martes, octubre 31, 2006

El Rey de la triste felicidad.

"¿Qué podemos hacer
cuando se sienta mal?
si está bancando su bronca
masticando vidrios
¿quién lo quiere invitar
a ver televisión?
¿quién sacará las astillas
de su corazón?
¿qué podrán decir?
¿quién lo va a convencer?
¿eh?

¿Qué podemos hacer
cuando se sienta bien?
Si está salvando su sueño
anestesiándose.
¿Quién lo quiere invitar
con un electroshock?
¿Quién lamerá los rasguños
de su desesperación?
¿Qué podemos decir?
¿Quién lo va a convencer?
¿EH?

Se ha convertido en daga el dolor de este tonto rey,
rey de un reino sin mundo, reino que no tiene ley;
rey que se desangra, pero aun tiene esperanzas
serás feliz siendo triste, rey ¿qué puedo decirte? ¿eh?

Nada podemos hacer
cuando se sienta mal.
Nada podemos hacer
cuando se sienta bien.
El es el rey de una maldición
que lo hizo rey.
Serás feliz siendo triste
rey ¿qué puedo decirte?
¿eh?"


La Renga.

No te vendes ni te vendas.

No tires la venda de tus ojos
si lo único que hay para ver
es dolor que no enseña ni aprende,
es vacío derrumbándose encima
del corazón alpinista.

Pero no te los vendes
pa' anesteciar con ceguera
la insufrible realidad,
para tapar con ignorancia
las goteras del alma.

"Yo ya no quiero soñar... solo".

Más soledad, más sombras, más.
¿Se darán cuenta que el daño lo hacen ellos?
La tristeza vuelve, y es peor.
Peor porque la soledad, claro.
Peor porque los brazos débiles
porque el fondo de los oclayos
se empieza a enjuagar en salmuera,
porque esas miradas tajantes
que te quieren encerrar,
porque duele que tu luz
te pida que te quedes entre sombras.

lunes, octubre 30, 2006

Molestos como dios.

Extirpando intimidades
van los ojos batidores
continuan sus verdades
confiscando mis colores
invadiendo mis rincones
con sus calamidades.

No te coles en mis ghettos
que en este feliz entierro
las velas son de los pibes,
no del poder y sus perros.

¿Què pasa en tu casa? ¿Nadie te abraza?

Tanto tortugo mecánico
de corazón enchapado
(fiel insignia del esclavo)
y un morboso amor al pánico.

Tantos ojos, tanta gorra
tantas cámaras ortivas
mientras hurgan en tu vida
se relamen la camorra.

Tantas gomas repicando
en el alma de los libres
mientras vos y tu calibre
carcajean recargando.

No me ladres ni me muerdas
si ya estás contra las cuerdas.
No dispares ni te rías
tu condena no es la mía.

viernes, octubre 27, 2006

Hay quienes buscan el amor en la pista. Yo prefiero empezar por el baño.

Imposible.

Podría escribir años sobre vos.
Podría dedicarte todas las canciones (las más hermosas y las más turbias).
Podría regalarte mi corazón, pero me lo primereaste. Te metiste en contra de la gravedad, y ya no hubo vuelta atrás.
Podría pensar toda mi vida en vos, pero tengo otros amores que me ayudan a no hacerlo.
No deja nunca de sorprenderme cómo conviven el amor y el odio en tu cuerpo.
Podría tirar por la borda mi vida sabiendo que no hay gloria que llegue a rozar la planta de tus pies.
Podría decirte, incluso, que me convertiste en tu propio origami.
Podría explicar una y otra vez al mundo por qué no deberían caer en tus trampas de amor infalible.
Podría sentirte hasta la muerte sin titubear.

Pero no puedo.

La más rica.

Los dolores del amor, la tortura del abismo
somos viento encerrado en un rincón
explotando sin sentido por las noches
queriendo más de esa nada, como termitas
carcomiendo nuestro propio corazón.

Extrañitis ultracruel, impía, sádica
vestida de negro, con blancos encajes
vas a vernos sufrir mientras caemos
en el aljibe vacío que tan bien vendés.

En soledad y mendigando
esos besos esquimales
amargos, unilaterales.

miércoles, octubre 25, 2006

De esto se trata.

"Mi vida en un verso se convirtió
un verso a puro dolor
de recuerdos no puedo vivir
es el principio del fin.
Del silencio a la explosión
vendrá mi salvación.
Si el alivio es profesional
seguro me va a aliviar.
Ya nunca más voy a sentirme así."

El pasaje. Misceláneos. O como quieran llamarle. Pero ROCK.
Ya le sacamos la cáscara al bobo, y arde como la san puta.

domingo, octubre 22, 2006

Extraño la fragancia de su sangre en los festines auditivos.

viernes, octubre 20, 2006

Penas y umbras.

El indefectible retroceso al casillero varado de cualquier náufrago en reincidencia inminente.
Magnetismo miserable... desgarrador. Desarmando el mundo en astillas que se nos van a clavar una por una en el punto más sombrío del cuore.
Morir por vos es el límite de los riesgos que un audaz va a correr sin siquiera titubear, pero que cualquier decentín condenaría porque la propia vida es el primer miedo.

Fe de ratas.

Tus colores son los míos, yo me tiño en tu incordura
protejo nuestra intimidad, pero llevo tu insignia
orgulloso del amor que te profeso.
Sus miradas celosas, a la sombra de un toldillo
denigran más todavía el calce que los orla.
¿Cuál es el motivo de perseguir la locura?

miércoles, octubre 18, 2006

Una mano.

No es que no quiera subir
hasta la punta de las luces
simplemente no hay escalera
el ascensor no anda
los andamios, desplomados,
las alas embalsamadas
la cama elástica sin resortes
la cuerda se deshilacha
y mis manos se resbalan
por las laderas del sol.
Tengo tantos miedos que no sé por dónde empezar a temer...
Tal vez lo difícil es que quiero levantar vuelo con un bote de concreto... ¿tan iluso tenía que ser?

martes, octubre 17, 2006

Contra las cuerdas (y los cuerdos).

¿Creés que miento si te digo
que en este sueño con vos
se va haciendo transparente
mi inconciente corazón?

Y no es quitarle colores
sino ponérselos todos
y llenarme hasta los codos
de mariposas y flores.

A pleno la primavera
con su lógica de amor:
al olmo le saca peras
pa' que coma mi estupor.

Tu desáfio* a la razón
con los golpes intangibles
de esos guantes de ilusión
que parecen imposibles.





* No hay error, nomás el placer de desafiar con el acento a la palabra en sí.

Amor de ochava y escalón.

El escalón es guarida
de sonrisas desmedidas
y rubíes nuestros ojos
como si fuesen espías.

Dale que ya remontamos
y sin soltarnos del piso
como inalámbricos vamos.

La noche nos da su asilo
(primavera en el asfalto)
nosotros planeamos alto
con esos mágicos tilos.

Embobado, enamorado
de tus rutas clandestinas
de maría y josefina
misia pepa y las esquinas
que nos han embelesado.

viernes, octubre 13, 2006

Paranoia instantanea.

Tanto miedo debe ser
el vértigo de la altura
que un vuelo con desmesura
me ha clavado sin querer.

El bobo y la persecuta
se llaman constantemente:
cuando es tanto lo que siente
no hay escape de esa ruta
es ella la más astuta
y encima te hace la mente.

martes, octubre 10, 2006

Como el encaje de la copa de los árboles y el cielo estival, nuestra sonrisa descontrolada parece hecha para casarse con la dulce fragancia de los dedos culpables.
En cualquier rincón, libres de pecado, despuntamos nuestro amor a los besos limpios, sin mesura ni vergüenza, orgullosos del romance pero atentos a los chanchos que se quieren comer tu flor y mi libertad.

No dejemos que nos duerman.

Ayer era la ciudad un lagarto de cemento dorándose al sol, y hoy duerme la siesta como cuando la tormenta está llegando, que se desliza cansada por el aire espeso, llenando de su olor todo el lugar, advirtiendo que la tarde puede desatar los nudos de las nubes.
Y sea como sea, es el marco perfecto para las andanzas de una vida que se deja engañar por los artificios más irreales. Uno opta por creer en lo increible, quizás por rebeldía, por bronca contra los facilistas que acatan las ordenes de la lógica como si fueran el trípode del cóndor que ensombreció ciertos ratos del pasado, y hoy en día pareciera que algunas de sus plumas todavía planean en el aire que se enturbia con la presencia de esos restos nefastos.
A escuchar con atención, que el murmullo de los hijos de puta está levantando voces de nuevo, y eso es peligro de gol en el área de la libertad.

Viva la diferencia.

Qué visión más tierna... ¡pero si nos falta el pintorcito nomás!
Jugando a la imaginación en la imaginación, y que las reglas de los otros se queden allá, donde usan uniformes y no se abrazan sin pretensiones, sólo lo hacen planificando el futuro inmediato (donde tienen por objetivo el triste final de la cama tibia y los corazones bostezando).
Amo la falta de seriedad cuando no le quita el tácito compromiso a nuestra cuestión impalpable.
Que se lo tomen puro los otros, sin la soda del idilio, que así les va a pegar...

sábado, octubre 07, 2006

Ellos tienen polisidas
yo sólo te tengo a vos.

Inyección.

Un espiritu desencajado se desliza por las penumbras de la pista demencial. A la deriva para el ojo distraido... mas en realidad buscando esa inyección pa' que lo despegue de su sombrío periplo.
Recorre, mira. Su naturaleza invisible se tiñe de gris. Naufraga a orillas de la General Paz de la conciencia (pero del lado de provincia).
Y de golpe, en plena zozobra, la aguja lo abraza con su antídoto estimulante, y estremece los rincones que las telarañas habían querido oxidar. El espíritu se llena de colores, y un hueco en lo que podría ser su pecho se vuelve completamente transparente (¿será que las almas locas toman los colores de sus sentimientos?).
Y entonces, lleno de energía, regresa al licuador espiritual para contribuir con su tormenta.
Flujo y explosiones de energía espiritual, un desencajado baile que nos abraza, deliradas conciencias amantes del mismo baile tribal.
Las furias individuales que descansan adormecidas se despiertan de sus modorras y florecen en estallidos de pasión, querida emoción de los endurecidos que todavía guardan fibras sensibles en lo más recóndito de su rigidez.
Y para los sentimentales, el amor arrabalero, la locura del corazón idílico que vive en la luna por romántico empedernido, poetas de constantes adoquines.
Desterramos los odios en una pista, baldeando nuestras miserias con el sudor que chorrea de un cuerpo agitado.

lunes, octubre 02, 2006

El psicólogo es el mejor amigo de los locos renegados, de los cuerdos envidiosos, y de los solitarios arrepentidos.

Locuracorralada.


Ellos que me cuidan de vos, no entienden que tu peligro es el placer dulce de la sinrazón, ni que tu suero alimenta mi alma como a un lánguido borrego que se ahoga en su miseria porque el mundo no lo cuenta entre sus comensales.
Ellos, unicornios azules sin ninguna fantasía, más encontrados que perdidos, más yeguos que potrillos, carentes de mitología pero con demasiadas ilusiones incautadas.
Ellos que te esconden, que me encierran, que nos pintan de demonios mientras esconden su cuerno debajo'e la gorra.
Ellos acorralan nuestro amor, lo arrinconan en la sombra, lo ponen contra la pared.
Ellos, fieras de la polis, al acecho de su presa, esa que no se comerán. Sólo la lastimarán para ver sangrar su libertad hasta secarse de pena en las tinieblas del enclaustro enrejado.
Ellos y el frío del metal que les congela el corazón, con su mirada de un único y letal ojo, amenaza flamante que calzan los que se disfrazan de poderosos, una y nueve razones para que tu vida valga menos que su alma de remate.
Ellos, el cáncer oficial, la pandemia de nuestra libertad. Los hijos de puta del pasado, pero aggiornados. Principes azules encima de su caballo, con tan poco de cuento de hadas como de sensibilidad.
Ellos, que de su miedo destilan terrorismo popular y castigan sin piedad la inocencia de esos locos que sólo quieren disfrutar su limbo en paz.
Ellos, los diez centavos que me faltarían para comprar la calma si se vendiera en cualquier kiosko.
A ellos, una advertencia: nunca olviden que las ratas no pueden volar.

Chiquilitodo.

Hay rincones de estos días que pican como el pasto. Son los recovecos donde ha elegido anidar tu pequeña ausencia para dejarme en claro que todavía queda para un jugo, ¿dirás que vale la pena estrujar al cuore?
Quizás tenga que pedirte las manos para apretarlo más fuerte, que te conste.
O una sonrisa fuera de tiempo para ablandarlo cuando haga frío.
O el cobijo de tu pelo si el infierno lo persigue.
Tus ojos para que derritan el invierno impertinente.

Quisiera que juguemos juntos a jugar.