jueves, julio 27, 2006

Gracias.

A veces cruza mi mente
la idea de su tormento
por esos cuatro colmillos
(las cumbres del sentimiento).

No se enrosque ni persiga
no se sienta una asesina
pues quisiera agradecerle
ya que usted me ha presentado
con el eden de la vida.

Y si es que se le antoja
como un pecado suicida
sepa que es la mejor hoja
de este libro, mi querida.

Veinte minutos de amor
una fiesta incomparable
¿a quién le importa el dolor
cuando está en medio del baile?

Y los platos que se han roto
ahora tengo que pagar
pero sepa que esta moto
ya no la quiero parar.

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