viernes, junio 28, 2013

Alunado.

Si no encuentro tu rincón
la noche se me marchita 
como una flor en alcohol
sin primavera, sin sol.

Mis ojos son tu reflejo
cuando el ocaso agoniza:
entre nuevos sueños viejos
que patean la cornisa
van muriendo en el espejo
la quietud y la sonrisa.

Cara a cara nos quedamos
sombra de mis madrugadas
deshojando el tiempo muerto
para sortear esta nada,
esperando al sol despierto
al ritmo de otra jugada.

Quizás nunca nos alcance
este incendio que soñamos
pero bailando en tu trance
de otras muertes escapamos.

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