miércoles, noviembre 23, 2005

Los muertos infinitos.

Corre una galaxia de tiempos que mueren con el consentimiento de todos por pura ignorancia, mi viejo.
No se puede ver más allá sin corazón. No hay anteojos para la ceguera en el alma.
¿No ven a los pibes que son marionetas de la muerte por un metalito para el paco?
Qué carajo de sistema inescrupuloso y sádico.
Somos nosotros los muertos. Somos nosotros los próximos. Somos nosotros los mismos.
Tiremos todas las monedas a la enorme fuente de los deseos, y pidamos que algún día cercano nuestros hijos no tengan que luchar desde adentro para salir, sino desde afuera para sacar.
Ojalá el sol ilumine mentes ofuscadas por la comodidad... ojalá la naturaleza venga en combo con una solidaridad innata.

No hay comentarios.: