miércoles, abril 07, 2010

La última curda

Lastima, bandoneón, mi corazón
tu ronca maldición maleva
tu lágrima de ron me lleva
hacia el hondo bajofondo
donde el barro se subleva.

Ya sé, no me digas "tenés razón"
la vida es una herida absurda
y es todo, todo tan fugaz
que es una curda nada más
mi confesión.

Contame tu condena,
decime tu fracaso
¿no ves la pena que me ha herido?
y hablame, simplemente,
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
Ya sé que me hace daño
yo sé que te lastimo
llorando mi sermón de vino,
pero es el viejo amor
que tiembla, bandoneón
y busca en un licor que aturda
la curda que, al final
termine la función
corriéndole un telón al corazón.

Un poco de recuerdo y sinsabor
gotea tu rezongo lerdo
marea tu licor y arrea
la tropilla de la zurda
al volcar la última curda.

Cerrame el ventanal
que quema el sol
su lento caracol de sueños
¿no ves que vengo de un país
que está de olvido siempre gris
tras el alcohol?

Contame tu condena
decime tu fracaso
¿no ves la pena que me ha herido?
Y hablame, simplemente,
de aquel amor ausente
tras un retazo del olvido.
Ya sé que me hace daño
yo sé que te lastimo
llorando mi sermón de vino,
pero es el viejo amor
que tiembla bandoneón
y busca en un licor que aturda
la curda que al final
termine la función
corriéndole un telón
al corazón.

Catulo Castillo, pero El Polaco.

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