Ir hacia la sangre
aunque esto sea el desierto
y buscar un pulso allí
dentro de la inmensidad
sabiendo lo improbable,
sintiéndolo posible.
Destriparse las sombras
con voracidad ritual,
alimentar los sentidos,
desempolvar la piel
y volverla nube
que llueve hacia arriba
con su vapor abstracto
sobrevolándonos
las mentes.
Estallar.
Una estrella, un destello.
Bello paisaje negro,
violáceo, octarino.
El aullido en la penumbra,
los olores inexactos,
la furia que se hace lágrima
que se hace alegría
que se hace locura
que se hace baile
que saca a bailar
que baila al sacar
espíritus de lugar.
Me juego el tipo mirándote a los ojos,
salgo corriendo: vo'a meterme en remojo.
Me has alterado poniéndote a mi lado.
yo que vivía tan feliz en un tejado.
Por el día, ando siempre despistado;
por las noches, en sus brazos se me olvida.
Por el día, voy ciego de lado a lado;
por la noche, casi todas de movida.
Por el día, hoy me siento acorralado;
por las noches en sus brazos se me olvida.
Por el día, perdona haberte asustado;
por las noches, todas, todas de movida.
Y su calor es como el Sol
en una cama fría,
en una noche de un invierno.
Y su calor es como el Sol,
me levanto a mediodía
hace ya noches que no duermo.
Ella era la reina de las aves
y yo era un miserable ratón.
Ella iba volando por el cielo
y yo le dije "¡Vamos, al pilón!".
Ella era la reina de las aves
y yo le puse cara de ratón,
me desabrochó algo que no sabes
y me comió el corazón ¡chup! ¡chup!
Ni ella era la reina de las aves
ni yo le puse cara de ratón,
ni ella iba volando por el cielo,
ni me comió el corazón ¡Chup! ¡chup!
Y su calor es como el Sol
en una cama fría,
en una noche de un invierno.
Y su calor es como el Sol,
me levanto a mediodía
hace ya noches que no duermo.
Y su calor es como el Sol:
poco a poco
voy poniéndome moreno.
Y su calor es como el Sol:
¡no te acerques tanto
que me quemas los pelos!
Un mar de estrellas
que escriben en el manto
la carencia de una musa
que está ausente hace ya tanto,
raptada por el olvido.
Néctares y ambrosías
hoy no salan bien el alma:
dan escozor, desasosiego
e insomnio abrumador.
La luna es un farol
que ilumina en otra esquina
y escala aquel balcón
tan lejos de esta escalera.
Las ninfas con sus ínfulas,
el achaque por las noches
que se ahogan en un charco
junto a la magia del juego,
los momentos amontonados
en una silla anestésica,
el dormir y que los sueños
amanezcan pesadillas,
y tantos otros motivos
van consiguiendo ahuyentar
a la huidiza inspiranza.