miércoles, abril 28, 2010

De un sentimiento.

Hay una sensación...

Y cuando empiezo a querer explicarla, se me escapa, mariposa escurridiza.

Nace, por decirlo de algún modo (¿nacen las sensaciones? ¿o están dormidas a la espera de un instante preciso para despertar del sueño indefinido?), entre sus rincones: quizás la piel, el espíritu, los sonidos, el aroma... o todo junto, como un collage hecho con pedacitos de sensaciones, dando por resultado algo tan inenarrable como intenso.
Un poco lo percibo entre las entrañas, otro poco en los latidos, en la punta de los dedos, en las pantorrillas, en los labios, en la mirada (no en los ojos, en la mirada), en la espina dorsal y, con más electricidad, en el espíritu. Ahí, sencillamente, lo estremece todo, hasta volcar cada uno de los anaqueles que tenía, ponele, acomodados. Y se vuelcan pasados, futuros, penumbras, solsticios, bigbangs y una infinidad de etcéteras, haciendo algo así como una ensalada de alma, deliciosa para el apetito voraz que invade mi corazón.

1 comentario:

Matias dijo...

¿Un polvo? ¿un buen gol de river (de eso que se suceden cada... cinco años)? ¿El alarido final saxofónicamente acompañado de En el baldío? ¿barrilete cósmico? ;)
Abrazo.