miércoles, septiembre 23, 2009

Ay, doña...

Pobre señora, tan Noble,
atormentada por la debilidad
que amenaza sus caprichos.

Lanza metrallas de letras
acusando a todo mundo
de coartarle libertades.

Va tapando realidades
con berrinches estruendosos
y verbales artimañas.

Quiere toda una vereda
para jugar a la rayuela
y con sus propias reglas.

Quiere jugar Escondidas
entre un rebaño de ciegos
despojados de bastones.

Y contando hasta treinta mil.

2 comentarios:

Silvana dijo...

Muy bueno!. Conozco muchas de esas doñas. Hay una que se llama Mirtha. Mientras almuerza dice que se siente más segura en Miami, porque ahi hay policias que vigilan a la gente. Pobre Mirta, extraña los años de plomo...

Silvana dijo...

Muy bueno!. Conozco muchas de esas doñas. Hay una que se llama Mirtha. Mientras almuerza dice que se siente más segura en Miami, porque ahi hay policias que vigilan a la gente. Pobre Mirta, extraña los años de plomo...