martes, julio 02, 2013

Contienda onírica.

Pesadillas recurrentes
ha dejado el desarraigo:
dormir trae consecuencias
que la noche no comprende.

Todo vuelo tiene un precio,
todo duelo tiene un premio.

Elevarse es un esfuerzo.
Soñar, terminar volviendo,
ansiando otro despertar,
nuevos juegos por jugar.

Que no llegue el abandono
a empatar esta derrota.

Dar con la velocidad,
escaparse de escapar.
Abrir el fondo del mar,
cerrar el último bar.

Cielo de nunca alcanzar,
suelo de nunca acabar.




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