lunes, julio 03, 2006

Dejá, vu.

Esas noches con teté
que volvieron sin reproches
a una regia madrugada
en un nido de fantoches.

La tiniebla más perfecta
la de los enloquecidos
que reposan a la sombra
esperando por latidos.

Y grandes trapos había
un anhelo y la belleza
todo como gran fórmula
para volar mi cabeza.

No hay comentarios.: