jueves, abril 01, 2010

Al fin el fin de su ausencia.

"...ningún hombre es una isla
ningún hombre puede pararse solo..."


Las almas necesitan su sostén,
como el sueño a la justicia.

Sin una rama donde posar
los remolinos cansados
se cae de inmaduro
que todo baja a pique.

Son momentos más
inútiles que cualquiera
sin la presencia esencial
de esa mirada-sustento.

¿Para quién hago esto?

¿De qué estrella cuelgo?


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