viernes, octubre 20, 2006

Penas y umbras.

El indefectible retroceso al casillero varado de cualquier náufrago en reincidencia inminente.
Magnetismo miserable... desgarrador. Desarmando el mundo en astillas que se nos van a clavar una por una en el punto más sombrío del cuore.
Morir por vos es el límite de los riesgos que un audaz va a correr sin siquiera titubear, pero que cualquier decentín condenaría porque la propia vida es el primer miedo.

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