miércoles, abril 21, 2010

Renovaser.

Es preciso volver del absurdo,
ese status continuo y previsible,
desdeñoso de los sueños.
Y encontrar el sabor intenso
que guarda, en sus arcanos,
la vida primitiva y natural.
Raspar motivos de un rayo
que se ha posado, idóneo
en el mejor rincón del jardín.
Salpicarnos con la lluvia
cosechando nuestras flores,
que mañana serán nubes
pero estas, sí, sin llantos.
Enredarnos a la sombra
con un flay de tapa dura
y soltarle el hilo largo
a este vuelo que reclama
otros mundos, ya cansado
de los diarios absurdos.

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