martes, abril 30, 2013

Nocturnidad.

De tanto hurgar en las estrellas
algún brillo habrás de hallar,
y serás entonces un buen lunático
de idóneo corazón noctámbulo.

Vas a estar algo ocupado
buscando las sensaciones
deshojándote estaciones
cayéndote de parado.

Amarás los atardeceres intensos
(esos místicos túneles diarios),
para poner la mente en juego
y a lo real sacarle el jugo
que esconde entre las luces
como cáscaras de lo sensible,
que es el latido sin la piel
o un vuelo exento de su ave.

Te volverás fuego; y odiarás
apagarte, y ser muerte cenicienta
esperando una ráfaga amiga
que te exorcice de la quietud.

Y la eternidad tendrá el sabor
incomprensible de lo hermoso
cuando se hace inalcanzable.



lunes, abril 29, 2013

Mayo promisorio.

De repente, en un momento
me siento sentado al filo del recuerdo
observando absorto el teatral abismo
que me devuelve un brillo amable,
lleno de algo sensible y conmovedor.

Vuelvo a poner en marcha los pies,
entibiando poco a poco este motor
revolviendo aquel añejo, intenso amor
que palpita latente en mis oídos descreídos.

Toco con la memoria antiguos ritos
hechos de pasto, vino y cánticos;
sobrevuelo el paisaje lisérgico
que me invita a olvidar la distancia,
a observar animado el ocaso
de las horas que se van deshojando.

Un lugar para ser, para verter
el espíritu entero en una voluta,
para ofrecerse vehemente al viento
con toda la voz hecha un grito.

viernes, abril 26, 2013

Ave María Eva.

Ella, toda estrellas, toda noche
reluciente, espléndida, entera.

Ella, hecha luz de las últimas miserias,
consuelo de un subsuelo desposeído
con su fuerza de millones en la voz
y los briosos ojos que la entregan,
apasionada, a ese rugido entusiasta
-el que ayer fuera un débil sollozo.

Ella, encarnando tantos sentimientos
de renacimiento, de sol y reivindicación
para los futuros otrora penumbras
a las que acceder como única opción.

Ella, humana luna, diamante en pena
brillando su orgullo por todos,
sangrando el silencio en soledad
por no empañar nuestra inocencia.

Ella, pasando hacia la eternidad
y las manos del terror aferrándose
a su piel, al despojo de su alma
para retenerla, para castigarla,
como si aquellas tinieblas
siquiera rozarla pudieran:
acabaron por sus sombras perseguidos
los acérrimos amantes del olvido.

miércoles, abril 24, 2013

Encharcado.

¿Qué me ata a esta quietud?
Cementado, sin raíces,
varado en mis cicatrices,
entre espantos y barriales
que empantanan las ideas.

Es mi alma una roca endeble:
inmóvil, hueca y quebradiza,
lívida como la espuma
del mar que ya no la roza.

Pura mella mis estrellas
como hostiles meteoros
chocándose en la corteza
contenedora del caos.

Ni siquiera veo preguntas
al revolver mis miserias,
sólo hay un sinfín de agujeros
estibados, superpuestos.

El viento atiza al desgano,
que con su llama me hiela.

jueves, abril 18, 2013

Desentrañando la lluvia interior.

¿Te atormenta tu mente?
Bienvenido al infierno
de los que no consiguen
amigarse con las razones
ni compartir buenos ratos
de alegres pensamientos.

Acá siempre está tronando:
auspiciosos temporales
constantemente llegando,
casi sin escampar
ni darle a un rayo lugar
para él prestarle color.

Es cruel la distorsión
que produce esta consciencia
con su nublar continuo
de visiones y horizontes.

¡Hay que abrir el ventanal
aunque a la razón le pese!
Dejarse alcanzar el eje
por ideas más piantadas
que nos sacudan la médula
para reventarla hasta reinventarla.



miércoles, abril 17, 2013

Propuesta funesta.


Cada estímulo renueva
las vacuas necesidades
que promueve el engranaje
-ese en que estamos sentados.

Qué difícil hacerse de viento
en un lugar con tanto lastre,
cargado hasta en el éter
de innecesarias plomadas.

Gestos cenicientos
en paradas indiferentes
esperando un colectivo
que los extirpe del tiempo.

Los diálogos son umbríos,
desconfiados, asesinos:
plenos de un agrio veneno
ultravisible e intróptico.

Un grito sucede a otros
en violentas letanías
que van impidiendo la paz,
interponiéndose.

La muerte royendo alrededor,
con sus dientes incesantes
mordisqueando el horizonte,
el limbo, los despertares.

Quien escapa de la esencia
hace opaca su existencia.

jueves, abril 11, 2013

Curriculum contra natura.

Se me frunce el corazón
de pensar en los barrotes-horarios:
finas agujas inquebrantables
enjaulando todo el entusiasmo,
apilando las quietas libertades
en anaqueles polvorientos,
confundiéndose con números
ajenos, frívolos, huecos.

Las letras se me marchitan
entre los dedos autómatas,
las ideas ya no fluyen:
se diluyen en el bullicio.

El tiempo y su sacrificio
en pos de lo deseable
se llevan a las trompadas
con almas desanimadas
(desdibujadas, descoloridas,
en borrones devenidas).

Un ordinario laberinto
deshojando voluntades,
como margaritas muertas
viendo caer sus pétalos.

martes, abril 09, 2013

Rito amatorio del otoño.

Nuestros intersticios
son de sombra y laxitud,
asesinos e inexpresivos,
románticos, agónicos.

La nada mutua mata
entusiasmos como moscas;
descendemos al desánimo
sin decirnos ni el silencio.

Pero también son mortales
los resquicios abismales
que abandonan -sin chistar-
ante un roce o una risa,
y resurge un dulce viento
que perfuma los resuellos.

Y te espero en este otoño
que le resiste al invierno
que se atrinchera conmigo
entre nuestras férreas flores
hasta que lleguen sus pasos
y despierten a los míos.


viernes, abril 05, 2013

Par de ases.

A veces uno no está hecho
del tiempo de los demás.

Hay espacios ausentes
y urgentes soledades,
distintas necesidades,
entusiasmos, novedades.

No todos los momentos
son para convidarse.

Hay musas ermitañas
que no toleran las rectas,
ni el porvenir encuadrado,
ni el afilado triángulo.

Los días son desparejos,
al igual que nuestro ánimos.

No es lo mismo acompañarse
que tener vidas siamesas:
hay distancias en conjunto
y amantes atemporales.



jueves, abril 04, 2013

Reaparecidos.

Hay una herida que se va cerrando
con cada sombra incendiada
en el patio de estos tiempos.

Quedarán las cicatrices,
el dolor en el recuerdo,
las lágrimas cristalizadas.

Pero no habrá ya más miedo,
y se irán algunas pesadillas
a dormir sus eternidades.

La libertad no agoniza
si la sacamos al viento
para orearle los pasados.

El dolor sabe apagarse
si con unión lo ahogamos
empapándolo de amor.

No habrá más desesperanza
si sembramos nuestros días
aprendiendo lo sufrido.