miércoles, marzo 31, 2010

Hay muy poca gente.

Me gustaría poder girar como un carrusel
o seguir la corriente y cruzar el puente
de la incomunicación, y saludar desde el balcón
sonriendo como los artistas en las revistas del corazón.

Me gustaría celebrar, y brindar por la navidad
vacaciones en familia, y prepararles la comida
una barbacoa al sol, y tarde de televisión
pero ese no es mi estilo, y es tarde ya para cambiar, y

nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede.
Las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente...

Me gustaría continuar una saga milenaria
pero formo parte de una generación espontánea
que se defiende mejor en el cara a cara
en el cuerpo a cuerpo, y tiempo al tiempo
es tarde ya para cambiar, y

nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede.
Las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente.

Y abrimos las puertas
quizás por costumbre
tal vez por búsqueda inocente
y nos encontramos...


Bunbury (no el de Wilde).

lunes, marzo 29, 2010

Sin ánima.

Cuando me caigo
de los dos triángulos
que me sostienen
aplasto el piso
y con él llegan
mil miedos nuevos
de los más simples
(de los más crudos
e irremediables).

Es una fatalidad
pero no por ello pierde
su tinte aterrador
y ese helado viento
que lo ocupa todo
por la soledad.

Resabios miserables.

Es una extraña sensación:
indecisión constante
un pasado tirante
que busca volver
y esquiva los olvidos
como balaceras.

Busco la inocencia
no quiero perder el cuento
ni la magia, ni lo incierto.
¿cómo hago para volar
con tanto tiempo lastrando
lo que quiero remontar?

Si las promesas del futuro
no convencen a mis sueños
ni a mi agrio despertar.


Observación.

Una flor amarilla
soLbresale en mi jardín
pequeña, por momentos
diminuta y menguando
pero la belleza frágil
de sus pétalos de luz
persiste a la vanguardia
del jardín y sus colores.


miércoles, marzo 24, 2010

Memorandum.

La memoria es un ejercicio
que se hace viviendo,
sintiendo, más allá del tiempo
más allá de los espacios,
la ausencia y su intensidad
el cielo vacío de estrellas
las noches tan oscuras
que ni la luna se asoma.

La memoria se bebe
hundiendo la boca en el barro
que esconde miserias ignotas,
y muerte imperturbable.

Donde nada es ya conocido,
como una nebulosa que sólo siente
porque ha quedado esa espina
clavada, jodiendo con la eternidad
que pudo haber sido
si otros fueran
los que hoy ya no son,
aunque persistan, indelebles,
en este imaginario plural
de las sombras inolvidables.

lunes, marzo 22, 2010

La vida moderna

Una gota de sangre en MTV
un cadáver conectado a Internet
Monalisa llorando en el Jardín
un licor de cianuro, muera el futuro
pasado mañana es ayer.

La enfermedad del corazón
tan mortal, tan eterna
tiñe de amargura la aventura del yo
peligros de la vida moderna.

Una secta de hermanos de Caín
una lágrima por ordenador
aguafuertes del Muro de Berlín
pasarelas de hielo para modelos
violadas por Cristian Dior.

Tragicomedia musical
cementerio de besos
hoy, a la deriva por la General Paz
naufraga el galeón de los excesos.

Filosofías de arrabal
mártires del rocanrol
discutiendo entre las piernas del dolor
el álgebra de la vida moderna.

Y, al final, nunca sé cómo empezar
a decirte a gritos
que necesito más que respirar
que necesito escapar
del purgatorio de sobrevivir
hasta el año dos
hasta el año tres
hasta el año diez
hasta el año cien mil.

La soledad
es la ecuación
de la vida moderna.

Páez.

Luz del alma.

Hoy cosecho la bruma melosa
de sentimientos entregados a la tierra,
queriendo nutrir sus raíces jóvenes
con lo mejor de mi propio ser.

Se ha desprendido del suelo
pero es lo idóneo para volar.

Este sentimiento etéreo
que sólo se palpa en besos furivos
despoja a las penas de sí mismas
y cuestiona todo artificio
impropio de la naturaleza,
desenreda la cabeza
con un sencillo jalón.

Postal umbría.

Si a cada rato soy un costal de insuficiencia
y mis destellos no alcanzan su tope
¿para qué sirve tanto ida-y-vuelta?

Las libertades son los espíritus,
y ponerles coto a desgano
es un suicidio anímico indefectible,
así como volcarse a voluntades
que pretendemos sean las nuestras
pero con el cuerpo del otro.

Y recaer constantemente
en la misma absurda tristeza
de no llenar los casilleros
que se abren en sus deseos
se ha vuelto un hollín despreciable
en el seno de mis latidos.

Me siento marchitar, turbio.

viernes, marzo 19, 2010

A flotar los sueños.

Si no fuera un latido
lo que separa los pies
del terreno gris
estaríamos perdidos
en nubarrones fatales
capaces de desarmar
los castillos perfectos
de barajas sin fin.

Sin embargo podemos
decir que hemos logrado
desprender la materia
(y sus estratagemas)
del divino elemento
que rellena los bucos
que desangran colores.

Por la piel que nos cubre
(esa cáscara inocua
que las almas inermes
usan como armadura
puliéndola a diario
dándole sumo aspecto
de coraza infranqueable)
despreciamos la pulpa.

jueves, marzo 18, 2010

Burbujada.

Se hace muda la ciudad
porque estoy sordo, mi amor,
en los alaridos palpitantes
que sólo puedo sentir
como algo ajeno al hombre,
o quizás su plenitud
dedicada a tu esplendor
(ese reflejo soleado
que se esparce por mi alma
dibujando milagrosas
rebeliones como chispas.

Limón y circo.

Por momentos me convierto
en una tormenta que arroja
gotas sacadas de inéditas lenguas.

Y entro en el cosmos ilógico
de lo esquizofrénico, libero
mis velos y soy todos ellos.

Un circo unipersonal
hecho del propio tiempo
que ha sido mío
cuando todo estaba
fuera del reloj
más próximo.


A la luz de mis velas.

Si no se afila mi pluma,
si mi lengua se adormece,
¿para qué sirven las letras
en este fluir interno?

Está muy bien la belleza
(es quizás el centro mismo)
pero también debe ser
una crónica inflexible
el motivo de escribirlo.

Como cuando uno dice
es necesario demostrar
a quien quizás no ha oido
que hay infiernos mentados
y no todas las miserias
son fortuitas coincidencias,
sino viles entramados
de los que osan levantar
el martillo universal.

Porque hay ciegos que no quieren
pero otros que no pueden,
y muchos más que no saben cómo.



Reciclaje urbano.

Para esta ciudad se necesita
un ritmo que ya casi no tolero.
Hasta la locura pide otra lectura
de lo mismo que ya sabemos
mucho más que de memoria.

Hoy distingo entre los borrones
(grises y raudos) que se suceden
y se desarman los conceptos
y se desalman las personas
buscando elevar sus egos
mas enterrando todo espíritu
so pena implacable de fracasar
ante el big brother social.

Un mutis, así, sin retorno alguno
por el foro despreciable
de la siempre protagónica
santa mediocridad.

miércoles, marzo 03, 2010

Líbrido.

Salto de los proteccionismos
a un fabricante de fantasmas,
y mi tres cuartos ficticio
se completa, se rebalsa.

Estoy en los escenarios:
La Villa Crespo Megafónica,
el Flores de Mandeb
los rincones místicos
de un imaginario voraz.

Puedo ir a buscar
casi sin darme cuenta
al Diablo sobre las Colinas
pero termino arraigado
debajo de algún almendro
(de los que mueren de pie).




martes, marzo 02, 2010

Desclavizánonos del tormento.

Está hecha de poesía.

Versos floridiscentes
(como un reguero de flores)
brotan a su paso,
mariposas con verbos
nos muestran lo siguiente,
el próximo adoquín.

Esta sombra hoy soy
pero busco en tu reflejo
luces que se acerquen
e invadan de belleza
el insípido pasar.

Escondido en tu cuello
me espera un secreto
con aroma a sentido,
el misterio más esquivo
que me cuenta
adónde voy.


Vivere.

No quiero ser solamente mis límites.

Que la imaginación se desprenda
de los cinco sentidos
pero no de los latidos.

Voy a bucear tormentas
para emprender el vuelo
que ansío hasta la impaciencia.

Y estrellarme, sí
pero contra el cielo
de tanto subir.

Porque estar sentado
sobre ideas cómodas
aletarga el ánima.