viernes, junio 29, 2012

Vade retro umbra.

La sangre sucia
el alquitrán del tiempo
y las ansias, así
escupiéndose, abruptas
sin paz, sin ritmo
y sin silencios.

¿Qué voracidad
deshace su fiereza?
(mejor dicho:
la hace de humo
que desaparece
en sí misma).

Las lunas la ven
con tristeza sabia,
su franca ternura
se aferra al cielo.

Ahuyentarse las sombras
es el único remedio
para la noche envolvente
que se cierne infausta.



lunes, junio 25, 2012

Pasado.

Los días han pasado
(tardes de agonía
y noches de esperanza)
llevando su calvario
cumpliendo la condena
del peso de la historia
en vistas empapadas
por un diluvio propio.

No hay muerte para siempre
ni una victoria eterna:
cada hoy es EL partido
cada ahora es LA pelota
cada sueño, mí odisea
cada sombra, una derrota.

Pero en lo perdurable
resiste el sentimiento
desgarrado o entero
(insistente, ineludible)
capaz de embelesarnos
con un par de colores
que paren berretines
en cada nuevo encuentro.

Y en este desahogo
de gris y sinsabores
baldeándome por dentro
encuentro los honores
de una pasión estoica
en la derrota heroica
que se volvió victoria
cuando la curó el tiempo.

lunes, junio 18, 2012

Nuestro sur.

El sur es un paisaje atrapante, con colores mezclados de formas nuevas y alturas en el cielo y no en quiénes lo rascan. Tiene arcanos que asoman en su identidad, y es un incendio lento y gentil por la tarde (porque por la noche su infierno se atiza con la luna y el bandoneón).
Sus caminos son siempre un raro resplandor, porque el horizonte mira hacia allá con brillo en los ojos, conmovido por lo que, justamente, no sabemos. Aún.
Pero sí conocemos sus banderas, sus perfumes, sus calles untadas de historias inefables y ombúes por cuyas ramas trepamos al infinito, ya que la usura del tiempo no llega a la orilla de tus veredas, como sí lo hace (y con intereses) la ausencia de algunos.


jueves, junio 07, 2012

Fruición frágil.

Frío blanco
o gris, o verde
pero pálido
-digamos: tenue
laxo, leve, breve
y débil- hielo.

Vientos que traen
olor a morgue.

Huelga de follajes
(sosas las veredas).

Las flores, ausentes
(menos que un velorio).

El día marchito
llevando a cuestas
todo el desgano
de la distancia
entre este suelo
y aquellos rayos.

La nada, atenta,
frota sus manos.

lunes, junio 04, 2012

Ciclos.

Ha de vaciarse todo
lo que supo estar pletórico
para volverse a llenar
y que regrese la dicha.

El mar se irá
pensando en su retorno,
como en la luna
que lo conversa.

El tiempo sabrá borrar
su propio reino y ruina
para erigir de cero
los nuevos horizontes.

La muerte perderá
el agrio sinsentido
y será un dulce lecho
para ir a reposar.