viernes, julio 10, 2015

Lunar raigambre.

A veces, los aliados
demandan demasiado,
se abusan del encanto
y arrancan berretines,
o se ponen obsesos
con nudos sin cordones,
o despegues sin vuelos,
o ausencias inviables.

Y te hincan con ahínco
sus pálidos colmillos
de luna inmarcesible
en la yugular mórbida
que late, vehemente,
su inercia desbocada.

Destellos despabilan
tu pávilo durmiente,
los delirios cautivan
el sueño por la noche.

"-¡Qué exigua es la velada
para un apasionado!
¡Qué intrépidos los riesgos
que corren tus deseos!"
te grita tu silencio
detrás del ventanal.



martes, julio 07, 2015

Enredado envilecer.

La bestia se atormenta,
desata sus grilletes
con insensata fuerza.
Respira y arremete:
embate a la consciencia,
ariete de impaciencia
entre umbras saturadas,
tensión desmesurada
y enorme interferencia.

Las voces despiadadas
se aburren de la ciencia.

Los gritos y los ritos:
el punto g en su esencia.

Se colman de vacíos
las ganas y la ausencia,
pero hay una creencia
que refuta al hastío:
si se reinventa el frío
lo hará la resistencia.