viernes, noviembre 26, 2010

Angustia citadina.

La ciudad espera
(novia en soledad)
que le presenten hoy
a su amor prometido.

Espera esos sueños
(quiere concederlos)
y desespera, cansada ya
del tiempo impío
que la atraviesa.

Arde, ansiosa, su primavera
urgida por el estío apremiante
que viene derritiendo flores.

Y anhela cerezos y prados
que jamás comprenderá.

jueves, noviembre 25, 2010

Dioses de terciopelo.

Cuando el cielo cuelgue a tu alrededor
y la tierra se abra otra vez,
cuando haya huido ya el último tren
conmigo te llevaré...

Cuando el agua bese el temblor de tus pies
y la muerte baile a nuestro alrededor,
cuando todo sea olvido otra vez, yo te recordaré.

Sólo el amor sostiene el deseo
de ese torbellino a tu corazón,
nada lo detiene, destilando fuego
en tus ojos llameantes yo veo el sol.

Sólo el amor sacrifica tu anhelo,
todo el caramelo cristalizó
sueños de dioses de terciopelo
pidiendo que sólo salves tu amor.

Cuando seamos alimento de la estrella por venir
y en la vasta soledad se haya tenido que perder,
cuando ya no exista el lugar en donde estés
yo te encontraré.

Gustavo F. Nápoli.
Bah, el Chizzo.
Bah, La Renga.


lunes, noviembre 22, 2010

Así los días.

Tanto posponer sin disponer
del tiempo que se requiere,
tanto apuntalar los ánimos
con secas ramas endebles,
tanto desarmarse por la paz
sin defender otros frentes...

¿Y adónde llegar?
El espiral es un enemigo
de tan compleja simpleza
que la victoria se aleja
con cada paso que damos
en su búsqueda urgente

Pero algo invita a guerrear
(serán los rayos, serán las llamas)
contra tanta tonta iteración
contra tanto moebius diario.

Competirse.

La competencia es contra uno mismo: sólo hay que escalar para tener un mejor panorama, para acariciar la propia cima, no para llegar más alto que otro, sino que uno.
Te adoctrinan con el manual devorador de hermandades, te rellenan la psiquis con vellón comparativo, donde todo siempre vale con relativamente a los logros ajenos, y no es así, ¡carajo, que no es así!

domingo, noviembre 21, 2010

Rayo, Algún.

¡Estas burbujas nuevamente!
Son los borbotones del hervor
de mi alma en una canción
(plena ebullición, reevolución).

¡Cuántas ganas de gritar!
Quiero arrancarme la voz
y arrojársela al viento, ¡AH!



Toque de queda.

Vienen por todos los ánimos.

Voraces, ansiosos, impíos
en su urgencia famélica
no existe verdad alguna,
todo resulta maleable
para esos deseos turbios
de escrúpulos ausentes.

Ambiciones insensibles
ponen título a tus horas
(van royéndote el tiempo)
desde un limbo que ni roza
esquina o vereda alguna.

Todo es tensión y caos:
confrontación, muerte,
crispación, negación,
habría, sospechas,
inseguridad, empañaría...






sábado, noviembre 20, 2010

Pensimismo.

Se pasan las horas oxidadas
buscando lubricar este desierto
esta infinita Nada abrumadora
que se adueña del débil Todo.

Siempre una pena que extirpar
y el bisturí de las letras a mano
para abrirle un tajo al hermetismo
que corroe a las almas sensibles.

Tantas preguntas agolpadas
en las puertas de esta fantasía
y yo sin ninguna respuesta
para darles, para darme.

Porque aunque esté todo lleno
el vacío siempre aguarda (furtivo)
detrás de los horizontes, riendo.

Porque aunque el sol crepite
la certeza de una próxima tormenta
es jodidamente insoslayable.

lunes, noviembre 15, 2010

Redondeando.

Una pampa de almas verdes
adornando este desierto,
enalteciendo su festival
pagano, de espíritu primitivo
nacido con el fuego, en la llama
misma que birló Prometeo.

¿Somos tantos o uno solo?
Por momentos es confuso,
pero parece homogéneo:
un caos muy parejo, ardiendo
a todo vapor (¡dulce vapor!
dulcísimo jugo del viento
quemando todo por dentro).

Y regalo los recuerdos:
una brisa se los lleva
("vayan con el sonido
que no cabe un suspiro
en esta verde tempestad").

Para volver, para pisar
el suelo con cierto desdén,
exprimiendo los momentos
que ya resultan tesoros.


Huellas invisibles.

Qué grata sorpresa del tiempo
arrastrar hasta estos sentidos
tus nuevos movimientos
ese atado de sentimientos
compartidos a los gritos.

También haber acercado
del pasado algunas piezas
para beberlas ya añejas
con otra voz, con Esa voz,
y despertar a lo que ha sido
pues le quedan maravillas
que no hemos descubierto.

Tantas melodías que ensoñar
y esta ignorancia a flor de piel
sobre cuestiones irresolubles
que agitan las aguas sin motivo.


viernes, noviembre 12, 2010

Ser animal.

Su naturaleza desborda
contagia, salpica: se prende
a cualquier mirada oportuna
e inventa una implacable sonrisa
seguida por otra, y otras más.

Es hipnótico su instinto,
y su andar despreocupado
buscando en cada rincón
ilusiones incomprensibles
(a la vez que indispensables)
para saciar su ansiedad.

Y cuando entra en la paz
es como si un zumbido
se apagara de repente,
y nos dejara expuestos
al (casi) perfecto silencio.


jueves, noviembre 11, 2010

Acideces.

Qué extraña visión: ver tan cruda la ambición, así, desnuda y vil, detrás de esos ojos, de esas manos, de esos abrazos, de esas palabras... ¡no todo es Poder!
¿Qué sos sin nada de lo que comprás?

¿Qué te acompaña cuando estás solo?

Por momentos veo esas sombras, pero nada que las produzca.
Un oasis sin desierto alrededor,
donde sobra el agua, pero falta sed.

Las palabras se me agolpan en los dedos, en la mente, y ya son parte del pasado cuando quiero exponerlas en ese presente que acaba de irsefue.

Planeo un poco... las turbulencias van y vienen.
Navego un poco, me hundo y vuelvo a la tormenta.
Tiemblo en un sueño hermoso, ajeno pero sentido, desarmado, vulnerable.

Regreso al concierto, al espíritu hecho música, bailando al viento su libertad.
Y quiero todo lo que ellos quisieron, pero quiero querer más.





miércoles, noviembre 10, 2010

Tiempo, tiempo y más tiempo (perdido).

Al tiempo lo veo pasar
en la bruma azulenca
en las flores marchitas
en el sol que se escapa
ahora más convencido
que en otras fugas (ligeras).

Pasa por esta certeza
de una locura incesante
que alimento sin piedad,
pasa por estos escritos
que embalsan mi marea
para seguir navegando
sin caer en los abismos
de la oscura soledad
(por donde pasa, también).

Pasa y me sobrepasa,
y quedo del lado de atrás
viendo todo en el futuro
y nada de dónde asirme
para no caer en sus fauces
de progresos regresivos,
de mutaciones nocivas.

¿Y por qué no se me pasa
este temblor invisible?
Si todo se va en el fluir
de los tics irrefrenables
de los tacs irrefutables
¿por qué no pasa la sed
de algo que desconozco?



Fantasías desanimadas.

Fantasmas
te roen las ilusiones
(se las dejás a tiro).

Fantasmas
invaden todo, llenan
cualquier hueco nuevo
que se deje ver.

Fantasmas
bailan para vos
o vos para ellos
ya no se sabe...

Fantasmas
que devoran, sacados
los rasgos de tu cara
las luces de tus ojos
el par de alas marchito
la risa, la esperanza.

Fantasmas
viniendo a por nosotros:
¿cerraste bien la puerta?
¿o les franqueaste el paso?

Fantasmas
ya lo inundan hoy todo
y emerger cuesta el alma
de este amor aturdido.


lunes, noviembre 08, 2010

Jugar a jugar.

¿Se desvanece la identidad?
¿Qué vamos a buscar bajo esos colores?
¿y detrás de ese giro ingobernable
caprichoso, místico, hipnótico, poético?
¿Sólo la tapa del día después
y sus botines colaterales?

No tiene precio el latido furioso
la ansiedad royendo los nervios
capturados por el vuelo liviano
de un efecto imprevisto, mágico.

No hay gato que infle los pechos
más que un instante milagroso
en la agonía de la agonía
haciendo trizas toda amargura
dejando, en el tiempo, la estela
de un grito que alcanza la eternidad.

No pueden los números aplaudir
ni embanderarse en tu estampa
ni encomendarte sus ilusiones
ni explicarte cómo es la gloria.

Propio y extraño.

Aunque sabe que no debe
se deja beber por la lluvia
para torturarse un rato
en esa húmeda nostalgia
que es búsqueda de nada
y hallazgo todo el tiempo.

¡Qué absurdo personaje!
Ríe y llora sin coherencia,
desbarata sus trincheras
cuando truena la guerra
y en tiempos de (quizás) paz
se devuelve a su guarida.

Quiere soñar, no se aburre
de remontar barriletes
contra las tercas tormentas
que arremolinan su siempre,
pero si el vuelo no llega...
"¿y si nunca llegara? ¿qué?"



miércoles, noviembre 03, 2010

Más sentimiento, menos pensamiento.

La vida es el sentimiento que la enciende,
es el medio por el cuál se encarna,
se consagra como un latido libre.

Se busca en una cancha, en una calle,
en el fondo de los mares de los vasos
que la noche no llena nunca
y que el día vacía, impío, al llegar.

Son las grageas escondidas
en los pliegues de lo ordinario,
arrebatos de pasión, milagros
que exceden a la existencia
pero no son inexistentes.

Y cuando cae, seco, el absurdo
a invadir nuestros horizontes
es mejor que lo enfrentemos
desde el arte y su reflejo
porque desde el pensamiento
terminamos con más nada
de la que recién teníamos.


lunes, noviembre 01, 2010

Existencia lista.

¿Por qué tan inaccesible?

Siempre una cerradura
que viene tras un acertijo
y derivará en más obstáculos
tendidos por la soledad.

No pretendo florecer
sin semillas ni tormentas,
pero el ansia por brotar
me está consumiendo entero
como una llama invisible.

Se pasan las primaveras
en promesas de un verano
que dura, siempre, tan poco...

Pero este hermetismo extraño
perdura casi con saña,
como obstinado en guardar algo
que, claramente, desconozco.


Cristalina.

Veo su pena, tan profunda
que se hace mía, y también nuestra:
llega a las raíces de todo amante.

Sus lágrimas podrían saciar la sed
de flores que hoy quisieran ser
pero no alcanzan siquiera a ver
de cara al sol que ha de bañarlas
ni se entierran demasiado
por temor a que el infierno
esté más cerca de lo pensado.

Y la grieta que se hace en su voz
me atraviesa como un relámpago
quebrando todo el espíritu
que quiere partirse en llantos
pero emana un estoicismo
(con salvedad de los ojos)
de carácter impasible
porque no quiere hacer mella
en otras grietas hermanas:
el estado de ánimo es algo
necesario, para preservar.

También la sensibilidad
pero hoy está toda en ella.