jueves, septiembre 25, 2014

Presos de casa: presas de caza.

El que siembra el miedo
culpa a la semilla.
El que teme a diario
huele a presa fácil.

Las palabras apuntan
como cuatro dedos
a la pluma cómplice
del sentir que aterra.

Jueces en redacciones
quieren ser los escultores
del paradigma del bien
(¿ante los ojos de quién?).

Jueces de martillo fácil
rebalsan las oficinas,
esgrimen su idiosincrasia
como un legado sagrado,
alzan sus manos manchadas,
afectadas, llenas de odio.

Jueces de pena y muerte:
paredón incontinente.
Cultores desenfadados
del presidio por si acaso.

De tanto creer
se acaba por crear.


1 comentario:

meL dijo...

Oh seguis escribiendo, como andas? soy meL no se si te acordas de mi..
pasaba pq soñe con vos! podes creer? jaja el tiempo te va alejando de las personas, pero se ve que en los sueños uno las recuerda!
un beso grande ^^