lunes, abril 30, 2012

Barro, tal vez.

Si no canto lo que siento
me voy a morir por dentro.
He de gritarle a los vientos
hasta reventar
aunque sólo quede tiempo en mi lugar.
Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada.
He de fusionar mi resto con el despertar
aunque se pudra mi boca por callar.
Ya lo estoy queriendo,
ya me estoy volviendo canción
(barro, tal vez...).
Y es que esta es mi corteza
dónde el hacha golpeará,
dónde el río se caerá
para callar...
Ya me apuran los momentos,
ya mi sien es un lamento.
Mi cerebro escupe
ya el final del historial,
del comienzo que, tal vez, reemprenderá.
Si quiero me toco el alma
pues mi carne ya no es nada...


Spinetta.

...de puentes amarillos.

Todo camino puede andar,
todo puede andar...
Con esta sangre alrededor
no sé qué puedo yo mirar.
La sangre ríe idiota cómo esta cancion
¿y ante quién?
Ensucien sus manos cómo siempre
(relojes se pudren en sus mentes ya,
y en el mar naufragó una balsa que nunca zarpó:
mar aquí, mar allá).
En un momento vas a ver
que ya es la hora de volver
pero trayendo a casa todo aquel fulgor
(¿y para quién?)
Las almas repudian todo encierrro.
Las cruces dejaron de llover.
Sube al taxi, nena:
los hombres te miran, te quieren tomar.
Ojo el ramo, nena:
las flores se caen, tenés que parar.
Vi la sortija muriendo en el carrousel.
Vi tantos monos, nidos, platos de café (¡platos de café!).
¡Guarda al hilo, nena!
Guarden bien tus manos esta Libertad.
Ya no poses, nena.
Todo eso es en vano, como no dormir.
Aunque me fuercen yo nunca voy a decir
que todo el tiempo por pasado fue mejor:
¡MAÑANA ES MEJOR!

jueves, abril 26, 2012

Desde el silencio.

No puedo dar con la poesía.
Busco en los rincones
que ayer hicimos nuestros
pero hoy nada me espera.

Rememoro rituales
escarbo en la neblina
revuelvo los relojes
pero todo es desconsuelo.

Le grito a mis espaldas
y afilo las miradas
surcando el horizonte,
pero no estás allí.

Pregúntole a mi sombra
si, acaso, tu perfume...
pero otra negativa
se apodera del aire.

Escucho tus canciones
(las que me trae el viento)
y un hueco en el sonido
absorbe mis sentidos.

Y cuando tu existencia
parecía haberse extinto
me atraviesan las palabras
como agónicos milagros
que surgen desde el silencio
y empiezan a desarmarlo.

lunes, abril 16, 2012

Recolección.

Tu corona de cenizas
ofreciéndose a la brisa
recitándole tu nombre
"María, así, a secas".

Y las agujas cediendo
ante vapores melifluos
mientras todos los infiernos
huyen llevando su prisa
a un sitio menos florido
y algo más laberíntico...

De las venas de la tierra
irán a aprender mis venas
para arraigarse en lo sabio
y así nutrirse y ser fruto.

Regará mi sangre tu alma
y nos regaremos juntos
con la lluvia, con los rayos
con la luna y la mañana.

martes, abril 10, 2012

Memoria.

No ofrezcamos al olvido
nuestros tesoros pasados.

Hagamos con los arcones
de la memoria, trincheras
que nos cubran de la guerra
pero no de su recuerdo.

Curemos esta hemorragia
que te desangra, Memoria
para poder comprendernos
(y así, acaso, hermanarnos)
sin enterrar las heridas
(su inevitable infección)
antes de que cicatricen.

No negociemos dolores
con macabros oferentes
(oportunistas del tedio
son la miseria hecha carne)
porque las muertes son nuestras
y los disparos, de nadie.

Noctámbulo y analítico.

El humo me atraviesa
en forma de palabras
que escapan urgentes
de mi ánima febril
hacia un horizonte
difuso y escamoso.

Los días son suspiros
-perfumes de un segundo-
que creo sentir pasar
y así vuelvo a comenzar.

Invito a los vientos
a volar sin frenos
pero no se animan
si les cae la noche.

Cuelgo con la Luna,
le cuento mis silencios
y ensayo unos piropos
para su leal fulgor.

Sonrío ante la sombra
que roza mis espaldas
sabiendo su consejo
oyendo con el alma:
lo que no sea sentido
no tiene por qué ser.

Nao seco.

Frágil locura tubular
hecha de tierra, de amor
con unas manos que sienten
como el mismo corazón,
y se pierden en sus artes
divagando por mareas
secas, tibias, perfumadas
con un aroma a misterio
de dulces tiempos arcanos
que alimentan al presente.

Los eternos navegantes
de esas espesas brumas
se guían por intuiciones
a la hora de embarcarse
en dementes travesías
que prometen en sus mentes;
se montan en balsas verdes
y olvidan cualquier peligro
por la gloria aventurera
de sacudir al destino.