martes, abril 22, 2014

Trece años de hojas muertas.

Desacierto y maleficio del tiempo
escaparse de vos, de aquel momento,
proseguir, no congelarse allí mismo,
en ese sentimiento cenital,
y seguir transcurriendo
como si hubiera otro paraíso
que pudiera ser alcanzado,
como si hubiera otro infierno
donde pueda arder así.

Se suicidaron miles de hojas
en la espera más inútil,
el vino se fue aclarando
gota a gota tras la ausencia,
exageradas inconsciencias
apuntalando tus mitos.

Recuerdos de algo sagrado
invaden mi imaginario,
me retrotraen al milagro
de haberte visto brillando
ahí nomás, cruzando el charco,
reinventando el carnaval.



lunes, abril 21, 2014

Bien pegado.

En tu piel de seda se mueren mis besos,
lentos como dulces bocanadas,
y se llenan de rojas primaveras
mis ojos al verterse en tu suspiro.

Le pido prestada una palabra al viento:
me da una caricia que estalla mi gracia.

Miro de reojo un trino violeta
y llueven arroyos entre las manos,
se deshielan sobre mis falanges
las gotas congeladas del ayer.

La Luna está ensangrentada
y sin embargo no sabe morir,
y yo no sé apartar mis deseos
de sus antídotos nocturnos,
de sus pétalos de musa,
del halo que la embelesa.

Los resplandores perennes
fisuran tras las ausencias,
y el brote de los cerezos
me tiñe desde los ojos.

Miedos, ténganme miedo,
que vengo hecho de colores
a destrozar sus penumbras
y edificar sensaciones.




domingo, abril 20, 2014

Pétalos del otoño.

Este otoño trae flores
colgadas en los faroles
que iluminan largas noches
y mañanas desgarbadas.

Atardeceres, colores,
perfumes, dulces ficciones.

Este otoño trae flores
enganchadas en el viento,
que revuelve las razones
con su aroma a remolino.

Anocheceres, alcoholes,
demencias e inspiraciones.

Este otoño trae flores
pegadas en las pestañas
que seducen con ternura,
e hipnotizan, implacables.

Amaneceres, canciones
que ablandan caparazones.



miércoles, abril 09, 2014

Parodiador.

Cuidado con las banderas
que exalta el traidorador:
se destiñen con el viento,
y se tiñen con la tinta
que fue sangre derramada
en papeles de su olvido.

Cuidado con sus promesas
de un futuro sin pasado,
del arco iris sin tormenta,
de la unión por separado.

Cuidado con sus embates:
venenos de oportunismo
que inocula, desalmado
en la zoncera masiva.

Cuidado con la violencia
que convidan sin cuidado
esos que estaban enfrente
y hoy se sientan a su lado.

Cuidado con su eficiente
enroque de referentes.


miércoles, abril 02, 2014

Barro y corazón.

Una herida en el recuerdo
que se lleva con orgullo.

Las heladas mareas,
los mortales destellos,
el verde enrojeciendo,
la tierra entre los dedos
entumecidos de bronca,
de impotencia, de espanto.

Cruces que son del sur,
como la historia indica.

El fuego es enemigo
o un moño de regalo
sobre nuestras cabezas;
la noche no termina,
como esta pesadilla
que no tiene retorno.

Davides con gomera;
y Dios, del otro lado.

Pero no nos evoquen
con empáticas penas
de lágrimas inútiles:
preferimos que sea
su puño el monumento
que batalle al olvido.