sábado, octubre 15, 2005

Esta noche no puedo dormir.

Claro que tiene un jodido romance.
Y claro que lo está empezando a asustar.
Hay una rampa por donde bajan las velas y sube la inquietud. Está atestada de pólvora (que disipa la normalidad), aunque pronto se desvanece junto con el sueño.
Cómo deambula la vista, eh. Quiere abarcar todo desde su estático cénit.
Vamos a correr por todos lados... sin siquiera movernos. Vamos a relojear todo, pero sin estar mirando absolutamente nada.

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