lunes, octubre 31, 2005

Un pájaro en la laja.

Estoy rodeado.
El lunes se tomó franco, y el domingo le hizo el turno.
Yo asqueado por escribir algo... cuando la mejor poesía nació hace mucho. Frustración.
También desesperanza.
Todo, absolutamente todo, tiende a arruinarse. Todo. Nada permanece en su gloria. Lo mejor, quizá, es morir en el instante de éxtasis. Como el trapecista.
Ser un recuerdo de algo perfecto antes que convivir con la decadencia.
¿Y la resginación? Creo que me la pusieron en el plato con chocolate y, como los perros, comí sin darme cuenta.
No hay nada más jodido que depender. Y yo vivo dependiendo.
En fin... estoy jodido.

No hay comentarios.: