miércoles, julio 13, 2005

Viene y se va: la tempestad.

Ni dónde está el bolso, o la bolsa, o la caja, o...¿algo?
Ya no sé si dicen, yo sigo, escucho poco, espero más, te espero sin esperarte, pero con la ilusión de una esperanza zonza.
¿Ves cómo juegan las palabras? como si un subibaja de la fonética se pusiera en galan y saliera a seducir la situación, engominado y con flor en el ojal. De mentira, claro (la flor, y el ojal también).
Ese juego de por un segundo concordar me atasca la mente en un embotellamiento de ideas que mejor no proyectar, porque después la película termina en lo mismo: el velorio del sueño (sueño de zetas y sueño de nubes).
Me sumergiría en terciopelo amarillo a comer mermelada de perlas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vayamos a comer mermelada de frambuesa o de boysemberry a paradise city... yo te invito a volar, tus alas pueden, yo sé que sí.
esas cajas, ese vacío... blah... para qué vamos a redundar no? ya sabés lo que pienso... ya sé lo que pensás de eso...
malditos círculos.
pero a pesar de todo... brillar, siempre.
je t'aime petit prince =o*