sábado, noviembre 20, 2010

Pensimismo.

Se pasan las horas oxidadas
buscando lubricar este desierto
esta infinita Nada abrumadora
que se adueña del débil Todo.

Siempre una pena que extirpar
y el bisturí de las letras a mano
para abrirle un tajo al hermetismo
que corroe a las almas sensibles.

Tantas preguntas agolpadas
en las puertas de esta fantasía
y yo sin ninguna respuesta
para darles, para darme.

Porque aunque esté todo lleno
el vacío siempre aguarda (furtivo)
detrás de los horizontes, riendo.

Porque aunque el sol crepite
la certeza de una próxima tormenta
es jodidamente insoslayable.

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