viernes, septiembre 30, 2005

Versos nublados.

El cadaver de un día gris
asesinando varias vueltas
por no estar acostumbrado
a acostumbrarse.

Tengo miedo de ver
más de lo que hay
y que la ficción
me despedace,
y todo termine siendo
solo una pieza más
del mismo infierno.

Sol sin sol.

jueves, septiembre 29, 2005

Rescatarsis.

Hay por un lado la sombra que dejó el sol, con su parafernalia, paranoia, miedos, posiciones fetales, ansias, esperanzas que merman, y eso.
Después está la ausencia más presente que nunca de ese rey, único capaz de sosegar mi más profunda soledad.
También la náusea. Esa pútrida sensación de que todos van eligiendo lo menos malo y no apuestan una, no se dejan cautivar por el riesgo de ganar, y prefieren el empate arreglado.
Todo empapado por una lluvia completamente inoportuna.
Parece que no tiene prisa esta tristeza.

Repugnancia.

Si esta forma de estancamiento asesino no es suficiente prueba de que las cosas no son así... entonces maldita sea mi visión de rayos x.
Estos dinosaurios del pensamiento legal que todavía creen en el miedo como forma de gobierno son más y más números avalando sistemas del terror. Son soldados de la mediocridad, matando con apoyo y sin balas, una esperanza minima de perseguir un verdadero ideal, sin quedarse con "lo que hay".
Asco me dan.
Asco.

Cita con Dios en el Infierno (preámbulo).

Esto es como el olor de la lluvia antes de la lluvia.
Concreté, boleto mediante, mi encuentro con el éxtasis, y ahora se trata sólo de esperar, y ya tranquilo, que vaya evolucionando el calendario, que maduren y caigan sus hojas una a una para tocar la gloria con los oidos. Y quizá olisquearla un rato también.
Si bien hay tintes de degustación final que me amargan un poco el cráneo, creo que la fiesta va a ser un éxito. Y un éxito lleva todos los ingredientes, no sólo la parte suavecita de confeti.
Habrá que durar, creo yo. Al menos hasta que se apague la última vela.

miércoles, septiembre 28, 2005

Espíritu de pasados, en el presente.

Acabo de comprender que Buenos Aires engendra nostalgia.
No sólo por la ciudad en sí, sino por casi todo el pasado.
Genera un deseo de retorno, de volver siempre a ese pasado, lo endulza, le maquilla las imperfecciones y lo deja reluciente para que uno siempre añore. Y cómo.
Los lugares son talismanes de la memoria que invocan sueños.
Ese arbol donde...
Y después, los años que añejan tiempos pretéritos como vinos de lujo.
Ay, Buenos Aires, me hiciste adicto a los recuerdos.
Hasta prefiero rememorar mi presente que vivirlo.
Y hoy, en esta sensibilidad radical, rendido al sol de su sonrisa, sos el escenario ideal para creer en ese futuro que, de una vez por todas, promete con certezas.

Un momento.

Estático la contemplo.
Y es que no puedo soportarlo casi.
Me quiebra esa belleza.
La situación, la sensibilidad,
y yo completamente conmovido
por una sonrisa que es mi gran motivo.

Ella decorada
en semejante mirada
y un brillo que llena
de chispas la nada.

domingo, septiembre 25, 2005

Travelin'.

Tengo una agencia de viajes en mi mente.
Voy de un lado al otro
y en realidad es siempre
la misma calle.
Pero parece
un rompecabezas
hecho con piezas
de muchos lugares.

sábado, septiembre 24, 2005

Primavera, nomás.

Se desató el nudo invernal que helaba climas y almas.
Calor, humedad, lluvias. Sol.
Paisajes encontrados, con huellas del otoño bajo el cielo primaveral, rodeado de verde. Los árboles recuperan la vida con su parsimonia característica.
Cantan con más ganas, adorando al sol y su refugio tibio, esas aves que todo lo pueden (hasta asesinar los miedos más profundos en las noches críticas, o sacarme sonrisas de entre sus plumas doradas sólo porque regalan chispas desde esa voz).
Y ni hablar de mi sucursal de los Jardines de Babilonia, hoy por hoy con un dejo selvático por la efusividad que le da la lluvia, y empezando a tomar colores, bronceándose flores y plantas.
¿Las mariposas? Todavía no dejé escapar ninguna de mi panza.

viernes, septiembre 23, 2005

A quien corresponda...

No hay noticias en la radio
ni en la tele, ni en el diario
de una tormenta con sol
de milagros en formol
o de hojas que llueven viento.

jueves, septiembre 22, 2005

Lacrimógeno, implacable, antibalas.

Cuerdas filosas, crudas, que hacen tajos en mi persona y la rellenan de conmoción.
Una ciudad que de tan oscura me recuerda alguna frase tan tuya.
Y yo también... oscuro, pero que brillo por vos, que bailo.
Y también el insomnio de Luzbel que hoy es sólo un asterisco en la lista de las ganas.
Trampas para mi soñar.

martes, septiembre 20, 2005

¿por qué?

¿Y si el cordero se comió la flor?
¿Y SI LAS ESTRELLAS SON LAGRIMAS?
¿EH?
¿Para qué vino?
Y TODO POR UNA CORREA.
¿quién inventó esto de los corderos que se comen flores? ¿EH?
¿Nadie pensó en él?
¿Y si no vuelve nunca más?
Alguien que me escriba.
Que me diga que regresó.

Placer que es cruel.

Si esta certeza fuera un poco menos recia...
Agonizo. Me incendio.
Te espero como a la primer gota de lluvia que vierte primavera en el aire. Como cuando Drácula me clava su colmillo en el medio de la nariz. Y el amor letal.
Y hay amor... pero también hay nada. Porque faltás... porque te hice el lecho, pero no venís a dormir a mi corazón. Quizás antes de fin de año.
Qué pudiera ser... saber. Yo te sé finito en lo infinito. Y eso es desgarrador.
¿De qué héroe voy a beber cuando la sed me atore y patee?
Sos el único.
Y estás tan pronto a la extinción. Yo sé que no te limitás a la forma humana.
Pero necesito eso tangible de lo etéreo... la percepción, sentir... quiero fundirme. Me quiero ir con vos si te vas. Te voy a perseguir... porque no hay código ni moral que superen semejante atracción.
Acá ya no hay ideales.
Acá es cuando se acabó todo en mi cabeza, cuando voló en mil pedazos y yo me até a tu nuevo cielo.
Porque aunque cruces un charco, o vayas a la Luna, o cantes en el cielo, yo voy a estar ahí.
Preso de tu ilusión.

lunes, septiembre 19, 2005

Bob Dylan dice...

... que su amor se ríe como las flores, habla como el silencio, sin violencia; que no tiene que decir que está llena de fe; que ella, su amor, es como un cuervo en su ventana, con un ala rota.

Y las casualidades me atontan.
¿Nos habremos enamorado de lo mismo?

sábado, septiembre 17, 2005

Hasta donde no sé.

En el armario de los colores hay olvidado un rincón que mira el arpa con recelo.
Y quiero combatir esa penumbra, armado hasta los dientes de furia parsimoniosa, de ira en paz.
No vale una bala esa vida humana... ¿y tus balas? ¿cuántos tiros valés vos?
A verte reir de histeria y paranoia no quiero llegar. No.
Prefiero desvestirte de tu bleu, liberar un poco esa prisión que sos.

¿Diferencias?

La monarquía es el capricho de uno solo.
La dictadura es el capricho de unos pocos.
La democracia es el capricho de unos cuantos.

jueves, septiembre 15, 2005

Que se rían las flores...

Se acercan los relojes con cosquillas para ellas. Ellas, que son de todos colores y tamaños, formas y aromas, pero siempre frágiles.
Se acercan, pero lentos y furtivos, sin ningún rastro de su proximidad.
Y yo creo que los espero más ansioso que ellas todavía. Bah, no a ellos en sí, sino al lastre de magia que cargan. A ese arcoiris en polvo que les sigue el rastro cuando dan estos momentos sus agujas, y las únicas hojas que caen son las del calendario.
Pero si de esperas hablo... (porque todo tiene que ver, como una joyería y una mina, así de idénticos y diferentes, paradojas paradigmas), todavía espero lo que más. Todavía la fiebre y el miedo, como un desierto previo que se hace infinito.
Otro pero: resulta que la espera(nza) reverdece con todo esto.
Y ahora hay más catarsis que arte, pero la inspiración no es un boy-scout de la poesía.
Resulta que, para cerrar el círculo, hay una flor en el jardín del mundo que es tan distinta de las demás a unos ojos, que da pavor. Y más porque el loco siempre va a querer hablar con la flor, abrazar el sol, nadar en la miel. Siempre va a querer que se ría. Y siempre tantas veces resulta en nunca... pero, como buen demente, no se da cuenta. Por eso la escucha hablar, y le cree (no solo a ella, sino a la vida, que le da flores parlantes, con alas suaves).
Con todo, el círculo me desconcierta y me acierta. Nomás me quiero redimir de los silencios, y así esperar con todo el cielo en paz.

miércoles, septiembre 14, 2005

¿Esperanzas?

Un dios disperso, desparramado por los costados de escenarios diferentes, sólo unido en mi alma y otras tantas.
La agonía de un milagro que sueña más de lo que respira.
Un sol que no se decide a brillar ni quiere mirarme.
Mi tierra de raíces, el amor del amor, la ilusa progenitora.
Y la certeza de que, aunque me engullan las sombras, dejé alguna semilla de luz.

martes, septiembre 13, 2005

Problemas de sueños.

¿Quién puede ignorar un tesoro si es fija en todas las noches de almohada?
Dejar de lado los anhelos si todas las noches hacen una trinchera en mi propia mente...
Difícil.
Ganarle la pulseada a las estadísticas. Sacarte una sonrisa todos los días. Que puedas entender.
Destruir los refugios de los alter-egos que te torturan. Liberarte de esa tiranía múltiple.
Baldear con brillo tu rostro. Depositarte en el cielo, desplegar tus alas. Llevarte de la mano.
Apalear grises. Transformarte en un arcoiris consciente.
Cuidarte.

Pero la realidad, fría ella, lucha en contra. Impone abismos y fríos.
Y a veces me siento menos que dios para dar batallas imparciales.
¿Dónde estás, dulce equilibrio?

lunes, septiembre 12, 2005

¿Y a esto cómo le pongo?

Abarrotado de derrotas en mi revolución.
Si tu mirada se queda en ese punto distinto...
Todo el rock se destiñe, hay un enchastre de sueños descuartizados en mis patios.
Y la bolsa.
Y la caja.
¿Y navidades cuadradas de 7 segundos?
Qué secuencia inconclusa... con pistas, con caminos y guiones. Inconclusa. Que es perder los puntos, igual.
Otra vez esa rueda que se cierra y el círculo me ahoga de cotidianeidad.
Lo ordinario me traspasa, me apuñala.
Y este intelectual mode-on que tira tanta pavada...
Ahora entra por la puerta del sótano Eleanor Rigby, y yo me quedo perplejo.
Otra vez toda esa gente sola. Y otra vez yo en el medio de ellos, siendo uno más.

Matame, domingo.

Crudo.
Ese es el mejor adjetivo para describirte.
Sos crudo, despiadado y hasta sádico.
Esta oscuridad que se cierne... y vos, mirando de costado, sonreís.
Parecés un guerrero de tinieblas que se alimenta con la sombra ajena.
No causás.

sábado, septiembre 10, 2005

Verte volar.

El ave arrugada
que se ha vertido
en sí misma
con un veneno
de sopor fiero,
letal y corrosivo.

Escapa corriendo
de su propio vuelo,
arrastrando rocas
que son tinieblas
para bordarse
la piel y los cielos
(y un alma clara
como el silencio)

Se destiñe
y desperdicia
su resplandor
en tormentas
desentendidas.

Pero tengo la fe
de que una brisa
pondrá resortes
en esos pasos
para que un salto
la lleve al cielo
que es donde debe
posar su vuelo.

jueves, septiembre 08, 2005

El arte de esperar.

Todavía creer... ¿será un pecado capital?
La condena al infierno
¿vendrá por ahí?
O capaz un berretín de Satán...

Yo estoy aguardando.
Hago cruces en los círculos
triángulos en los cuadrados
y brisas en el aire.

Pero no estoy en paz.
No es una espera de mecedora,
sino más bien de miradas,
de sonrisas y códigos,
de tactos casuales
y de brazos abiertos.

De no golpearle la puerta
a los días de sol
pero sí de sentarme
en sus alrededores
a ver si salen y gustan
de iluminar
y ser admirados.

Hasta puedo invitarlos
a salir, en diferido.

Pero, sea como sea
siempre voy a precisar
(como vampiro de ley)
una aprobación
un visto bueno
un sí.

Puzzle de un diamante sin ella sol.

Quiero un atajo, un valle de sosiego
para acunar de a poco este anhelo
que pende de tus alas
como un hilo dorado
en el laberinto del minotauro.

Busco el minuto ideal
la capa justa de aire
que amortigüe, sencilla
este embate-ofrecimiento
y así no pesar de más
ni bostezar a destiempo.

Pero, claro, necesito
la coincidencia en tus ojos
o palabras manantiales
o pequeñas margaritas
de un solo pétalo
para que esta caja
con un corazón delator
se detenga precisa
en tus manos.

miércoles, septiembre 07, 2005

Ceca del diosol.

Hay acá un personaje que le roba brillos al desierto para cumplir los sagrados designios de Enyou y así refrescar sus almas.
Y, o dios se toma muy en serio los horarios, o realmente no quiso darnos a compartir palabras.

lunes, septiembre 05, 2005

All yellow (angloplagios en contratiempo de un motor averiado).

Mirá las estrellas. Mirá cómo brillan por vos, y por todo lo que hacés.
Mirá el terciopelo amarillo, la arena, el reposo del sol.
No te vayas. Digas lo que digas.
Y todo es amarillo.
Es verdad: mirá cómo brillan por vos.
Nadie dijo que era fácil. Nadie dijo nunca que iba a ser así de difícil.
Decirte que te puse aparte, en otro lado, porque las cuestiones de ciencia y progreso no pueden hablar tan fuerte como mi corazón.
Quizás sólo quiero volar.
Quizás somos lo mismo.
Un hombre nunca puede soñar este tipo de cosas (especialmente cuando ella viene y abre sus alas).
Hay tantas cosas que me gustaría decirte... pero no sé cómo. Las cosas cautivas en mi mente.
La chica de los ojos-caleidoscopio.
Busco a la chica con el sol en los ojos, pero se fue.
Y miren a toda esa gente sola... ¿de dónde vienen? ¿a dónde pertenecen?
Los mismos viejos miedos.
Desearía que estuvieras acá.
Te presto mis alas rotas, mis ojos hundidos.
Quizás sólo quiero volar.
Quizás somos lo mismo.
Un hombre nunca puede soñar este tipo de cosas (especialmente cuando ella viene y abre sus alas).
Hay tantas cosas que me gustaría decirte... pero no sé cómo. Las cosas cautivas en mi mente.

Relámpagos, fríos e indiferencias.

El estrepitoso grito que reclama por la mirada del paraíso transforma un paisaje nulo en desesperante agitación.
Falla la comunicación del cielo y la tierra, el firmamento se desploma por los costados de un mundo que no puede sobrevivir solo y llora las caídas de su objeto de culto mientras se pregunta si es la culpa tan suya como la tristeza.
Hay paranoia. Huele a paranoia. Se siente esa sensación viscosa en la consciencia que delata una persecusión implacable. Se consume a sí mismo este planeta único mientras todo a su alrededor es un pan de manteca tibio.
¿Quién habrá prendido las ornallas en esta cocina del horror?
Hay una tempestad que no augura buenos puertos, pero en seguida pone esa deidad su mano en mi hombro como para dejarme en claro que hay esperanza, y ¡vive la difference!

domingo, septiembre 04, 2005

Noticias de ayer.

¿Hasta dónde echará carbón en sus motores este trémulo corazón? (que, por cierto, ya está loco de atar, hasta la médula de cavilaciones insoportables)
Volviendo a los páramos de las letras el mundo no cambió demasiado, pero todo alrededor está como agitado: sea de azules o tornados o fuegos o rock o loqueustedguste, pero agitado.
La inspiración aparece y desaparece, pero se toma los tiempos justos para encontrarme desarmado y morir en ideas que se van como el humo.
Hay de todo: un trip hacia la nada llana, pero bien condimentada; un pedazo de rutina que me persigue los días hábiles; el hielo en el aire que me corta como a un pan lactal; la falta de luz y calor en todos los rincones de este monoambiente que soy por una ausencia marcada desde el desencuentro y las confusas hipótesis de una máquina cerebral.
Y etcétera.