lunes, mayo 03, 2010

Sombra a rosca.

Parece que siempre, en la puerta
aunque sea, una sombra se engancha
de ese hermoso par de alas
y se propone arrastrarlo sí o sí
a ciertas profundas zozobras...

Me estrujo los momentos, pienso
cómo evadir tales ruinas esenciales
para que no se empantane el vuelo.

Se agitan las ideas en una marea
de espectros y sensibilidades,
completamente revueltos, voraces
ansiando otro peldaño abajo
otra oscura sombra que sorber.

Y quiero ponerle un freno firme
a tanta tristeza bastarda, que roe
tus emociones desde las entrañas.

Me desquicia tu abandono a la derrota,
ese destino cedido de ante mano
que se encajeta con migajas tristes
en lugar de saborear estos milagros
cortinados por tu sombra omnipresente.

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