me quiebra esa belleza.
La situación, la sensibilidad,
y yo completamente conmovido
por una sonrisa que es mi gran motivo.

Ella decorada
en semejante mirada
y un brillo que llena
de chispas la nada.

domingo, septiembre 25, 2005

Travelin'.

Tengo una agencia de viajes en mi mente.
Voy de un lado al otro
y en realidad es siempre
la misma calle.
Pero parece
un rompecabezas
hecho con piezas
de muchos lugares.

sábado, septiembre 24, 2005

Primavera, nomás.

Se desató el nudo invernal que helaba climas y almas.
Calor, humedad, lluvias. Sol.
Paisajes encontrados, con huellas del otoño bajo el cielo primaveral, rodeado de verde. Los árboles recuperan la vida con su parsimonia característica.
Cantan con más ganas, adorando al sol y su refugio tibio, esas aves que todo lo pueden (hasta asesinar los miedos más profundos en las noches críticas, o sacarme sonrisas de entre sus plumas doradas sólo porque regalan chispas desde esa voz).
Y ni hablar de mi sucursal de los Jardines de Babilonia, hoy por hoy con un dejo selvático por la efusividad que le da la lluvia, y empezando a tomar colores, bronceándose flores y plantas.
¿Las mariposas? Todavía no dejé escapar ninguna de mi panza.

viernes, septiembre 23, 2005

A quien corresponda...

No hay noticias en la radio
ni en la tele, ni en el diario
de una tormenta con sol
de milagros en formol
o de hojas que llueven viento.

jueves, septiembre 22, 2005

Lacrimógeno, implacable, antibalas.

Cuerdas filosas, crudas, que hacen tajos en mi persona y la rellenan de conmoción.
Una ciudad que de tan oscura me recuerda alguna frase tan tuya.
Y yo también... oscuro, pero que brillo por vos, que bailo.
Y también el insomnio de Luzbel que hoy es sólo un asterisco en la lista de las ganas.
Trampas para mi soñar.

martes, septiembre 20, 2005

¿por qué?

¿Y si el cordero se comió la flor?
¿Y SI LAS ESTRELLAS SON LAGRIMAS?
¿EH?
¿Para qué vino?
Y TODO POR UNA CORREA.
¿quién inventó esto de los corderos que se comen flores? ¿EH?
¿Nadie pensó en él?
¿Y si no vuelve nunca más?
Alguien que me escriba.
Que me diga que regresó.

Placer que es cruel.

Si esta certeza fuera un poco menos recia...
Agonizo. Me incendio.
Te espero como a la primer gota de lluvia que vierte primavera en el aire. Como cuando Drácula me clava su colmillo en el medio de la nariz. Y el amor letal.
Y hay amor... pero también hay nada. Porque faltás... porque te hice el lecho, pero no venís a dormir a mi corazón. Quizás antes de fin de año.
Qué pudiera ser... saber. Yo te sé finito en lo infinito. Y eso es desgarrador.
¿De qué héroe voy a beber cuando la sed me atore y patee?
Sos el único.
Y estás tan pronto a la extinción. Yo sé que no te limitás a la forma humana.
Pero necesito eso tangible de lo etéreo... la percepción, sentir... quiero fundirme. Me quiero ir con vos si te vas. Te voy a perseguir... porque no hay código ni moral que superen semejante atracción.
Acá ya no hay ideales.
Acá es cuando se acabó todo en mi cabeza, cuando voló en mil pedazos y yo me até a tu nuevo cielo.
Porque aunque cruces un charco, o vayas a la Luna, o cantes en el cielo, yo voy a estar ahí.
Preso de tu ilusión.

lunes, septiembre 19, 2005

Bob Dylan dice...

... que su amor se ríe como las flores, habla como el silencio, sin violencia; que no tiene que decir que está llena de fe; que ella, su amor, es como un cuervo en su ventana, con un ala rota.

Y las casualidades me atontan.
¿Nos habremos enamorado de lo mismo?

sábado, septiembre 17, 2005

Hasta donde no sé.

En el armario de los colores hay olvidado un rincón que mira el arpa con recelo.
Y quiero combatir esa penumbra, armado hasta los dientes de furia parsimoniosa, de ira en paz.
No vale una bala esa vida humana... ¿y tus balas? ¿cuántos tiros valés vos?
A verte reir de histeria y paranoia no quiero llegar. No.
Prefiero desvestirte de tu bleu, liberar un poco esa prisión que sos.

¿Diferencias?

La monarquía es el capricho de uno solo.
La dictadura es el capricho de unos pocos.
La democracia es el capricho de unos cuantos.

jueves, septiembre 15, 2005

Que se rían las flores...

Se acercan los relojes con cosquillas para ellas. Ellas, que son de todos colores y tamaños, formas y aromas, pero siempre frágiles.
Se acercan, pero lentos y furtivos, sin ningún rastro de su proximidad.
Y yo creo que los espero más ansioso que ellas todavía. Bah, no a ellos en sí, sino al lastre de magia que cargan. A ese arcoiris en polvo que les sigue el rastro cuando dan estos momentos sus agujas, y las únicas hojas que caen son las del calendario.
Pero si de esperas hablo... (porque todo tiene que ver, como una joyería y una mina, así de idénticos y diferentes, paradojas paradigmas), todavía espero lo que más. Todavía la fiebre y el miedo, como un desierto previo que se hace infinito.
Otro pero: resulta que la espera(nza) reverdece con todo esto.
Y ahora hay más catarsis que arte, pero la inspiración no es un boy-scout de la poesía.
Resulta que, para cerrar el círculo, hay una flor en el jardín del mundo que es tan distinta de las demás a unos ojos, que da pavor. Y más porque el loco siempre va a querer hablar con la flor, abrazar el sol, nadar en la miel. Siempre va a querer que se ría. Y siempre tantas veces resulta en nunca... pero, como buen demente, no se da cuenta. Por eso la escucha hablar, y le cree (no solo a ella, sino a la vida, que le da flores parlantes, con alas suaves).
Con todo, el círculo me desconcierta y me acierta. Nomás me quiero redimir de los silencios, y así esperar con todo el cielo en paz.

miércoles, septiembre 14, 2005

¿Esperanzas?

Un dios disperso, desparramado por los costados de escenarios diferentes, sólo unido en mi alma y otras tantas.
La agonía de un milagro que sueña más de lo que respira.
Un sol que no se decide a brillar ni quiere mirarme.
Mi tierra de raíces, el amor del amor, la ilusa progenitora.
Y la certeza de que, aunque me engullan las sombras, dejé alguna semilla de luz.

martes, septiembre 13, 2005

Problemas de sueños.

¿Quién puede ignorar un tesoro si es fija en todas las noches de almohada?
Dejar de lado los anhelos si todas las noches hacen una trinchera en mi propia mente...
Difícil.
Ganarle la pulseada a las estadísticas. Sacarte una sonrisa todos los días. Que puedas entender.
Destruir los refugios de los alter-egos que te torturan. Liberarte de esa tiranía múltiple.
Baldear con brillo tu rostro. Depositarte en el cielo, desplegar tus alas. Llevarte de la mano.
Apalear grises. Transformarte en un arcoiris consciente.
Cuidarte.

Pero la realidad, fría ella, lucha en contra. Impone abismos y fríos.
Y a veces me siento menos que dios para dar batallas imparciales.
¿Dónde estás, dulce equilibrio?

lunes, septiembre 12, 2005

¿Y a esto cómo le pongo?

Abarrotado de derrotas en mi revolución.
Si tu mirada se queda en ese punto distinto...
Todo el rock se destiñe, hay un enchastre de sueños descuartizados en mis patios.
Y la bolsa.
Y la caja.
¿Y navidades cuadradas de 7 segundos?
Qué secuencia inconclusa... con pistas, con caminos y guiones. Inconclusa. Que es perder los puntos, igual.
Otra vez esa rueda que se cierra y el círculo me ahoga de cotidianeidad.
Lo ordinario me traspasa, me apuñala.
Y este intelectual mode-on que tira tanta pavada...
Ahora entra por la puerta del sótano Eleanor Rigby, y yo me quedo perplejo.
Otra vez toda esa gente sola. Y otra vez yo en el medio de ellos, siendo uno más.

Matame, domingo.

Crudo.
Ese es el mejor adjetivo para describirte.
Sos crudo, despiadado y hasta sádico.
Esta oscuridad que se cierne... y vos, mirando de costado, sonreís.
Parecés un guerrero de tinieblas que se alimenta con la sombra ajena.
No causás.

sábado, septiembre 10, 2005

Verte volar.

El ave arrugada
que se ha vertido
en sí misma
con un veneno
de sopor fiero,
letal y corrosivo.

Escapa corriendo
de su propio vuelo,
arrastrando rocas
que son tinieblas
para bordarse
la piel y los cielos
(y un alma clara
como el silencio)

Se destiñe
y desperdicia
su resplandor
en tormentas
desentendidas.

Pero tengo la fe
de que una brisa
pondrá resortes
en esos pasos
para que un salto
la lleve al cielo
que es donde debe
posar su vuelo.

jueves, septiembre 08, 2005

El arte de esperar.

Todavía creer... ¿será un pecado capital?
La condena al infierno
¿vendrá por ahí?
O capaz un berretín de Satán...

Yo estoy aguardando.
Hago cruces en los círculos
triángulos en los cuadrados
y brisas en el aire.

Pero no estoy en paz.
No es una espera de mecedora,
sino más bien de miradas,
de sonrisas y códigos,
de tactos casuales
y de brazos abiertos.

De no golpearle la puerta
a los días de sol
pero sí de sentarme
en sus alrededores
a ver si salen y gustan
de iluminar
y ser admirados.

Hasta puedo invitarlos
a salir, en diferido.

Pero, sea como sea
siempre voy a precisar
(como vampiro de ley)
una aprobación
un visto bueno
un sí.

Puzzle de un diamante sin ella sol.

Quiero un atajo, un valle de sosiego
para acunar de a poco este anhelo
que pende de tus alas
como un hilo dorado
en el laberinto del minotauro.

Busco el minuto ideal
la capa justa de aire
que amortigüe, sencilla
este embate-ofrecimiento
y así no pesar de más
ni bostezar a destiempo.

Pero, claro, necesito
la coincidencia en tus ojos
o palabras manantiales
o pequeñas margaritas
de un solo pétalo
para que esta caja
con un corazón delator
se detenga precisa
en tus manos.

miércoles, septiembre 07, 2005

Ceca del diosol.

Hay acá un personaje que le roba brillos al desierto para cumplir los sagrados designios de Enyou y así refrescar sus almas.
Y, o dios se toma muy en serio los horarios, o realmente no quiso darnos a compartir palabras.

lunes, septiembre 05, 2005

All yellow (angloplagios en contratiempo de un motor averiado).

Mirá las estrellas. Mirá cómo brillan por vos, y por todo lo que hacés.
Mirá el terciopelo amarillo, la arena, el reposo del sol.
No te vayas. Digas lo que digas.
Y todo es amarillo.
Es verdad: mirá cómo brillan por vos.
Nadie dijo que era fácil. Nadie dijo nunca que iba a ser así de difícil.
Decirte que te puse aparte, en otro lado, porque las cuestiones de ciencia y progreso no pueden hablar tan fuerte como mi corazón.
Quizás sólo quiero volar.
Quizás somos lo mismo.
Un hombre nunca puede soñar este tipo de cosas (especialmente cuando ella viene y abre sus alas).
Hay tantas cosas que me gustaría decirte... pero no sé cómo. Las cosas cautivas en mi mente.
La chica de los ojos-caleidoscopio.
Busco a la chica con el sol en los ojos, pero se fue.
Y miren a toda esa gente sola... ¿de dónde vienen? ¿a dónde pertenecen?
Los mismos viejos miedos.
Desearía que estuvieras acá.
Te presto mis alas rotas, mis ojos hundidos.
Quizás sólo quiero volar.
Quizás somos lo mismo.
Un hombre nunca puede soñar este tipo de cosas (especialmente cuando ella viene y abre sus alas).
Hay tantas cosas que me gustaría decirte... pero no sé cómo. Las cosas cautivas en mi mente.

Relámpagos, fríos e indiferencias.

El estrepitoso grito que reclama por la mirada del paraíso transforma un paisaje nulo en desesperante agitación.
Falla la comunicación del cielo y la tierra, el firmamento se desploma por los costados de un mundo que no puede sobrevivir solo y llora las caídas de su objeto de culto mientras se pregunta si es la culpa tan suya como la tristeza.
Hay paranoia. Huele a paranoia. Se siente esa sensación viscosa en la consciencia que delata una persecusión implacable. Se consume a sí mismo este planeta único mientras todo a su alrededor es un pan de manteca tibio.
¿Quién habrá prendido las ornallas en esta cocina del horror?
Hay una tempestad que no augura buenos puertos, pero en seguida pone esa deidad su mano en mi hombro como para dejarme en claro que hay esperanza, y ¡vive la difference!

domingo, septiembre 04, 2005

Noticias de ayer.

¿Hasta dónde echará carbón en sus motores este trémulo corazón? (que, por cierto, ya está loco de atar, hasta la médula de cavilaciones insoportables)
Volviendo a los páramos de las letras el mundo no cambió demasiado, pero todo alrededor está como agitado: sea de azules o tornados o fuegos o rock o loqueustedguste, pero agitado.
La inspiración aparece y desaparece, pero se toma los tiempos justos para encontrarme desarmado y morir en ideas que se van como el humo.
Hay de todo: un trip hacia la nada llana, pero bien condimentada; un pedazo de rutina que me persigue los días hábiles; el hielo en el aire que me corta como a un pan lactal; la falta de luz y calor en todos los rincones de este monoambiente que soy por una ausencia marcada desde el desencuentro y las confusas hipótesis de una máquina cerebral.
Y etcétera.

martes, agosto 30, 2005

Trémulo de pavor.

A falta de una osadía de mi cabeza, palabras representativas.


"Miedo
de volver a los infiernos
miedo a que me tengas miedo
a tenerte que olvidar.
Miedo
de quererte sin quererlo
de encontrarte de repente
de no verte nunca más."

Sombras para las luces.

Qué efímero relámpago
ha iluminado este cielo
para luego dejarlo
en el misterio oscuro
de la tormenta espesa
sin otro rumbo
que un cauce triste
de aguas saladas.

lunes, agosto 29, 2005

No hay señales de la inspiración.
Es como si las palabras se escondieran en mi sombra. Sólo me tocan en la oscuridad.

viernes, agosto 26, 2005

Paisaje del desespero.

En este preludio sagrado
que hoy me detiene, cautivo
descubro los velos de miedos
que mellan rincones lejanos
de un alma buscando salir
por mi boca, por mis ojos
por todo mi siendo intranquilo
para delatarle a tus vigías
que las playas de mi sed
sienten calma en esas orillas
que bañás vos, océano y sol.

martes, agosto 23, 2005

Ladrillos amontonados.

Los abusos universales
por mantener viva
una mísera pared
que vuelve a cometer
los mismos desaciertos
de sus antecesores,
con las manos empapadas
en ajena hemoglobina
y la mente una prisión
mezcla de turbia consciencia
y tenebrosas promesas.

lunes, agosto 22, 2005

El sol amigo del sol (un espejo, por favor).

Entre sus rayos confunde
las perespectivas que atiende
y quizás por eso ignora
que más allá de sus ojos
no hay otra estrella vecina.

Qué tanto susto manejo
y qué otro tanto resguardo
ante el deseo de largarlo
para espiar por sus pupilas
las verdades reflejadas
que me guiñen o rechacen,
en el frío indiferente.

Y de dónde puedo agarrarme
para dejarme caer
(paradojas siempre hubo)
al abismo de tu vuelo
al cielo que te sostiene
sin arder en la caldera
de los excesos amores.

domingo, agosto 21, 2005

Banquete insípido.

A veces, de tan mutilado por el amor un ser puede volverse cuerpo inerte ante el resto de las situaciones ordinarias, y dejar de conmoverse profundamente por las cosas que no se ahogan en el mar de los suspiros.
Es como un blindaje de azucares ante el resto de la cena.

Romper ese cristal.

Esta maldita jaula de vidrio me está anotando entre las víctimas del colapso cuando en realidad lo único que quiero es abrir una ventana de mi alma para que veas lo que le gustaría decirte.
Sé que me gustaría salvarte. Sé que me gustaría cubrirte. Sé que me gustaría darte la mano y que crucemos esa avenida de los relámpagos que arrancan del cielo unos destellos impredecibles.
Pero no sé cómo explicártelo sin que las sombras te ahuyenten, ni sé cómo aplicarlo en el suburbio de esta tortura que inhibe.

miércoles, agosto 17, 2005

Maniquíes de la mediocridad.

Despiértate, inquilino del estupor,
quítate el yugo ignorante que te apresa
y vuela como ese ave que arrasa
como el sol que quema los pómulos
como la lluvia que cae para volver
a ser nube y repetir el eterno tobogán.

Alumbra tu cueva en penumbras
con el fuego de ojos abiertos
quemando los hielos primitivos
que habitan en la oscuridad
en esos rincones solitarios
donde la mente deja crecer telarañas.

Entierra el pasado y el sopor
para luego regarlo con maravillas
desde el cielo más alto de todos
sin cruces ni periferias letales
con un amor que hierve y ebulle
al calor del sensible corazón.

Florece, como el primer brote,
siendo la brizna de este real eden,
jugando las fichas al neutral cero
para ganar más de lo que nadie
pero nadie puediera ofrecerte
en billetes o rancias monedas.

martes, agosto 16, 2005

El réquiem para una noche gris.

Todo caída libre en un precipicio infernal.
La palabra conspiración, aunque paranoica, no quedaría mal. Me gobierna esa sensación de avalancha inminente que nada quiere calmar, y mis intentos se pintan de estériles, pero ese espíritu obstinado nunca se va con las manos vacías.
La persecución del consuelo termina con victoria casi sobre la hora, y la copa de campeón viene del brazo de esa mueca alegre que me da la pauta de que los goles siguen valiendo, pese a los bombardeos impunes.
Sale, doblemente, el sol en mi ciudad.

domingo, agosto 14, 2005

Un eclipse personal.

Yo sé que peco de inhibición al 2000, pero no puedo contener respiraciones y hablar ante semejante eclipse. Es el sol con saco negro... ¿de qué hablamos cuando hablamos de un sueño si esta imagen no se cruza al menos un segundo?
Ahhhh... las noches siempre tienen algo para ofrecer. Nunca dejar una noche por complacer, esa viene como moraleja de hoy.
Gracias a ese prócer que me pasó queriendo o sin querer una idea más fuerte que tantas y tantas máquinas en la mente: Yo No Abandono.
Y hay premio.
El más buscado.
No... no dinero, no poder, ni siquiera besos.
Esto, como por arte de ilusiones, supera lo insondable de una búsqueda espiritual: hay sonrisas que te pagan los viajes más hostiles.
Qué pienso saber... si soy un durazno en almibar.
Ahora que le gané una mano a la vida... ahora entiendo cuando dice que dicen que hay.
Hoy soy más que yo, mucho más. Hoy estoy en esa cosa de florecer en unos ojos.
Ojos... hay ojos como una ventana en la mañana de verano y otros que se ríen para darle la pauta de salida al sol.
Es así... cada par tiene su interpretación. Y hoy no puedo relojear rincones sin esperar un milagro que me hizo guiños notorios.
Este insomnio es el más dulce de todos.

sábado, agosto 13, 2005

Profugo.

Yo debería estar preso
aunque no haya abierto la boca
porque con una mirada loca
termino hablando en exceso
de cuánto hechizo invoca
tanto objeto de mi rezo
aunque si fuera por eso
tus pieles serían de roca
y tu sueño más espeso.

viernes, agosto 12, 2005

Oye, Andrelo...

Ilusionista de las palabras
juega con espejismos
que luego transmite sutilmente
y deleita los sentidos
que a veces lo confunden
o lo malinterpretan
(no sé qué tan mal
ni qué tanto interpretan).

Un ensayo de dios.

El regalo prometido
es un milagro encubierto
con forma de ángel sencillo:
miel y flores de Sanzón.

La canasta contiene:
un resumen del Edén,
el electro de dios
y las alas de Gabriel.

Todavía estoy dormido.

Tengo este romance
con tu recuerdo constante
que consume como agua
mi mente en lo profundo.

Hay una distancia
que quiero recorrer
entre mis sueños-papel
y tu espléndida estancia.

Desayunándome el cielo.

Tengo un sueño de caja musical
clavado entre mis neuronas
atascado en el medio del pecho
viviendo detrás de mis ojos.

Me murmulla melodías
que a veces no entiendo mucho
pero igualmente las disfruto
porque tienen una dulzura
que cae en medio de mi ser
como si este fuera un café
y el pensamiento, la cuchara.

jueves, agosto 11, 2005

La guerra contra Mister A.

Y es que da un poco de rabia
verlo rumbeando para el abismo
mientras el Abandono lo huele
como a un plato caro:
quiere cenárselo.
Esta vez más que nunca.

Pero nuestro guerrero
más por inercia que convicción
no cede ante el facilismo.
Escupe, aunque tímidamente,
sobre esa obra de teatro
(una farsa, para ser más precisos)
dando a entender su rechazo.

Sí, antes era más vehemente,
¿pero cómo escribir algo
en el libro de quejas
si él mismo ya lo llenó?
Prefiero seguir de pie
aplaudiendo la actitud,
esa que es tan suya,
esa que tomé prestada
y trato de divulgar
como una doctrina vital
(casi un dogma, podría decir).

miércoles, agosto 10, 2005

Mística y mágica.

Este hechizo, ante todo,
me inmuniza del terror
del mundo y su repulsión,
film sobre el corazón.

No hay grietas.
No hay grises.
No hay sombras.

Soy invisible
ante el horror.

Gamulán de seda en el alma (ay, Miguel).

Despertando de esto que fue una muerte llegando tarde a mi consciencia, y con el dolor de tantas penas que no puedo decir ajenas... casi propias, pero casi.
Es una nube de inspiración divina, de tus palabras, de las de Andrés, de las de queridos seres que vuelven a soñar, de las de otros que ya no tienen fuerzas para hacerlo.
Todos con sus espejos rotos, tratando de rearmarlos... y yo ayudando. Quiero ser un profesional en esos rompecabezas para poder solucionar instantáneamente cada pieza.
Hay invierno, crudo y jodido, de clima y de hombres. El cierzo bombardea los cielos. Las ganas se caen del pecho como una canica de la mesa desnivelada. Hay escasas ascuas en el fogón, y casi que encima, llueve.
Pero yo tengo un hechizo que, si bien está algo aterrorizado, me sirve de trampolín para ayudarlos, para saltar sobre sus miserias y tratar de rescatar ese ghetto de risas que queda siempre en algún lado, luchando contra la heladera universal.
Me ofrezco de refugio, y siento que puedo, al menos por un rato, cobijar sus heridas y ser curandero improvisado.
Agradezco el conjuro que me da a mí tanta tibieza en este témpano.

martes, agosto 09, 2005

Amor, para ver mejor.

Saludo con un guiño doble
a este iluminado cuarto
y me rajo a invertir
mi subconsciente en vos.

Te invoco antes que al sueño,
aunque en tu presencia
esté implícito y latente,
tratando de tapar los ojos
que me joden en la nuca.

Miro todo hacia adelante,
con vos como mis lentes
(para mejorar la vista,
y, de paso, el futuro).

Sos la única sucursal de mi amor.

lunes, agosto 08, 2005

Esta noche.

Noche que es noche sin luna
con estrellas que me estrellan
con frío y resfrío y sin vos.

Noche que precede
a otro lunes inmoral
asesino de mis ganas.

Noche que me muestra
deseos que, sin ser míos,
igual duelen: un poco por
mediocres, y otro poco
por su sensual superficie
de deseo facilista.

Noche de película
de buena película
¿con final feliz?

Noche de domingo
que no lo parece
porque no hay lugar
en mi espíritu
para los fantasmas
grises de estas noches.

Noche que te extraña
noche que me hiela
pero no a mi sonreir
de rebote, de recuerdo
de esperanza y ya.

domingo, agosto 07, 2005

Te miro y te quiero.

Me detengo en ese ambar
y construyo tras mis ojos
una ilusión bien áurea.

Quizás está hecha de agua
(ella misma o la ilusión).

Pero eso no me importa
¡Si sonríe mariposas!
y tiene flores sin flores
en el pelo, en su peinado
(porque no las hay
pero yo las veo,
aunque sin verlas...).

Ahora que lo pienso...
si tuvieras una flor
enredada en los cabellos
y mis ojos se dieran
el gusto de sentirlo
creo que podrían
retirarse satisfechos.

Y seguís ahí...
como para demostrarme
que no eras el espejismo
que existe semejante oasis
que el sol no me mintió
o que, si lo hizo, persevera.

Entonces me resigno
a la sintonía de mi corazón.

El amor cambia tu sangre.

Esto rebalsa, pero nomás estás vos.
En mi sangre hoy no corre más que amor
(que es, de tantas drogas, la mejor)
y multiplico una sonrisa por dos.

sábado, agosto 06, 2005

Sueños son.

Si yo estoy dispuesto a salvar tu reputación por mis vicios.
Porque mis sueños son tus astucias y debo redimir mis vacíos por tu propseridad.
Tu suerte es mi suerte.
Abur.

viernes, agosto 05, 2005

Mariposas me devoran.

Vos sos tus ojos
y tu sonrisa
es el sol.

Mieles en la infinita Noche Azul.

Mi cabeza chorrea colores.
Teñiría un mundo para regalártelo.

Esas palabras que son peldaños
de la escalera al cielo,
¿tienen espíritu
de jugada peligrosa?


Y si todo fuera un tiro libre
(directo o indirecto)
¿qué más buscaría?

¿Para qué lado
busco al viento?
¿Para qué lado
lo veo?

¿Cuánto cotizan
mis sueños
en tu bolsa?

Tu abrazo
es la mejor
inversión
emocional.

Furia de sangre.

Hoy toda la ciudad es una sonrisa (tuya).
Hoy hasta el cielo adornado por una bandada,
o un atardecer violáceo, o el suelo de estrellas.
Hoy la noche es una sonrisa tuya.

Hoy tu sonrisa es una sonrisa mía.
Por recompensa o por alegría.
Por el momento o de por vida.
Mejor verdad o hasta fantasía.

Si hay horizontes... son para perseguirlos.
Si hay cielos... son para cruzarlos.
Si hay milagros... todo lo demás no es nada.

Hechizo'n risa.

Dejé caer la cabeza de un modo abrupto. Se desplomó y rodó hacia la nada, pero sin tocarla.
Libre y caminando, como si necesitara ser un tarzán de ciudad.
Hay estrellas en el suelo y nubes en el cielo.
¿Yo? Barrenando sobre el asfalto.
Surfeando estrellas.
Esquivando asteroides celosos.
Pero en esta noche, hay un hechizo de inmunidad.

martes, agosto 02, 2005

Somos su horror.

Hoy estoy decidido a ser el miedo de quienes no pueden soportar caos sino es dentro de un corral.
No me interesa su propuesta de conforme descanso, de estímulos leves y certeros que todavía estamos viendo para qué sirven. No quiero la seguridad insegura que me vigila pero no me cuida. No deseo remunerar al yugo.
Prefiero descomponer con mi arte ese sistema digestivo tan glotón que devora almas débiles y corazones flojos.
Es la única forma de desvirtuar semejante cárcel universal.

domingo, julio 31, 2005

B) Ella.

Es que no hoy, no en este momento, no esas palabras, no eso, no vos, no así. No.
Porque después toda la noche es una secuencia atrás de otra de mi cerebro prestidigitando con imagenes y canciones y algo como alas y vos y todo se revuelve y gira y me mareo y no entiendo prácticamente nada. Sólo un par de cosas claras.
Lo peor es que seguramente vos seguís en el mismo lugar...

Ah... look at all the lonely people.

No sé cómo decirlo de otro modo: sos mi diciembre con alas.
Si tanta tibieza en el aire te pone en todos lados y, más latente que nunca, sos el sueño que siempre quise que fuera más que eso.
Y toda esa gente solitaria... con cara de domingo gris en cualqueir día de la semana, con amores que son más un mercado que un corazón, con sueños que entran en valijas, con formismo.
Y yo, de a ratos más solo que todos ellos juntos, sólo porque tu mano está lejos de la mía.
Soledad es más falta de entusiasmo que de compañía.
Ligeros desvaríos que me llevan y me traen, pero siempre cerca de vos. Pero no de voz. Tu voz no está cerca (las cuadras no cuentan). Tiempo sin voz, afónico de gritarle a la Luna y al Sol para que se les caiga un milagro.
Qué sé yo... se nota lo gris del domingo en el aire, en el domingo y en las palabras de alguien atravesado por un día así.

jueves, julio 28, 2005

Sólo eso.

- Si pudieras ser un pájaro ¿qué harías?
- Ser el vuelo de sus alas...

La novia del sol.

Es cierto que todas las estrellas son soles en potencia... pero acá hay un sólo rey de la luz. Y parece que te escogió para amar, porque se encadenó a tus ojos y se durmió en tu presencia.
No encuentro otra forma de explicar la corona áurea ni el manto de cálida lejanía.
¿Y por qué siempre hay un tonto que se enamora de la mujer de dios?

miércoles, julio 27, 2005

Apostand-by.

¿Hago la apuesta sólo para estrecharte un segundo la mano?
Quizás estoy jugándome fichas en vos que no ves.
O simplemente creo en tu milagro, en tu excepción.
Si en onirolandia podés sostener con tu abrazo un mundo que se cae a pedazos, entonces no es nada raro que acá me separes los pies del suelo nomás con tu presencia.
Si entre los dos hiciéramos un buen par de alas... ¡ah, qué dicha!
Pero no siento su aporte, pequeña criatura. Probablemente la flecha me desconozca, aunque ahora cierro el local de la realidad para jurarme que no un ratito.

lunes, julio 25, 2005

Todo en la nada.

El mundo se cae a pedazos y uno estudiando matemática... solo, y sólo en esta parodia.
Es DE-SES-PE-RAN-TE.
No hay justicia en los magisterios.
No hay justicia en la sociedad.
No hay justicia en el azar.
No hay justicia en el amor.
¿Y de qué partido estamos hablando?
Si está todo arreglado...

domingo, julio 24, 2005

Monocromo.

Y si el día se muere pero renace antes de que uno lo note... algo funciona bien.
Porque había alguien que, aunque nada haya en medio, debía recorrer los mismos rieles.
No es falta de sentimientos, ni rechazo.Simple indiferencia, que aquieta aguas mortales, y asesina con un aletargado paso.
El sol, que hasta muerto guiña un ojo, no quiere perder la fe de ser uno con su mirada.
Y yo... prefiero hacerle caso al sol que acostumbrarme a la mediocridad.

Ella.

Si el desvelo tuviera forma de objetivo, mi insomnio sería constante.
Pero el cansancio juega conmigo, soy su bufón de turno, y eso no sirve para ningún progreso.
Arde, y en un vientre cristalino.
No necesito correr, sólo tu imagen entre los pasos adelante.
Y me vuela la cabeza.

sábado, julio 23, 2005

Astillas del infierno.

Te apuesto una vida a que tus peripecias no pueden desnivelar el encanto de semejante gusto por lo dulce.
Y perdí.
Pero qué diantres quiero de este mundo si no es divinizar mis manos con el tacto de las tuyas.
Aunque es cierto que descubrí que no todo te pertenece... debo una nariz al destello invernal.
Quizás esperé millones de años para que vengas y estalles en mi mente.
Y mi mente, con vos, se propague por un infinito de granitos, apuntalados por el reflejo de una cara desesperada.
Atormentado por el deseo de tu voz.
No se puede coexistir con un mundo tan negado.
Te extraño más que lo que extraño los sueños sin vos.
No sé hasta dónde podría describir un cambio, así que corto.

Te vuela la cabeza.

El renacer de un fenix en su albo lecho, completamente espiritual y verborrágico.
Del cristal me desprendo, con un movimiento casi desinteresado, pero relojeando el estado de todo mi rostro, como dudando un poco de tanta riqueza junta y de los parabienes que gesta este místico encuentro a las apuradas.
Nunca un sueño amargo tuvo semejante respuesta en mí.

viernes, julio 22, 2005

Aparece la verborragia en una conversación. Y sale a la luz una gran verdad:

- No me gusta que sea tan... independiente de mí la vida.

Lo peor es que yo dependo bastante de ella.

Ay.

En la panza.
Me atacan.
De repente pienso en vos
y vienen a mí en gran número
y revolotean.
Y nada... me cuelgo.
Me da ese estremecimiento
raro, lindo, tierno, peligroso.
Te daría el abrazo más perfecto
que pudiera dar alguien
completamente embelesado.
Pero no estás acá.
Nomás hay algo así
como tu recuerdo fugaz.
Y me doy cuenta que sigo
en la misma vida que recién.
Sólo que me urge un poco más
tu presencia
tu espalda frágil entre mis manos.
Aunque sea sólo un saludo.

jueves, julio 21, 2005

...si no estás vos.

Es que la tarde me encierra por hastío y por rutina. Se pone de grices el cielo, y la vida es un témpano desganado que se desliza en mi espalda y me hiela el humor. Mi jardín está desencantado por el día y la estación, y ni luna ni sol que lo enciendan un poco.
Mi mente, de paso, no sale de su hospicio en vos. Se atrinchera, me dispara, me somete con tu imagen de atardecer dorado cayendo en el medio del bosque como una bomba de mariposas.
Tanta fantasía me corta los tobillos cuando tengo que hundirme en fórmulas inhóspitas.
El espacio en blanco que hay donde está escrita nuestra historia parece que va a seguir ardiendo un buen rato, y la vida misma tiene ganas de ser sal.

miércoles, julio 20, 2005

Sugerencias de una mente invernal.

* Ironía del destino: la caja el problema, ¿la caja la salida?

* De la soga cuelga la ropa. De la ropa me cuelgo yo, en cada recuerdo y nostalgia que puede encerrar una prenda, visible testigo desapercibido de tantos momentos. Ser como una malla en el mar.

* Referenciando lo anterior: siento que soy como una remera en invierno (casi inútil, pero vigente, recobrando cierto protagonismo nomás en las noches). Qué extraña la vida de una remera.

* Esa adrenalina que siente una piedra cuando atraviesa el vidrio y lo transforma en mil pedazos de inutilidad.

* ¿Por qué en las noches más crudas de invierno un cielo despejado da la sensación de que el frío es todavía más profundo?

* Imaginate mil guerreros apilando, uno encima del otro, millones de granitos de luz en tan sólo un instante, un click.

* Las letras de las palabras en cursiva salen como esos firuletes que hacen las hojas en otoño cuando el viento juega con ellas.

De volver sin tanta vuelta.

¿Y si el disfraz realmente disfrazara?
Así quizás una noche descerebrada mi parte varada en los calendarios podría salir a volar y liberarse para siempre contra los pronósticos, no como algo concreto, sólo quizás un gesto con pinta de deuda, bien añejado, para sosegar los alaridos profundos de la velada fantasmal.

martes, julio 19, 2005

Algo así.

Si te tengo que definir en mis sueños, sería algo como el preciso instante que se prolonga desde que la mano entró en la chistera hasta que salió de la misma con un espléndido conejo blanco entre sus dedos.

lunes, julio 18, 2005

...para que en ella, te vea.

Voy a perderme
en las tenues sombras
del sonámbulo letargo.

Buscaré por buscar
tu forma liviana
etérea y magnífica.

Y deambularé(mos)
por lugares abstractos
(con las manos unidas).

Flexibles como cabellos
nuestras dos irrealidades
cruzándose amablemente.

Mesa de luz.

El reflejo del velador hace una especie de cielo en la superficie del mueble laqueado.
Primero aparecen como destellos múltiples, algo así como un minicielo aglomerado. Pero al instante se unifican esas estrellas y forman un sol extraño, alargado y aleatorio, pero de un brillo innegable.

domingo, julio 17, 2005

Espejismo XL.

Algún día quisiera abrazarte
y comprobar que sos real
porque no pued creer
el sueño de tus colores
tus melodías y texturas
tu espacio incontenible
tu presencia que le queda
grande a lo verdadero.

Just.

Única e ideal
inalcanzable
exactamente
como el sol.

viernes, julio 15, 2005

La noche y yo.

A veces me siento parte viva de la noche, como un órgano reluciente. En cambio, en otras soy un espectador con privilegios o hasta un ignorante de su movimiento.
Verla de afuera no me satisface mucho, pero testearla solo es como insípido. Lo mejor es con ritmos suaves y dulces, declarado ritual soberano para tales eventos.
Soy un poco parte de este prisma.

Persistir.

Te sigo siguiendo, sea como sea el sendero a atravesar. Hay pocos caminos dignos, y de premios ni hablar. La carrera contra la zozobra se hace pesada. De a ratos me siento como esa resignación demoledora de Sean Penn. Pero si veo a tu sonrisa flameando una bandera a cuadros, creo que los 3 peldaños del podio son los primeros de la escalera al cielo (de miel).

jueves, julio 14, 2005

¿Hasta dónde?

Hay ángeles que duermen, otros desvelados, alguno más lejos que el que menos quisiera perder (y, vuelta a lo mismo, perder lo que nunca se ganó, es imposible).
Ni siquiera aguantar el resultado.
No me sirve el punto.
No sé si juego por algo... pero el punto no me sirve.
¿Qué punto? Acá si empatás igual no hay puntos, eh.
Por eso será que quiero ganar... ¿qué?
Ganar... te.
¿Te podré ganar? ¿serás premio a la regularidad? ¿a la constancia? ¿al juego limpio? ¿al más goleador? ¿al menos vencido? ¿al brillo en la cancha? ¿a la revelación? Como sea... vamos por todo. Y si no alcanza, iremos por más.

miércoles, julio 13, 2005

Viene y se va: la tempestad.

Ni dónde está el bolso, o la bolsa, o la caja, o...¿algo?
Ya no sé si dicen, yo sigo, escucho poco, espero más, te espero sin esperarte, pero con la ilusión de una esperanza zonza.
¿Ves cómo juegan las palabras? como si un subibaja de la fonética se pusiera en galan y saliera a seducir la situación, engominado y con flor en el ojal. De mentira, claro (la flor, y el ojal también).
Ese juego de por un segundo concordar me atasca la mente en un embotellamiento de ideas que mejor no proyectar, porque después la película termina en lo mismo: el velorio del sueño (sueño de zetas y sueño de nubes).
Me sumergiría en terciopelo amarillo a comer mermelada de perlas.

lunes, julio 11, 2005

Capullo de diminuta ilusión.

Solo toco mi sombra
estoy lento, con delay
enterrado en tu parcela.

Un pétalo de obsesión,
una flor abierta en alma
de par en par hacia vos,
que soltás sin acercarte.

Nimbus.

Esponjosa porcelana
con frío té amargo
desnuda de mieles.

Cuán perdido
me ha encontrado
confundido
y desatado.

¿Adónde correr?
Si es mi pared
y la veo en todos lados.

No existe ciencia.

Como esa escalada furiosa e inconformista que propone un poco sin querer queriendo.
Con todo ese amor que derrocha un reggae devenido en rock adrenalínico, con una vieja pregunta que se responde instantáneamente.
Desbordante de alegría y de euforia, completamente desenchufado del resto del universo, psicodélico inmaduro.
Aunque no llegue ese que nunca va a venir.
Más grande que el abismo de sed al veneno más fuerte.
Desnudando (¿para siempre?) mis utopías, mis locuras, mis agonías.
Paradójicamente, la luz para cada sombra.
Todo un mundo de ensueño que se transporta a la realidad.
Sentirme a tu lado, conjurando para nuestros ideales, haciendo campos de fuerza contra quienes congelan almas visibles.
Saber que buscar termina en encontrar.
Saber que si lo que encontramos no es la cura de esta ironía, hay que insistir y buscar nuestras manos para que ellas sí se encuentren y encuentren.
Y que cuando estés acá... habrá consuelo para mi locura, ante esos ojos necios.

"Hoy que no hay tiempo que perder, que todo anda a reloj, que se destruye sin razón y la vida muere en un discurso, y alguien se encarga de encerrarte y otro prepara el fin del mundo; y tan lejana queda la esencia que sólo el hecho de encontrarte, para mí, le da sentido... le da sentido a mi vida".

jueves, julio 07, 2005

Sangre helada.

La calle se sostiene en una imagen desértica y detenida.
El bramido de un colectivo que arranca despeja por un segundo la muerte suspendida en el aire, muerte que vuelve con el silencio y hace del frío una constelación plomiza, como puntos de metal que flotan en un oscuro ataud cerrado. No queda nada vivo en este cuadro, y el ruido de pasos sólo sirve para profundizar el luto al momento de apagarse. Así, sólo así, puedo explicar mi calle en una cerrada noche de invierno.

Esperando el remedio.

Mis problemas de delirio
de naufragio y paranoia
de egoismo y de mentiras
de cemento y soledad
de azules duros y necios
de ultravisión y ceguera.
Todos tienen solución
por lo menos temporal.
Todos mis dolores
tienen cura en vos.

martes, julio 05, 2005

Me encantaría que estuvieras dormida...

La ciudad se atavía
su disfraz de ave fénix
como cada mañana.
Yo la oigo ladrar,
más por costumbre
que por deseo,
y entre tanto movimiento
te imagino inmóvil,
desprolija en tu cama
con la ternura del sueño
cubriéndote entera.
Entonces no hay más
movimiento ni ave fénix,
sólo queda esa criatura
mansa y dulce
en suave sopor invernal
como postal del alba.

lunes, julio 04, 2005

Desorientado.

Hay una bruma espesa en la ciudad, como si el horizonte estuviera censurado por un velo blanco, o tal vez cambiándose o durmiendo a puertas cerradas.
Son alrededor de las 8 de la mañana de un domingo que todavía es sábado, y ni toda la neblina de Buenos Aires y Londres alcanza para poner algo en este impenetrable vacío. Yo abrazo a mi compañera de vida, agradeciéndole tácitamente por haberme escoltdo hasta acá (en el espacio y también en el tiempo, porque parte de mi noabandono se debe a ella) y después deambulo por la parada, esperando que surja desde ese nublado cielo horizontal un 25 que lleve a la querida Aural a sus pagos, y a mí a la cama. En la rockola de mi mente suena NTVG, pidiendo soles y milagros; entonces viene la imagen de esa risa, de esas manos, y la misma perorata cursi de siempre.
Es todo tan domingo alrededor, y yo todavía estoy muy sábado. Pero en seguida me ataca esa melancolía pegajosa (eso pasa porque se mezcla con la humedad) y me pone en sintonía: gris, paredón y después... después la nada que se me cae encima de golpe, como un alud de tinieblas. Y no es de extrañar, porque debés estar durmiendo -obviamente con los ojos cerrados- y se sabe que en ellos tenés confiscado el sol.
A todo esto, el bondi llegó y se fue con mi amiga (y, de paso, con el sábado). Ahí es que se desmorona la inconsciencia: me siento cadáver del tiempo, y pongo el cuerpo inerte en la cama como ofrenda para que la divinidad del sueño me reanime en algún mundo donde el vacío sencillamente no quepa, donde vos y yo seamos la medida de todo.
Pero siempre, maldito siempre, llega el crudo renacer, como si esta realidad no se cansara nunca, maldito nunca, de mí. Como si el sueño en cuestión fuera una criatura abismal que me engulle y, al sentirme rancio, escupe con repugnancia esta viscosa humanidad, condenándome con desprecio a otro día en la holgada y conformista realidad.
¿Será la muerte, entonces, una aceptación final del sueño? ¿O un repentino rechazo, una revolución de este mundo harto de su rol de lumpen?
Bah, capaz que ahora mismo estoy vagando por un incierto, con una bolsa al hombro cargada de miserias, en busca de asilo, y es esa intemperie lo que me asfixia. Por eso, mejor me vuelvo a ofrecer en sacrificio. Capaz hoy tengo un gusto más dulce que ayer.
"Desde el falaz vacio de un espejo
se destaca lento y como desdibujado
entre tinieblas un atormentado rostro ¡Cain!
Cruje silenciosa la aterciopelada puerta,
por la ventana la luna mira como al vacio
y entonces me encuentro a solas con mi asesino"

Georg Trakl.

Y después se dice que ella no conduce a nada...

viernes, julio 01, 2005

Un idilio espontáneo:

"Ya no se puede decir nada más
es hora de despertar.
Ees muy profundo el sueño que lo atrapa
es algo que a su voluntad escapa.
No mira el cielo
todo lo dejó en la nada.
Fue cómplice de sus miserias
que la echaron de su cama
y es tan difícil
que pase algo y llegar a mañana...
Como matar esa mirada
como ocultar promesas vanas
con sólo un par de cosas claras
Como soñó una vez
entregarle cuerpo y alma
ser el vuelo de sus alas
y es tan difícil... "

Ver frase en negrita.
Reflexión: ¿cómo alguien puede, en 6 palabras, hacer una conjunción tan perfecta del amor y toda la melancolía que conlleva? Uf.
Mientras tanto, las cenizas de la infancia siguen siendo el último bastión de la esperanza.

jueves, junio 30, 2005

¿Un desgano es como una derrota? ¿o más bien como un empate sobre la hora?
No sé... quisiera desarmarme y apilarme en el rincón de un placard, completamente desconectado, hasta que vuele la primer mariposa.

martes, junio 28, 2005

Los juguetes del batallón.

Casi un arma de guerra
(qué brutal paradoja):
no posee gatillo
y carece de pólvora.

Es también otro cuerpo
but con goma por piel
y se mantiene despierto
(aunque es más "ella" que "él").

Qué gracioso imaginar
al fuhrer dando a entender
a un ejército alemán
cómo debían hacer
para con ella menguar
la abstinencia de placer.
Me (des)ganó la nada.
Y es así, nomás... el vacío que se coló por la rendija del lunes y copó la parada.
Más que gris, pero menos que negro, todo el panorama está bastante perdido entre los gritos de desesperación que, obviamente, nadie puede salvar, y eso no significa que no los escuchen, o que no quieran ayudar, sino que simplemente no hay forma de hacerlo.
Cuando hay vacío, por más chiquito que sea, ya está. Es una bomba de tiempo. Una semilla a toda velocidad que crece y se ramifica y te come las salidas antes que nada, y después dibuja entradas para los miedos, y abre grietas por donde se escabulle la desidia y ¡plaf!, te caiste al suelo y estás completamente maniatado, como un Gulliver en la islánguida.

lunes, junio 27, 2005

Desplante del recuerdo.

Hoy me interesás vos
por eso te escribo y describo
en esa escenografía:
el patio de muchos chicos
con un trasfondo grisáceo.
La tarde muere despacio
y el cielo cae en añicos.

Suave, el cristal derretido
te va aplastando el cabello
así se suman destellos
a esa cara ya con brillos.
Te veo y me maravillo:
qué espectáculo tan bello
para una noche sin grillos.

viernes, junio 24, 2005

Con nombre de droga.

Rendido a esa posión me encuentro.
Es la distante botica que me urge
para hallar la cura definitiva
a este dolorcillo en el pecho
a este clamor del alma por un poco
de tu metafísica presencia.
Un par de miradas, nomás.
Un poco del sol, de gritos agudos
de tu "excitación" visible
que me compromete con el amor
y esos otros demonios.
Tanto te quiero... y es lo que duele.
Tanto tic sin tac.
Tanto ping sin pong.
Tanto Marco sin Polo.
Como gritarle al abismo
y que ni el eco me responda.

jueves, junio 23, 2005

Esos ojos sonrientes, sólo un espejo para el sol.

A ver... ¿cómo empiezo? Está un poco oxidado esto de escribir... ¿ven? capaz yo tenía razón cuando hablaba de que las responsabilidades te extirpan de lo que más sentido tiene (a veces), o de lo que mejor hace, o de tu arte más brillante. Te ajan. Es como una flor en una heladera. O, peor, en una alacena oscura y polvorienta.
Pero retomemos... también me dormí porque te soñé. No, a vos no. A vos. Reapareciste por los páramos que antes eran casi rutina, y diste vuelta todo, lo dejaste patas pa'rriba... como sabés hacer. Pero no sé si sabés porque sabés o porque tenés esa magia inexplicable que me emboba, voluntaria o involuntariamente. Pero no importa. Lo importante es que resucitaste y se me jodió el esquema una vez más. Parecía todo medianamente encaminado... pero se quebró. Los caminos se taparon, la rutina me comió de nuevo, el agua va helándose... y encima te quedaste con todo el sol, tus ojos se lo hicieron. Y no me lo prestás... tengo que sacártelo a hurtadillas por segundos hasta que un parpadeo, o una vuelta de cara, o qué sé yo.
Y sí... te soñé. Y te acorralaba de abrazos que no te tocaban, y te vencía con suavidad, sin tanto vencerte porque también te rendías, pero yo nomás lo soñaba. Y era tan lindo. Ganarte y que al mismo tiempo ganemos los dos esa batalla. Bah... en el sueño. Hoy por hoy, la batalla es contra nada, porque no hay guerra. Hay derrota y punto. Yo no voy a capitular, pero se nota que no dejás campo para mi ejército (que, como dice el poeta:"no tiene bandera, es sólo un corazón"), que la pérdida infinita es de verdad infinita y no una eternidad de plástico.
¿Y por qué te soñé? "¿A qué has venido? Vuelve al pasado" Pero... ¿qué pasado, flaco? Un pequeño pasado. Un lapsus, capaz.
Entonces descubro dos "referencias" y ya me doy cuenta de lo limitado que está esto. Se marchitó un poco. Hay que refrescarlo.
Pero sigo con lo anterior.
Sisisisi. Problemas de sueños.
Qué joda, eh. Mirá que ya no es muy linda la realidad como para que vengan sueños que la opaquen más. Daaaaaale. Media pila. Ojo, tampoco quiero el insomnio alcohólico de los fines de semana, porque ese estado es un poco onírico también, y encima me fustiga el cuerpo como loco.
¿Por qué te vas como el sol? Y, peor: ¿por qué me parezco tanto a un grillo de clara noche estival?
Ahhhhhhhhhhhhhh, veo que estoy como obsesionado con el sol. ¿Será porque ha muerto? Es como el capricho por los mártires...
Esta catarsis no me está llevando a ningún lado. A la cama, nomás... a buscarte. Pero ¿vas a estar ahí? Porque ahora no sé qué arruina peor: si que estés sin irte a buscar, o si buscarte y que no estés.
En fin... yo me v'ia fijar. Asomaré un poco la cabeza y que sea lo que Morfeo guste.

domingo, junio 12, 2005

En el país de los ciegos, el muerto es rey.

Malditas esas babas
que todo el panorama recubren
y embelesan los ojos
y el entendimiento de quienes
sin querer profundizar
se quedan con la cáscara
de este mundo en ruinas
de esta realidad vencida
por el letargo popular;
y en su semiceguera
pretenden el fino orden
que sus deseos proyectan
donde no hay más que caos
y el pútrido hedor
de añejísimos cadáveres
que siguen vagando
por una vida que jamás
los dejó pasar de moda.

viernes, junio 10, 2005

Vampiros monetarios.

Tan duro un corazón
como el impacto de una bala
como la más súbita muerte,
como ese cruel metal
de pérfida omnipotencia
y frío contagioso
que gobierna una semivida
capaz de ponerle precio
a su mismísma sangre
que es agua para una flor
secándose en el desierto
y sin nubes a la vista.

miércoles, junio 08, 2005

Silencio.

Cuando un réquiem suena
el vacío arrasa los sentidos
y las palabras se achican,
los gestos se inhiben,
las miradas caen.

Cuando un réquiem suena
el aire se vuelve áspero
y la lluvia araña las pieles.

Cuando un réquiem suena
se instala esa impresencia
y un ambiente de derrota,
de condena a lo absoluto.

Cuando un réquiem suena
nos azota la conciencia
de sabernos vulnerables,
finitos, no renovables.

Cuando un réquiem suena
todo lo demás calla.
Coinci(ca)dencia.

Puede que sea
(o quizás sólo
me sienta como)
un instrumento
de esos musicales
que precisan tu aire
o tus dedos
-aunque yo más bien
sonaría por abrazos
o nomás miradas-
y se sienten solos
cuando tu descuido
los ignora en un cajón.
¿Sol u Ciones?

¿Qué responderías
si esta noche (y las demás)
te dijera, convencido
"Me quiero
comer tu dolor"?

Si ese brebaje espeso
hecho de miel y flores
me sugiere por caso
un fiero antídoto
No puedo ser menos
para él y su hechicera
que el fiel devorador
de sus miserias
y heridas.

domingo, junio 05, 2005

Extraña noche triste.

La calle está empapada, los bares llenos, los kioskos cerrados y mi cabeza demasiado activa. ¿Qué hago con un alma libre así?
Si cada gota es un intento empedernido por lavar la herida de tu ausencia.
Si cada domingo, encima de ser domingo, llueve.
Si la esperanza de escampar siempre va a tener una nube que la vuelva a marchitar.
Si del otro lado veo tristeza, veo bronca, pero ningún reflejo.
Si ni siquiera rueda en la alfombra verde la esférica pasión.
Qué pobre esta víspera de algo irreversiblemente gris.

sábado, junio 04, 2005

Paralizado, rajando telones,
anonadado ante el show
de su presencia.
Despierto y considerando
toda la gama de propuestas
que son una pequeña
competición del encanto.
Aunque sé que acá
no está la decisión
ni el abrazo que calme
las danzas del agua
ni el sol en verano.
Una imaginación
de la propuesta.

jueves, junio 02, 2005

Ad Oro.

Terciopelo dorado
que te baña en finos hilos,
quizás los mismos
que desearía sirvieran
para una obra compartida,
un abrigo duplicado.

Terciopelo dorado,
el sol en los ojos,
y la luna tenue
¿no serás, por caso,
un atardecer ideal?

Terciopelo dorado
de muñeca preferida
de adorable criatura
de sueño de muchos
de anhelo profundo
de quimera o utopía
de ensueño-envida.

Terciopelo dorado
tan lejos de mis dedos
y tan cerca de mis ojos.
En la sombra de la conciencia.

Si el sol fuera conciencia
la ignorancia tendría el papel
de un enorme ombú
y en su resguardo
descansaría
la mayoría, desinformada
de las miserias más negras
mientras los alumbrados
caerían calcinados
por la despiadada luz,
y quizás alguno
haciendo equilibrio
en la cuerda floja
que separa
ambos hemisferios.

martes, mayo 31, 2005

Pequeño ideal.

Ante semejante ataque de cursilería poética, me surge nuevamente esa sensación de estar idealizándote, de armarte un trono de melosidades para generar ese lugar donde poner tu imagen a salvo de imperfecciones humanas que tienden a arruinarlo todo.
Pero como este mundo no es sólo para poesía, hay cosas que salen sobrando y dejan lugar a miedos cavernosos sobre lo inestable del reino de arena en el que te metí (o a tu imagen).
Entonces me asalta la curiosidad por lo profundo de tu alma, y esas ganas de hacer una expedición hacia el fondo mismo de tu ser. Explorar los lugares donde nunca me dejás entrar (tampoco es que insista demasiado...) y ver qué misterios me tienen. Confirmar o desechar esta ilusa idealización.
Tus manos.

Objeto de admiración
por su diáfana belleza
ya sea sobre la mesa
o agarrando el corazón
de un escritor de ocasión
que tanto amor te profesa.
Otra vez este periplo de vos que me hace saltar y caer como un resorte sin paredes.
Otra vez el sol, tus ojos, tus manos, tu pelo.
Otra vez la ilusa ilusión del iluso ilusionado.

lunes, mayo 30, 2005

El grillete.

Te dieron alas
y ahora querés ser
un ave más.

Te dieron alas
pero te atan
con sogas cortas
a sus temores.

Te dieron alas
y una batalla
para ganar
el derecho a usarlas.

Te dieron alas,
aprovechalas:
echá a volar.

jueves, mayo 19, 2005

...es que en realidad no encuentro la puerta para sacarte de ese lugar que no sé dónde está.
Sí que duele ver cómo se mete en tu vida la muerte por todos lados: desde personajes hasta conocidos, raices de amigos y familiares, y persecutas y delirios que alimentan a este extraño pájaro de mal agüero que sobrevuela mi mundillo y lo escupe, con sorna, desde la oscuridad del cielo.
De a ratos trato de evadirlo, pero cuando se cruza con la luna, su sombra se proyecta implacable por todo alrededor, y no queda otra que llevar a cabo algún ritual para sanear el ambiente, cosa que me dispongo a hacer prontamente, porque esta oscuridad me asfixia. Hay que cambiar aires, iluminar el ambiente. Ventilar un poco el alma, en definitiva, que de tanto encierro ya apesta a humedad.

martes, mayo 17, 2005

La ciencia es mentir.

En todo lo que haya números, viene implícito un error insalvable: describir algo con ellos es como querer meter al infinito en una pecera. La matemática es infinita hacia afuera y hacia adentro, entonces ¿dónde está la exactitud?
Tiene amnesia el mundo: se olvidó de todo lo que necesita, y sólo recuerda esos datos que le gustan a la gente mayor. Sabe a raudales sobre números y ciencias, pero no tiene ni idea del amor.

domingo, mayo 15, 2005

Llueve.
¿Qué llovés, cielo?
¿Agua de qué?
¿Llovés? ¿o llorás?
¿Quién te nubló?
¿Por qué rugís?
¿Tanto daño te hicieron?
¿Tanta ira albergás?
¿O es pura impotencia?
Ay, cielo...
Si vos, en tu inmensidad
sos tan endeble
¿dónde habrá refugio
para este diminuto espíritu?
Vos renovás turbios mares
yo mansos lagos,
quietos como piedras.
Tu tristeza se hace océano,
la mía es un estanque.
Pero, a pesar de todo,
compartimos la angustia
del desengaño.

miércoles, mayo 11, 2005

Me agarré de tu mano.
Me dejaste caer.
Yo te hubiera salvado.

La mirada del amo, LAS PELOTAS.
El cielo, baldío.

Lo veo al ángel guardián
desgarrado en un rincón
buscándole una razón
a tanto circo sin pan,
al demonio en gamulán
y la flor-de-confusión.

¿Cómo pudiste vender
un corazón prestado?
Ese ángel te ha cuidado,
vos elegiste no ver,
ahora hay poco por hacer:
queda sólo un muerto alado.
"... esta letra, un poco a modo de conjuro, quiere evitar que nos toque toda la mierda que nos rodea, entonces va a pedir que retroceda..."

Otra vez invocar palabras.

Un paso atrás... no me toques.

Imagen: Descreido, anonadado ante semejante barbaridad, veo el crimen cometido y, alejándome, pido distancia. NO ME TOQUES.
La pareja victimaria sonríe socarronamente, con las ropas completamente ensangrentadas, y yo me caigo en mi retroceso, araño la alfombra y deformo mi cara con gestos de "ESTO ESTA PARA EL CARAJO". El muchacho no se hace cargo, y ella pretende una complicidad que está lejos de mi alma.
Maldita mediocridad asesina. Réquiem idóneo.
Trato esto como un exorcismo, para desterrar de mi ser todo lo que quede de esta posesión. No quiero condenas que no me corresponden. Después de todo, yo sólo quise a alguien... y eso no es ningún crimen.
Intro Volunta.

Inmortal, mientras la vida
no decida lo contrario
y me sepulte en horarios
con las rodillas partidas.
El color en un armario
con olor a despedida
es una bala perdida
y yo, los destinatarios.

domingo, mayo 08, 2005

¿Será así mi ceguera?

Está claro, desde el vamos, que es más fácil destruir que construir, y mucho más fácil que mantener. Entonces me veo ante la primera justificación directa que se puede tener de todo este pelotero trágico.
Después hay para considerar otros factores: el talión (ojo de vidrio por ojo real... ¿derecho a qué? ¿qué de qué? la imaginación traiciona, y el tiempo parece no contar), la hermana más hermosa (que se busca... aunque parece que con métodos contrapuestos), y qué sé yo... si nunca supe, tampoco... o nunca me dejaste saber.
Pedí verdad o mentira, me diste mediocridad. Así nunca sirvió nada. Eso de te abro la jaula pero si salís te pego un tiro no arregla nada. O al menos a mí, no. Y yo entiendo que sea parte tuya, pero para vivir de conjeturas prefiero jugar al prode.
El resto era cuestión de compartir, del tiempo, de qué sé yo... pero el gris, no. Porque el gris mata, ¿sabés? Fue mucho tiempo en ese color como para cometer otra vez errores del pasado.
Estuvo (¿está?) en tus manos. No pedí nada más.
En estas ocasiones es fácil lastimar... las palabras tienen ese oportunismo sensual y agrio, y eso las hace capaces de roer con saña a un alma desprevenida. Es sencillo, pero no deja de ser cruel. Y peligroso, a menos que uno ya se lo espere. Pero, al mismo tiempo, es un poco ingenuo (como la flor que muestra las espinas para defenderse del -en este caso imaginario- tigre).
Fleté muchas sombras para plenificar este juego... vos apagaste la luz. Te pedí que la encendieras, pero preferiste seguir tratando de dormir. Y yo estoy bastante cansado de la oscuridad: más allá de los miedos (porque no abandono), me enferma vivir tanteando.
Como la matemática no entra en estos rollos, cualquier cuenta puede tener solución. Si alguna vez 2 y 2 fueron 3...

viernes, mayo 06, 2005

Contra el terrorismo anímico.

Sé que no hay una línea de coherencia que esto esté siguiendo, y me jode bastante, porque es
desesperante esa incertidumbre constante, esa imposibilidad de esperar una consecuencia lógica a ese acto, a esa mano que ofrece.
Estoy perdido en el medio del tiempo, que me encarcela y me va moviendo casi sin querer, pero ando necesitando un poco de orden en tanto caos de la existencia, entre tanto desconcierto… y están ellos, que son a veces ángeles férreos, impenetrables por la putrefacción del momento, y con sus manos me alzan de este presente que azota todo lo que soy.
Ellos todo lo pueden. Hasta distanciarme de la más cruda realidad para depositarme en un paraje mucho más leve y ameno. No sé cómo lo logran, no tengo idea de dónde sacarán esos poderes supraterrenales para mantenerme un poco al margen de tanta basura, pero lo hacen. Ellos lo hacen.
Ellos:
Aural: cualidad innata para despegarme las suelas del piso, y para soportarme en el aire. Sabia “empujadora” a la hora de tomar decisiones. Es licenciada en malcriarme y endulzarme el paladar y la vida. Oidos y ojos invencibles, por más embates bajoneros que los acosen.
FabulOsazul: insistencia de hierro para cambiar mis ojos por unos menos preguntones. Constancia y cariño. Buena como pocas, con el pecho abierto de par en par, abarcando todo un mundo. Palabra de aliento inagotable. Experta en buscar salidas. Le saca brillo hasta a la melancolía.
Magías: compañero de ruta y compadre de delirios, mambos y otras yerbas. Es como un Midas, pero en lugar de oro, todo lo transforma en magia. Profundidad a pleno. La existencia compartida con él es un enigma tan plácido y oscuro a la vez que uno siente la necesidad de resolverlo, pero da gusto. Paz.
Principita: Ella… es lo más cercano al sol que puedo abrazar sin quemarme. Es como un chocolate que condensa toda la dulzura del universo. Es mi consentida sin ecuanón, y también objeto de mis instintos más protectores. Sabe de iluminar. Enemiga íntima de las sombras. Conoce los mejores métodos para simplificar las cosas. En ella, todo lo que brilla es luz.
Ynociencia: asesora mis adentros para que no se sumerjan en sus propias tinieblas, y tiene éxito. Voltea estanterías, descontrola todo el interior, lo pandemoniza para luego rearmarlo con un poco más de energía, con belleza agregada, con ese toque de personalidad combativa ante todo el negro golpe que quiere pegarme de lleno. Es bien etérea, pero completamente perceptible. Dueña de mis oídos, también se quedó con un pedazo de mi vida. Es furia y sensibilidad, una amalgama inigualable. Por eso se metió en mi piel, y no piensa en irse. Ni yo en echarla.
Wiki-Wiki: su máxima fuerza reside en achicar las distancias de una manera impresionante. Miles de kilómetros físicos, pero una unión de espíritus sellada por la noche. Conocedor de un humor especial, casi elitista pero de los menos elegantes y más absurdos. Un terco de mi bienestar.
Y el batallón sigue… esta guerra es despiadada, pero tengo aliados con superpoderes. El resto ya no está en nuestras manos.
Sin sentido
y aturdido.
Medio nido
destruido
por un ruido
no atendido.

jueves, mayo 05, 2005

Memorándum: las esperanzas son peligrosas.
Si alguna vez me hiciera un poco más de caso, capaz que no tendría que pasar por estos procesos de saneamiento integral post-debacle que arden bastante y me dejan en el mismo lugar, sin mejorías.
Pero bueh... resulta que nací necio y terco, e idealista.
Lo malo es que las cosas, por más que uno crea, no cambian... ni el más claro amor parece poder con tanto ego táctico, con tanta estrategia maquiavélica que hiela esta tierna hoguera.
¿Entonces?
Este sin sentido me sumerge.

martes, mayo 03, 2005

Así las cosas... no hay sentido en ningún rincón de este puto universo, y encima parece que el único juego que pintaba, se disuelve en las babas del diablo. Pero con eso también mueren tantas cosas... qué humor negro el de esta vida.
Esa jodida incertidumbre de la catástrofe me atormenta. Me veo cayendo en los infiernos, profundísimos ellos, con un tridente clavado en la espalda y la risa burlona sonando de fondo eternamente. Quizá sea el final más propicio para este capítulo de silencios de mal agüero y contestaciones con misterios asesinos.
Se ha nublado para llorar...

jueves, abril 28, 2005

Dos que se quieren ¿se dicen cualquier cosa?

Ojos que quieren ver
porque lo pide un corazón
que se saca el armazón
y prefiere comprender
antes que irse a correr
ciego, sin dirección.

Pero tu mano me tapa
lo que decís (en partes)
casi queriendo ocultarte
por detrás de aquella capa,
como una sombra que escapa
sin concluir con su arte.

Y yo me quedo perplejo
queriéndote sin querer,
ya que no puede caber
este amor en un espejo
¿el sentir dónde lo dejo
si no te logro entender?

martes, abril 26, 2005

Vacío
abierto
tan mío
tan cierto,
navío
experto.

sábado, abril 23, 2005

En tránsito por un desierto bastante mío, donde hay pocas palmeras y mucha sequía, aridez por doquier, en todos lados. Los oasis son sólo espejismos múltiples que se hacen arena con mi toque, como un Midas nefasto. La vida acá es nula.
Y yo... camino. Sin rumbo. Pateando mi sombra, que es la única que se carga mi soledad al hombro, y buscándole una salida a esta nada dorada que invade toda mi visión y el resto de mis sentidos. Me pregunto cosas que jamás existieron en un mundo real, y busco lo mismo, pero... claro, no lo encuentro, y la desesperación empieza a salir de abajo de cada uno de los granitos que conforman el paisaje. Es insoportable.
Ahora, ya mismo, un espejismo... por favor. Lo necesito. No importa que sea de mentira, preciso engañar un poco a mi mente para que deje de torturarme con su cruda verdad que no aporta nada al caso, sólo dolor.
Empieza a irse el sol con ritmo cansino, como si le pesaran los pies, y mi desesperanza me clava un gancho en la sien, la conciencia toma la posta ahora de una vez por todas, y las tinieblas son cada vez más densas. Ya no hay luz. De mis pies para arriba, tinieblas. De mis pies para abajo, arena. Y yo, en el medio, como una espina en la noche.
Definitivamente se instaló el frío, que era lo único que faltaba. Me corta la piel con los vientos minerales, y desgasta de a poco lo escaso que queda de mí. Pero nunca llega al final. Jamás se atreve a extinguirme, nomás me lleva a una agonía lastimosa en la que sólo soy retazos de un cuerpo destruido. Y resucito con el alba, pero saboreando esa amargura de que la eternidad que me queda es un suplicio difícil de sobrellevar si no tengo más abrigo que mi sombra, que encima se va con el Sol.
Estoy cansado de luchar contra el desierto.

viernes, abril 22, 2005

Es mucho tiempo... demasiadas esperas, de las más amargas, sin que los frutos se puedan siquiera olisquear como una pequeña presa de la ansiedad, del deseo insoportable de ver nuevamente ese set redondo y demoledor, que reacomoda los sentidos y el corazón, que deja ver un poco de verde en esta ensalada de mediocridades grises.
Da tanto miedo esa gracia que ni siquiera quiero pensar en lo imposible del furor. Es tan tenebroso este compromiso de almas que tengo con aquel rey, que hipotequé medio pecho por un beso en la frente, y ahora estoy tambaleando en una balsa renga sobre este arroyo de oscuridades, flotando a la deriva.
Un poco de rock... aunque después de tan alto vuelo se caiga y se haga trizas. Un poco de rock, y ahí mismo, en el seno del rock, llegar a eternizarme en una muerte pletórica. Esa última punzada, ese último riff, un alarido que desgarre este retazo de alma y ya, para irme con paz y rock al infinito.

miércoles, abril 20, 2005

Muévete misterio, baila
que mis ojos se tapan sus ojos
para no ver la oscuridad,
y soñar que las tinieblas
son solo las manos que puede sacar
cuando la luz sea urgente.

Gira, pisa y vuelve
furtivo caballero
y que tu velo se encargue
de amortiguar los disgustos
mientras alguna solución
transita, pensativa,
por la cubierta de esas mentes
que son capitanes de la bajeza.
A la ciudad ni la rozo
entre esta dulzura leve
y el hueco que abriste
cuando me di cuenta
de todo lo que se va con vos
cuando te perdés de espaldas a mí
en lontananza de la avenida,
atrás de un vidrio imbatible
(quizá por el vidrio
o quizá por el tiempo,
la velocidad, la distancia,
la vida).

martes, abril 19, 2005

Fantasía Es, Ríos Negros, Eternos Tragos.

Madriguera de la noche
que es oscura como ella.
Duerme en una botella
con su espíritu fantoche
Es pecado su derroche,
es néctar de las estrellas.
Noche.

Descansando en la noche
me topé con tu coche
y terminé en un desierto
con los ojos abiertos
la sonrisa torcida
la mirada perdida
un destino frustrado
con dolor de antemano
un engaño precoz
pudre el cielo de a dos
la posible sospecha
oscurece la fecha
y erosiona los velos
que apaciguan mis celos.

lunes, abril 18, 2005

Pateando las calles sin tocarlas
a centímetros del suelo
y de la realidad.
Me lleva el viento,
me cuelgo de su cola
como si fuera el último vagón
de un tren que me hace flamear,
y gira por la ciudad.

sábado, abril 16, 2005

La caja.

Es tan fácil de explicar y tan difícil de experimentar...
Llegué a la vida con una caja. Tuve padre, madre, familia. Tuve todo lo que cualquiera pudo querer, y una caja, de la que me separaron al nacer y la ocultaron mientras pudieron.
Tuve y tengo amigos, gente que quiero, amores, pasiones, artes, magias y no tanto. Tuve pequeñas metas, y placeres, y sol y Luna y estrellas, cosas que a veces todavía tengo.
Pero... un día tuve, claro, una inquietud. Y ese fue el principio de la decadencia, como cuando le prohiben la manzana a Adán.
Un día, lamentablemente (o no), pasé la barrera de mi pensamiento convencional, mi introspección se desgarró en sí misma, y abrió sus tejidos hacia un pozo oscuro que necesité explorar. Y allí había una caja. Caja que rescaté de esas tinieblas. Caja a la cual miré primero con miedo, luego con respeto, más tarde con curiosidad y finalmente con desesperación (una desesperación completamente amorfa, sin pies ni cabeza, sin razón aparente, pero que ahoga).
Entonces me tiré sobre ella, como un instinto, y la abrí... pensé que sería mucho más complicado, pero me alcanzó con levantar la tapa, y así encontrar... otra caja.
Volví a levantar la tapa. Volví a sacar una caja.
Otra tapa, otra caja, otra tapa, otra caja, otra tapa, otra caja. Repetí el proceso una, diez, cien, mil veces. Más también. Y siempre una tapa y una caja.
Todos los segundos, todos los minutos, todas las horas, todas las semanas, todos los meses, todos los años: otra tapa, otra caja.
¿Hasta cuándo voy a encontrar cajas adentro de las cajas?
Eso es mi vida: la incesante, ansiosa, desesperante y casi insoportable búsqueda de LA caja, de algo que no tengo idea de qué se trata, pero que dicen que hay...

jueves, abril 14, 2005

Desde este pequeño oasis de la conciencia vuelvo a decir lo que alguna vez te pedí: no dejes que mis manos te suelten por miedo. Esta vez no sé bien a qué es... pero está completamente descontrolado en mi cabeza, rompiendo todo, no se detiene, no quiere hacerme caso, es como una bestia impetuosa que sólo quiere destruir, sin más.
Solo son fantasmas que roen mis esperanzas.
Ya en otoño, ya cayeron mis escamas... quizás ese sea el problema. Quizás tener el corazón en carne viva duela como la hostia y el sufrimiento me azote las neuronas con sus artimañas, y entonces yo flaquee ante tanta sevicia, pero asimismo, mientras nuestras manos estén enredadas, no me puedo caer.
Eterna la lucha entre mi cabeza y las preguntas.
De tanto existencialismo mi baqueteada mente ya no encuentra una cama, ni siquiera un montón de paja para poder descansar el rato. Estoy que estallo de cuestionamientos que en realidad, como un embudo, terminan siempre en la pregunta final, que no parece encontrar respuesta, y esa ignorancia me desespera. No tanto por la ignorancia en sí, sino por lo que eso conlleva... por el vacío que se expande a partir de ese agujero negro en mi interior.
Encontrar todo tan efímero resulta insoportable. Tener esa certeza de que las fechas de vencimiento van a llegar, tarde o temprano, a cada rincón de mi pequeño universo, es como un domingo gigante, como un torneo.

"... nadie puede escaparse si todo es una prisión..."

miércoles, abril 13, 2005

Miedo.

Me acosa el terror... me agarra de los hombros con sus manos firmes, me tira de espaldas a la pared y me aprisiona entre sus brazos, susurrándome palabras de tétrica índole, haciendo que mis oidos sean una tortura de guerra cuasi insoportable. Estoy acorralado, no hay direcciones de escape y mis pies se congelan por el sudor helado.
Quiere ahorcarme, aprieta mi cuello que es tu luz, y trata de quebrarlo. Me paraliza y sigue con su perorata de frases que se apilan sobre la ya infernal inseguridad. Usa la ironía, la suspicacia... quiere derrumbar todo mi monte de cristal con un grito de rabia.
Sangra mi audición, y se torna todo tan pálido... creo que me quiebra. Pero es tan reacio a fulminarme de una vez por todas, que las mínimas ascuas que adornan mis hombros arden por el viento, y me hago de fuego, su abrazo mercenario es ahora un suicidio involuntario. Gira sobre sí mismo tratando de apagarse, pero ya no hay vuelta, y se consume, se derrite, se evapora, se hace nube que me espera, que acecha mi distracción para lloverme encima y otra vez ametrallarme con dudas.
Y vos, mi cuello, mi luz, mis brasas, mi viento, mi paraguas, mi impermeable... sos la heroina de este episodio, que ojalá derive en serie, en duo más que dinámico, en una enorme batalla ganada al horror y a todo lo que nos hace daño.

"... mi ejército no tiene bandera, es solo un corazón..."

domingo, abril 10, 2005

Navegando las miserias... o mejor dicho, mis miserias, que no sólo son las que toco, y esperando impaciente el guiño de la claridad para salir por ese tunel a la luz, a la intemperie refrescante.
Los tiempos no concuerdan, y se hacen una maraña imposible de desatar, de separar, de vivir.
Los pasos, como los tiempos, tampoco se ponen de acuerdo.
El acuerdo mismo no se pone de acuerdo. Nada está bien así.
Si ni la magia alcanza para aprender un poco... si ni con ese arte puedo despertarme... entonces presiento que este va a ser el mismo domingo gris de todos los domingos, de todas las semanas.
Otra vez la máscara, el personaje, la complicidad de plástico. Otra vez el disfraz.
Ojalá al menos no llueva y vuelva a quedar desnudo frente al rebaño...

jueves, abril 07, 2005

¿Adónde irán a parar las hojas que se escapan de los árboles? ¿Qué hará el viento con esas flores secas que se suicidan antes del invierno para no tener que soportarlo?
Necesito ese lugar, conocerlo, tenerlo de aliado para aguantar el crítico estado de este endeble espíritu. Que la montaña en el derrumbe que soy hoy se resguarde atrás de un roble recio.
O ser, por lo menos, la próxima víctima del azar y que el sol me consuma.
Pero este estrepitoso tambaleo que parece infinito... no.

miércoles, abril 06, 2005

Un tropezón no es caida.
¿Y muchos tropezones?
¿Y un empujón?
¿Una caida es una caida?
¿Cuál es el número máximo de caidas consecutivas soportables?
¿Cuántas veces me tengo que caer para darme cuenta que, como el boxeador apaleado, mi mejor lugar para sobrevivir es la lona?
¿O no será así?
¿Un tropezón? JA.

martes, abril 05, 2005

Lunatico.

El insomnio es de tus ojos
y los sueños contenidos
del silencio que los cuide.

En la noche soy más mío
y me despego del bramido
de este océano mediocre.

En cambio durante el día
todo está tan manoseado...
y me siento deslucido.
Te veo y en tu saludo
la ausencia es lo que beso.
Te llamo como un abrazo
pero atiende el contestador,
y todos los mensajes
se aturden en mi lengua
se hacen nudos, o aguijones
que mueren sin picar.
Como aprender a leer, esa idea que surge es, de una vez y para siempre, completamente invencible.

domingo, abril 03, 2005

¿qué pedazo de mí está arriba de la mesa?
Punto. Coma.
¿o qué?
Eh... claro... una astilla de mis capacidades se sienta en el borde de la ventana, lo medita, ve el horizonte y se deja caer. Aburre y se aburre, y cree en su martirización como objeto de eternidad. Falla.
La otra, la que intenta despreocuparse, termina con pastillas para dormir. Necesita sueño, mucho de él, no puede por sus propias para alcanzar ese coágulo en las ilusiones, para que la herida no sea una hemorragia donde se escapen tantas creaciones sin límites. Para poder, sin tanto alboroto, retener ese pequeño prestigio que anima al amateur poeta a seguir con ese camino indescifrable de sátiras y utopías.
¿Qué queda? Este reciclado de pequeñas gotas de un limón agotado por los dedos que abusan del jugo. Las semillas caen sobre aquel pequño y árido baldío, donde nada crece, nada vive, nada progresa ni aprende, pero toman de los sedimentos marginados cierta dosis de vida que aprovechan como pilar para un furioso revés al previsto, a la probabilidad, y así contagia cierta chispa que incendia mentes inmediatas, y seres contiguos.
Y así y todo, en el medio de un lago de aguas habituales, este estancado barrilete hace un campamento de cuestionamientos que se inunda porque, claro... hay diluvio en las ideas, y los vientos extranjeros pierden la cabeza, la internan, la fusilan con gritos perdidos.
El vaso es fondos, es restos, es aborto de ideas. Y uno lo bebe, porque tiene sed, y ella te dice que sí, que eso tiene su validez ahí, en ese momento, en esa oportuna rabia desesperante. Y las paredes, que se te achican, son otro aliciente. Y aceptás, nomás...
Pero qué tal si no... si lo frío del invierno pudiera ser a elección, si las hojas crujieran en primavera, si la lluvia gris quedara sepultada por tibios aires de noviembre. Si se retirase derrotado el mediocre deseo del frenesí cronológico... si las hojas del calendario en otoño cayeran como las doradas pérdidas de los árboles.
¿Cómo podría imaginarte en un contexto tan químicamente idóneo? Parece que ese dramatismo que te deteriora es algo inapartable. No sé tanto como necesito para eludir el agravio que me provoca tal incertidumbre... o tal contradicción. No podría alcanzar los movimientos de tu baile, ese zig zag que despega mis pezuñas de la cadera del cielo. Y entonces... casi hay resignación, y desdén. Preabandono... desilusión, casi. Impenetrable como la oscuridad, sofocante como una mirada fija, así de crítica es la angustia del pichón que no alcanza por ningún medio la ruptura del cascarón.