viernes, diciembre 09, 2005

"... y ahora estoy en libertad
y ahora que puedo pensar
en no volver a ser ese mismo de antes
y qué tristeza hay en la ciudad, amor
sábado soleado.
y en centro de la estatua del dolor
me sentí parado.
y querer lo que querés
sin tener que lastimar
recordando que tu amor
se robó mi dignidad,
olvidemonos los dos
no volvamos a empezar...
¿para qué?"

A veces la cárcel perdura más allá de los barrotes, y uno se da cuenta de que no está tan libre como creía. Y al ver a los demás remontando sus barriletes... nos cruje el corazón, ¡ay, cómo nos cruje!
Pero hay una flor, como toda vida. Y yo la elijo a ella y sus colores.

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