martes, febrero 03, 2009

De tu paz.

Sorbo la tibia calma que flota en tu mar de ensueño,
recojo el sosiego como una ofrenda,
recibo esa brisa que ansía nuestro estío
y se orea así este espíritu huraño.

Porque sólo me hundo en el descanso
cuando merodeo tu tranquilidad
contagiosa sensación de dulce quietud.

Y disfruto de tu paz, acunando al corazón.

No hay comentarios.: