jueves, noviembre 11, 2010

Acideces.

Qué extraña visión: ver tan cruda la ambición, así, desnuda y vil, detrás de esos ojos, de esas manos, de esos abrazos, de esas palabras... ¡no todo es Poder!
¿Qué sos sin nada de lo que comprás?

¿Qué te acompaña cuando estás solo?

Por momentos veo esas sombras, pero nada que las produzca.
Un oasis sin desierto alrededor,
donde sobra el agua, pero falta sed.

Las palabras se me agolpan en los dedos, en la mente, y ya son parte del pasado cuando quiero exponerlas en ese presente que acaba de irsefue.

Planeo un poco... las turbulencias van y vienen.
Navego un poco, me hundo y vuelvo a la tormenta.
Tiemblo en un sueño hermoso, ajeno pero sentido, desarmado, vulnerable.

Regreso al concierto, al espíritu hecho música, bailando al viento su libertad.
Y quiero todo lo que ellos quisieron, pero quiero querer más.





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