miércoles, marzo 31, 2010

Hay muy poca gente.

Me gustaría poder girar como un carrusel
o seguir la corriente y cruzar el puente
de la incomunicación, y saludar desde el balcón
sonriendo como los artistas en las revistas del corazón.

Me gustaría celebrar, y brindar por la navidad
vacaciones en familia, y prepararles la comida
una barbacoa al sol, y tarde de televisión
pero ese no es mi estilo, y es tarde ya para cambiar, y

nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede.
Las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente...

Me gustaría continuar una saga milenaria
pero formo parte de una generación espontánea
que se defiende mejor en el cara a cara
en el cuerpo a cuerpo, y tiempo al tiempo
es tarde ya para cambiar, y

nada puede dañarme con mis amigos
nadie puede, nada puede.
Las palabras no sirven para nada
y empiezo a pensar que en realidad hay muy poca gente.

Y abrimos las puertas
quizás por costumbre
tal vez por búsqueda inocente
y nos encontramos...


Bunbury (no el de Wilde).

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