sábado, julio 08, 2006

Aspirar a la belleza.

A veces me lleno los cuencos con la sustancia de la belleza y aparece en escena un fantasista, artista del amor y sus paisajes. El no necesita correr para volar, y ella prefiere el trato lento entre tanto maratonista del rectángulo.
El teatro verdísimo está ansioso de los dos, como los Romeo y Julieta de este juego.
Y uno los ama en el amor, el suyo y de todos los que quieran disfrutarlo, porque el esplendor puede ser colectivo.
Pero también siempre habrá un refutador de leyendas (que nunca amasó el cuero) queriendo derrumbar nuestro romance por mera mediocridad pragmática.
Relinchan, Sancho.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

" Me refugio en la poesía.. es mi droga preferida ante tanta cocaína universal.."

Me encanta como escribis.. De hecho, comparto muchas cosas..

Anónimo dijo...

benditos los romanes que juegan con poesía
que meten caños
que gambetean
que tiran tacos
y la pisan


(( tomo, fumo y meto caño (??)))