miércoles, septiembre 25, 2013

Reinventarse (o morir en el invento).

Rozo y beso
tu boca loca,
blanca, diminuta.

Suave destino.
Sabia tu savia,
mi dulce Babia.

Cómica y romántica,
cósmica, fantástica.

Belleza natural,
naturaleza anormal,
hechizo terrenal,
la miel de mi panal.

Llegan las abejas
hasta tu fragancia,
hasta el recoveco
de mis dedos tuyos:
leves como el viento
para acariciarte,
firmes como ramas
para sostenerte.

Placer de soñar
tras rachas sombrías,
calma necesaria
busca su tormenta;
y así pasan los días
y las estaciones
buscando lo negado,
negando lo encontrado,
o disfrutando todo,
o no entendiendo nada.



Improvisar la primavera.

Desbarajustes.
Introspecciones improcedentes,
números que son letras,
colores arrancados del lienzo
tirados en el suelo
llenos de barro y sangre
seca, negra, muerta;
un enchastre amargo
y polvoriento.

La ceguera inaccesible.
El tiempo de ayer, deshecho.
Los ojos absurdos
buscan y consiguen lo negado
a través de una primavera
imaginaria, novelesca.

El olvido es la penumbra,
el umbral de los derrumbes,
la certeza que nos mata.

Sin embargo crecen flores
todavía en esta tierra
despojada, encerrojada,
espejada, deshojada,
despejada, ajada.


viernes, septiembre 20, 2013

Los apasionados.

Demonios silenciosos (por momentos),
amantes del descanso y el desvelo,
acumulan noches heroicas,
estoicas madrugadas esenciales,
mañanas a prueba de balas.
Siempre buscando una racha
de viento que los lleve más allá.
El soplido los acerca al mediodía,
caminando aún el cansancio
entregados a la aventura de buscar
en ese mar tan lleno de tesoros.
Todo es ilusión mientras bailamos
con alguna mendocina delirante,
con una rara belleza porteña,
o la que venga a movernos los pies:
somos un séquito de enamorados
completamente entregados
a esta danza resplandeciente,
incendiandonos al unísono.
Entra la tarde en escena
y el polvo se vuelve olvido,
se va lejos, como el frío,
como el viento, el agotamiento,
como el hambre (y la sed a momentos),
como la lluvia escarchada
sobre el vapor del sentimiento.
Todo se fuga menos la ansiedad
efervescente por verte brillar, y bailar.
Una voz visceral, una sombra festiva
capaz de amansar a los monstruos
que conviven en nuestros infiernos
y volverlos poesía por un rato,
amando hasta el punto exhausto
de un esplendor al unísono.




martes, septiembre 10, 2013

Llueve sobre Santiago.



Llueve en Santiago:
gotas rubíes vierten
ríos de sangre derramada
en las venas de Septiembre
en la muerte intrauterina
de aquella primavera.

Poetas fervorosos,
pasiones salvadoras,
y todo un desparramo
de tristeza en La Alameda.

Brota tu historia viva
en el filo de un bandoneón,
en su dolorosa respiración
que igual busca la belleza
y no se rinde al sufrimiento
vacío de agonizar quieto.

Párpados apretados,
esperando entre las sombras.

La música destruye la ausencia,
y llena todo con tu memoria.

jueves, septiembre 05, 2013

La inmortalidad es una sensación.
No existe lo inmortal en el universo dinámico y material. Sí puede existir en lo espiritual, incluso en el imaginario cultural y colectivo, a través del sucesivo recuerdo permanente... aunque seguramente en algún momento el olvido termine por disuadirnos de que los dioses fueron cambiando de gustos como las modas (de todos modos no nos dejaremos roer tan fácilmente).
Entonces la inmortalidad es una sensación: es un rayo que nos atraviesa con su audacia infinita, es un instante sin sombras, es el despojo del miedo.

miércoles, septiembre 04, 2013

Trastornos de renovación.

En jardines misteriosos
despunta la primavera,
que brota, se manifiesta
como homenaje al poeta
enredado entre la bruma
y las babas del diablo.

El oleaje no se anuncia:
llega como una flecha,
se va sin despedirse,
enfurece de repente
y duerme en el parpadeo
de una sirena invisible.

Hay un flujo de endorfinas
en el aire perfumado
por la calle y su llamado,
por los nombres repentinos
que se yerguen, reincidentes,
sobre el crepúsculo inerme.

Burbujas de tinta flotando
en el aire distante y florido.