jueves, junio 23, 2005

Esos ojos sonrientes, sólo un espejo para el sol.

A ver... ¿cómo empiezo? Está un poco oxidado esto de escribir... ¿ven? capaz yo tenía razón cuando hablaba de que las responsabilidades te extirpan de lo que más sentido tiene (a veces), o de lo que mejor hace, o de tu arte más brillante. Te ajan. Es como una flor en una heladera. O, peor, en una alacena oscura y polvorienta.
Pero retomemos... también me dormí porque te soñé. No, a vos no. A vos. Reapareciste por los páramos que antes eran casi rutina, y diste vuelta todo, lo dejaste patas pa'rriba... como sabés hacer. Pero no sé si sabés porque sabés o porque tenés esa magia inexplicable que me emboba, voluntaria o involuntariamente. Pero no importa. Lo importante es que resucitaste y se me jodió el esquema una vez más. Parecía todo medianamente encaminado... pero se quebró. Los caminos se taparon, la rutina me comió de nuevo, el agua va helándose... y encima te quedaste con todo el sol, tus ojos se lo hicieron. Y no me lo prestás... tengo que sacártelo a hurtadillas por segundos hasta que un parpadeo, o una vuelta de cara, o qué sé yo.
Y sí... te soñé. Y te acorralaba de abrazos que no te tocaban, y te vencía con suavidad, sin tanto vencerte porque también te rendías, pero yo nomás lo soñaba. Y era tan lindo. Ganarte y que al mismo tiempo ganemos los dos esa batalla. Bah... en el sueño. Hoy por hoy, la batalla es contra nada, porque no hay guerra. Hay derrota y punto. Yo no voy a capitular, pero se nota que no dejás campo para mi ejército (que, como dice el poeta:"no tiene bandera, es sólo un corazón"), que la pérdida infinita es de verdad infinita y no una eternidad de plástico.
¿Y por qué te soñé? "¿A qué has venido? Vuelve al pasado" Pero... ¿qué pasado, flaco? Un pequeño pasado. Un lapsus, capaz.
Entonces descubro dos "referencias" y ya me doy cuenta de lo limitado que está esto. Se marchitó un poco. Hay que refrescarlo.
Pero sigo con lo anterior.
Sisisisi. Problemas de sueños.
Qué joda, eh. Mirá que ya no es muy linda la realidad como para que vengan sueños que la opaquen más. Daaaaaale. Media pila. Ojo, tampoco quiero el insomnio alcohólico de los fines de semana, porque ese estado es un poco onírico también, y encima me fustiga el cuerpo como loco.
¿Por qué te vas como el sol? Y, peor: ¿por qué me parezco tanto a un grillo de clara noche estival?
Ahhhhhhhhhhhhhh, veo que estoy como obsesionado con el sol. ¿Será porque ha muerto? Es como el capricho por los mártires...
Esta catarsis no me está llevando a ningún lado. A la cama, nomás... a buscarte. Pero ¿vas a estar ahí? Porque ahora no sé qué arruina peor: si que estés sin irte a buscar, o si buscarte y que no estés.
En fin... yo me v'ia fijar. Asomaré un poco la cabeza y que sea lo que Morfeo guste.

No hay comentarios.: