miércoles, octubre 19, 2005

Mr. Empty.

Parece que no era toda la culpa del domingo, nomás.
Vamos a ver... total la inspección del interior ya va marchando, así que no jodo nada más de lo que jodido está.
¿Qué falta? Nada... no. Porque Nada sobra. Es como es pieza ínfima que arruina el funcionamiento de una máquina colosal.
Pero no tengo ni manual, ni instrucciones, ni planito, ni esquema, ni numeros.
¿Dónde está la falla? Seguro que en el balero.
Pero eso es todavía más microscópico, más insondable, más frondoso. Más DENSO. No hay lugar ni para una partícula de aire. Está todo compactado al mínimo. Pero el vacío se mete hasta por donde no entra una sombra... y luego todo lo llena de ella.
Ahí aparece la desesperación, y uno intenta completar ese espacio que se abrió con lo más espectacular que conoce... pero es también lo más remoto, o etéreo, o imposible, o independiente de uno.

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