jueves, noviembre 29, 2007

"... y esto no es más que un himno de amarguras de amor."



Todavía hay un profeta infalible. Gracias.

martes, noviembre 27, 2007

La ausencia.

Se enquistó un invierno en esta primavera agonizante.
Las noches duran todo el día, los días pasan como por un molinete oxidado, raspando todo el corazón que no encuentra ni la salida de emergencia para un tormento tácito.
Las llaves ya no abren, ya no cierran, ya no existen. Pero las cerraduras persisten.
El mar está seco y pastoso, de color descolorido.
La luna brilla como nunca, haciendo las veces de soga para que mis pies no toquen el fondo del aljibe, pero se corta con los calores de un infierno invasivo.
Todos los elixires que desonciertan el presente de penas son cada vez menos efectivos.
Escapar de la realidad es posible, pero no de tu recuerdo.

lunes, noviembre 26, 2007

Con razón es la sangre de dios... es más, no me extrañaría que ése fuera un vampiro cuasi caníbal. O que se corte las venas cada dos por tres para sorber el cáliz de sus muñecas...

sábado, noviembre 24, 2007

Pequeña bitácora de un espíritu medio vacío.

Si el vaso está partido a la mitad ¿puede estar medio lleno o medio vacío?
Todas las prisiones, todas las libertades, y los sinsentidos más latidos, se desprenden de esta ausencia inhóspita.
El fuego apaga el agua que quiere secar lo que nunca existió.
Una sensación así, cayendo en el pasto rendido de locura, con la sangre color rubí.
¿Dónde está el cielo si tenemos la cabeza en los pies?
¿Y si los pies están decapitados?
Tanta absurda sensibilidad para nomás lograr alimentar una soledad que parece un colador.

miércoles, noviembre 21, 2007

Años luz sin luz.

Inminente soledad
extrañando a cuenta
tratando de alivianar
el futuro a la mitad.

Con la brújula enemiga
los kilómetros ardiendo
y mis deseos en la cima
de algún cerro colorido.

Quisiera poder frizar
este espíritu marchito
hasta que encuentren la cura
para las viles distancias
para el amor y sus ansias.

martes, noviembre 13, 2007

A cuatro días.

Es inminente la erupción
el volcán que se oye rugir
la furia contenida de una ciudad perdida
en la ensimismada miseria
pidiendo a gritos una redención
por más parcial o poética que sea.

Ya la lava no se queda quieta
y escapa de las grietas más profundas
el apocalipsis hace malabarismos
sobre seis cuerdas para nada flojas.

El sueño despierto de la urbe dormida
movimiento de los lugares ocultos
suburbios de fiesta, palpitan
lo que cambia su rumbo por fin.

jueves, noviembre 08, 2007

Soldaditos de plomo.

Las balas que se cargan inocencias,
matan juegos, destruyen sueños.
Pequeñas vidas genocidas
traicionadas por un monstruo
que les comió su ternura.
Ya no hay dulzura
sólo les queda un suplicio
donde debiera haber fantasía.
La imaginación sólo tortura,
su realidad está llena de espinas.

Qué tristeza da saber
el peor de los crímenes
la muerte de la niñez.
Si ese que mueve la pelota me prestara su borrador, ni los mejores dibujos serían algo parecido a vos.