lunes, diciembre 30, 2013

Lo que queda.

El dolor de permanecer.
la injusta inmortalidad,
tan mal dispuesta,
tan inoportuna.

Estíos cenicientos,
oleaje del recuerdo
cuando vuelve a la orilla
pero le falta ella,
toda ausencia,
toda estrellas.

Y queda lo inalcanzable:
una distancia-tristeza,
el calendario al acecho,
la memoria con espinas,
el reparto de las culpas
(tan inútil al que siente),
religiosas flores frescas,
mil batallas y oraciones,
himnos en los corazones,
hipocresía en la mesa.

Que nunca alcance el olvido
para tapar sus presencias.
Aunque nos pese el pasado,
aunque duela tanto el duelo.

domingo, diciembre 29, 2013

Amarnecer.

La noche me sabe a siempre,
al suspiro sin final,
a respuesta por llegar.

Las aves se alborotan,
renacen a sus horas.

Miseria a flor de piel,
queriendo sin querer:
intensidad y permanecer
no suelen llevarse bien.

Ilusiones equívocas
en futuros unívocos.

Cicatriza el porvenir
mientras se desangra ayer.

La resaca vuelve al mar,
a la luna vuelvo yo,
que a pesar de lo torcido
mantengo el sentir sincero.

jueves, diciembre 26, 2013

Va ido.

Colapso de urgencias,
de infinitudes truncas,
de festejos inanimados,
de consignas homicidas,
de ardientes asfaltos,
de vientos ausentes.

Colapsa la psiquis
ante tantas palabras,
se desangra en tinta
que no escribe nada,
y gotea, espesa,
sobre agua estancada.

Colapsa el exceso
con su libre acceso
a esta ruina eterna
donde crecen flores
y lloran los soles,
aunque uno no entienda
(aun lejos de las nubes
anida la tormenta).

Colapsa el insomnio:
caen los desvelos
-cual viejas columnas
roídas por el tiempo-
en sordos estruendos,
gritos del derrumbe.

Colapsa el costado,
febril, arrodillado,
aferrado a lo negado,
terco y desamparado.

jueves, diciembre 19, 2013

Postal del mirador.

Mi balcón es un portal
hacia otra dimensión
donde camina el zorzal
sin cantar una canción.

La Luna sonríe igual
al mar en mi corazón
y lo sana con su sal
nacida de la pasión.

Mi balcón es un portal
al rito de la estación,
que sabe a fruto estival
mezclado con emoción.

Convida el viento cordial
perfume de floración
y así olvidamos el mal,
las penas y la razón.

Mi balcón es un portal
al sol en su gestación:
nacimiento horizontal 
de un Dios que no tiene clon.

Su paisaje casi irreal
se cuela en la habitación,
atraviesa el ventanal
como si fuera un arpón.

Mi balcón es un portal
hacia la mejor ficción.
Lejos de lo digital,
cerca de la sensación.

Panorama demencial,
trampolín a la expresión.
Tuerce lo convencional.
Inspira imaginación.





miércoles, diciembre 18, 2013

Febril pre estival.

El sol es un ígneo disparo
en las sienes ciudadanas.

Los edificios sardónicos
sonríen ante el espanto
que se derrite en sus fauces
(presagio estival infausto).

Los ánimos hirviendo,
el sueño arrebatado:
tan tentador por fuera
como sangrante hacia el centro.

Testigos del infierno
transpiran sus verdades
(también sus falsedades
febriles, deformadas).

Un suspiro tras la estela
que deja al pasar Eolo.

Se embellecen los aires
con pétalos de movimiento.

Oasis seco en el desierto
concreto, ardiente.

Gotas de naturaleza
sobre un fantasma insolado.

miércoles, diciembre 11, 2013

Cuestionamienten.

Episodios de amor
en un canto unívoco.

Son multitudes
sangrando recuerdos,
llorando memoria,
riendo libertad.

Y la muerte arrastra
con sus garras negras
a los despistados
hasta un patio oscuro,
para que el umbrófago
devorarlos pueda.

Cada calavera
sabe adónde va:
los infiernos verdes,
la ultratumba hueca,
el parnaso enfermo,
juicios sempiternos,
un jardín colgante
o el Estigia en llamas.

La ideología 
es ser genuinos.