lunes, julio 31, 2006

Menos armados.

Poesía fantasma
de flores sin color
que sufren por el asma.

Turbia felicidad
en nuestra respiración
espasmos de libertad.

Quietos como la luna
pero menos elegantes
(nuestra casa es la tribuna).

domingo, julio 30, 2006

No existe el olvido.

Porque todos los pasados que han cosido este saco de vida son irrecuperables, pero imperdibles al mismo tiempo. Siempre habrá al acecho algún recuerdo, a veces salvador, a veces sepulturero, para dar un golpe de timón en el curso del barco que navegamos a diario.
El tratar de olvidar es una tarea de tiempo completo, que quizás hasta sea el sentido de la vida en más de una interpretación. Esa desesperación irracional en escapar de los martirios que ofrece un recuerdo (por demasiado bueno o demasiado malo), ese sudor frío en las palmas de la nostalgia, esos ojos vidriosos que precen fantasmas de oficio, siempre latentes.
Apostar constantemente nuestras cartas a la espera de otro segundo que cambie la historia y nos exonere de la carga insostenible que significa este arcón de momentos.

sábado, julio 29, 2006

Nunca te vi baldear el corazón.

Lanzarme a escribir es, inevitablemente, escribirte.
Como un terco que te invoca desde todas las palabras posibles. Quisiera que te acerques, pero "lejos" parece eterno, y el sindrome de tu ausencia es el peor desamor.
No sé si puedo pedirte algo, estoy muy enloquecido de antaño, pero quisiera que tu perfume nos arranque la nariz una vez más.

jueves, julio 27, 2006

Gracias.

A veces cruza mi mente
la idea de su tormento
por esos cuatro colmillos
(las cumbres del sentimiento).

No se enrosque ni persiga
no se sienta una asesina
pues quisiera agradecerle
ya que usted me ha presentado
con el eden de la vida.

Y si es que se le antoja
como un pecado suicida
sepa que es la mejor hoja
de este libro, mi querida.

Veinte minutos de amor
una fiesta incomparable
¿a quién le importa el dolor
cuando está en medio del baile?

Y los platos que se han roto
ahora tengo que pagar
pero sepa que esta moto
ya no la quiero parar.
Las drogas son las golosinas del alma.

martes, julio 25, 2006

Todo me recuerda a tí (quizás parte 1).

Los Redondos. Entre Ríos abajo de la autopista. Calamaro. Colores metalizados. La Luna. Las estrellas. Los baños. El frío. Las muecas. Los espejos. Dios. Colegiales. Don Lunfardo. El barrio. El refugio tras los árboles. La tarjeta de Playland. El olor que ya no está. Mi gamulán azul. El rey de la triste felicidad. Guasones.

lunes, julio 24, 2006

Volver a la vida real,
demasiado cuerdo
demasiado blando
horrible, normal.

Ni un despunte de poesía
y el recuerdo que se acerca
me toca el hombro, me cuenta
los grises de siempre,
una vez más.

Con el verde y el blanco
se han ido de la mano
todos los otros colores,
se destiñe el arcoiris
mientras se apagan los soles.

La amnesia se fugó
y me dejó tirado
en el peor rincón.

Mientras tanto,
quisiera ser Houdini
para poderme escapar
de la jaula o del espanto.

sábado, julio 22, 2006

Desazón.

Si en la olla de la vida nos falta la sal ¿de dónde sacamos las ganas de comer?

miércoles, julio 19, 2006

No todos los piratas son iguales.

Desenterrando viejos tesoros de antiguas travesías, el pirata recio cae en su intima melancolía y comienza a anhelar, a viajar en retrospectiva, y esa memoria de bitácora le juega con trampas que amansan y ablandan el carácter estoico de ese gesto.
Los cofres quizás no tengan nada, pero son el símbolo de una historia, de su historia, de lo que algún día será desenterrado pero jamás conocido, y ese misterio es el mejor oro de los poetas camuflados.
Y si fuera por él, de sus pulmones soplaría las velas para seguir viajando eternamente entre anécdotas (tablas para la balsa que lo rescate del naufragio cuando sólo sea una palabra resoplando con el viento).
Ya cojo, preferiría que su caminar se detuviera como un árbol al costado del camino, y beber de los tiempos su sabiduría, sólo cuando la madre naturaleza le humedezca los labios con ese rocío revelador, y no sacrificar la paciencia infinita del roble sólo para huir mejor.
Así, el bárbaro de los mares muta en ligera brisa y nos ablanda la cara cuando todo parece férreo.
Algo aprendió.
La única perfección la fabrica una memoria parcial, una mente idealizadora, una ficción de vestir.
En un intercambio de palabras, el momento de lucidez sobre lo imposible de la hazaña total deja un vacío que se aferra con sus garras oxidadas a estas entrañas de amor ausente.
Puede una paradoja ser la verdad más absoluta.

domingo, julio 16, 2006

Sobredosis de madurez.

Que el apego a la niñez no nos deje crecer... ¿no termina siendo un resultado exitoso?
El Peter Pan inhibe el virus sistemático de la madurez como etapa modelo, y se vuelve un díscolo de juegos inocentes.
Claro que esto conlleva varios peligros:
a) Podemos perder de vista la vital información sobre el estado actual de la economía mundial. Casi una tragedia.
b) Quizás sea contagioso.
c) No es rentable.

Me parece que, si Peter Pan fuese psicólogo, la primera psicopatía casi endémica que analizaría tendría por nombre "síndrome de la gente".
Si comimos de la torta
no neguemos el cumpleaños.

¿lo prohibido era la manzana o el limón?

El loco tan loco, pierde la memoria
va olvidando la historia
y armándola el mismo.
Duda hasta del nombre,
y manda fruta como
verdulería en liquidación.
Sobre todo lima y limón.
El amor dividido en dos no da, ni por putas, mitades iguales. Tanto de ilusión que la vida real nos filtró el sueño antes de que lleguemos a la cama.
Y el tiempo se quiere comer casas, ramos, corcheas... caminar en la arena también. La memoria es selectiva, y te selecciona bastante. Pero también traiciona. Y yo desconfío.
¿Y vos?

Poesita 2.

Pruebo otra vez con soñar
y descanso de la realidad
en una hamaca, la hilaridad
ya nos mecemos
mejor que el mar.

Me atormentan los latidos
y este sueño verdelicia
por caminos divertidos
se va acercando al de Alicia.

Poesita 1.

En mi ensalad de fruta
el limón y el melón
no he podido mezclar.

En el cielo que me arropa
el sol y la luna
no pueden cohabitar.

Ataud o cofre.

Siete millones de monedas
que gastaste a cuenta de otras caridades
para las exequias de la esperanza de tantos.

¿Cómo puede ser que tu idiosincrasia
se convierta en una alcancía berreta
sin culpas por el olvido?

Tendrían que sacrificarte por la humanidad
y que no resucites más
a ver si así por lo menos
hay una razón para creerte.
Las libertades personales son, a veces, más caras que una vida sin caminos.
Y los precios sufren modificaciones letales en algunas situaciones donde el caos se levantó en armas y quiere tomar, por sorpresa.
Habrá quien prefiera más horas de trabajo por menos horas de una libertad más frenética.
Habrá quien descanse en la paz del placer cotidiano y sus largas vacaciones diarias.

Si hay dos campanas ¿por qué marginar una, ignorarla?

Uncoherente.

Desconectados o estrechos, hay algo extraño
que me niega las llaves para abrir esa puerta
y salir de este amorío transparente,
de esta ternura muda (y algo ciega también).

Y otra vez ocaso y mar y ese deseo amarillo
como el mismo desangrar del sueño.

Hay veces que una melodía y una inspiración
aportan al corazón
todas las vitaminas.
Este ser sí quiere ser, aunque los amores duelan y las alas no sean nuestras siempre.
Volar, bajar, sin paraqués o con ellos.
Tengo infinitos sueños por desconar, en materia de botánica onírica.
La eternidad, como eternidad, es bastante corta.

viernes, julio 14, 2006

Impostura.

Supongamos... y suponemos, inventamos con el transparente imaginario un prisma de colores y la sensación de haber estado ahí, donde hay fundición de los amores que mejor se llevan puestos.
Dejamos volar un rato este barrilete intimo, que al cabo los vientos están favorables. Y cada uno es su personaje, al pie de la letra, porque en esta obra de teatro nos podemos un poquito mutuamente.
El ritual de la fantasía es ancestral, casi arcano, y no somos quienes para dejar de alimentarlo, así que a darle de comer a este dócil deseo onírico.

martes, julio 11, 2006

Merci.

Dime cómo pateas penales
y te diré quién eres.

sábado, julio 08, 2006

Aspirar a la belleza.

A veces me lleno los cuencos con la sustancia de la belleza y aparece en escena un fantasista, artista del amor y sus paisajes. El no necesita correr para volar, y ella prefiere el trato lento entre tanto maratonista del rectángulo.
El teatro verdísimo está ansioso de los dos, como los Romeo y Julieta de este juego.
Y uno los ama en el amor, el suyo y de todos los que quieran disfrutarlo, porque el esplendor puede ser colectivo.
Pero también siempre habrá un refutador de leyendas (que nunca amasó el cuero) queriendo derrumbar nuestro romance por mera mediocridad pragmática.
Relinchan, Sancho.

viernes, julio 07, 2006

La soledad no es "no quiero dormir, no quiero comer, no quiero reir"... o al menos lo disimula muy bien en este momento, donde sólo (o sin tilde) quiero reir, comer y dormir, y no quiero nada más.
Y qué problema... a algo le duele eso. Pero no por alguna extraña razón moral, ni eso del querer de los demás. Sencillamente duele, como el paso del tiempo a los calendarios, a la tierra, al crucero en el Caribe.

miércoles, julio 05, 2006

No sólo de fines de semana vive el hombre.
La gruta y su dolor no temen llegar en cualquier instante, entonces nosotros deberíamos pelarle las papas en cualquier momento a este puré.

lunes, julio 03, 2006

Duuulce.

La inmensidad del mundo
que comprende la locura
deja fuera de combate a la memoria.

Universo y universo,
uno detrás de otro
abriéndose de par en par.

Lo profundo del sonido
los colores, el olvido
y el sueño que estoy soñando.

Dejá, vu.

Esas noches con teté
que volvieron sin reproches
a una regia madrugada
en un nido de fantoches.

La tiniebla más perfecta
la de los enloquecidos
que reposan a la sombra
esperando por latidos.

Y grandes trapos había
un anhelo y la belleza
todo como gran fórmula
para volar mi cabeza.